PALABRAS DE CAMILA CARRASCO , VICEPRESIDENTE DE LA FEUSACH , EN ACTO DE TITULACION DE ESTUDIANTES ASESINADOS O DESAPARECIDOS EN LA DICTADURA MILITAR, VIERNES 6 DE SEPTIEMBRE 2013
Rector Juan Manuel
Zolezzi, Autoridades de la Universidad
de Santiago de Chile, Estudiantes, Académicos y Funcionarios de la Usach, ex
estudiantes de la UTE, miembros de la Corporación UTE – USACH, organizaciones
políticas, compañeras y compañeros, Familiares, amigas y amigos presentes.
Es muy grato para mí,
participar de esta ceremonia y representar en estas palabras a la Feusach año 2012 y 2013, para nosotros estar
presente en esta actividad nos enorgullece enormemente, sobre todo porque
podemos compartir con ustedes unas
palabras llenas de cariño. No puedo dejar de mencionar que a Sebastián habría
sido un honor dar unas palabras en estos momentos tan simbólicos, por lo que
especialmente le agradezco darme este espacio.
Como federación tenemos muy
claro y estamos orgullosos del rol que jugaron nuestros compañeros, por lo que
para todos fueron dignos de imitar. La Feusach como institución ha sido
construida con convicciones reales, con propuestas, donde dirigentes han sido
capaces de dar la vida por lo que es y será justo… por cambiar una sociedad.
Personalmente me siento
privilegiada de poder compartir con mucha humildad sentimientos que me
envuelven hoy, pues muchos de quienes hoy reciben su título, son compañeros
socialistas, al igual que yo y varios de los presentes.
Hoy, no sólo dedicamos estas
líneas a los presentes, sino también a quienes producto de la tiranía, el
fascismo y la violencia estatal hoy no
nos acompañan, porque digamos las cosas como son, nos arrebataron esa
posibilidad.
Nos arrebataron la posibilidad de conocer, de
compartir, de amar y caminar junto a esos estudiantes de la Universidad Técnica
del Estado, que tenían ideales, alegrías, tristezas y lo más importante… sueños
y convicciones de lograr un país que efectivamente era del pueblo, de sus
trabajadores.
Estos estudiantes, en su
gran mayoría fueron militantes, orgullosos militantes que ante prejuicios de
muchos sectores estaban seguros de que con unidad, con disciplina y arduo trabajo podrían concretar los desafíos que
se requerían asumir en el Gobierno de la Unidad Popular. Militantes que no
disociaban lo político de lo social, militantes que con respeto se vincularon
en importantes procesos. Militantes… que fueron un ejemplo de virtud para
muchos de nosotros, y que nos motivan para pensar como un colectivo,
abandonando incluso nuestra propia individualidad y matices.
No daré un relato histórico
de lo que fue la UTE, no ahondaré en detallar brutales asesinatos,
persecuciones, ejecuciones, torturas e injusticias que a sangre y fuego se
vivieron en rincones de nuestra querida universidad. Pero si quisiera lograr transmitir lo que como
estudiantes de la Usach sentimos en estos momentos tan emotivos y significativos.
Ya han pasado 40 años del
Golpe, y aún compañeras y compañeros están desaparecidos, todavía no logramos
justicia, aún se tienen deudas que saldar. Sin embargo amigas y amigos, no podemos
sólo vivir de recuerdos. Tenemos que tener memoria, sí, de eso no dudamos, pero
también debemos luchar, accionar, y en todo momento exigir justicia para todos
los caídos, y eso incluye a estos 39
estudiantes de la UTE, que producto de la dictadura militar no lograron
terminar sus estudios ni ser profesionales al servicio del país.
Saludo la iniciativa de la
corporación UTE, que día a día nos recuerda que vivamos, que conozcamos y que
tengamos una identidad que va más allá de las aulas, constantemente nos invitan
a enamorarnos de nuestra propia historia. Gracias por aquello.
Recuerdo cuando tuve la
dicha de participar del lanzamiento del libro “…y todavía no olvido”, de Iris
Aceitón, estudiante de la Universidad Técnica del Estado, donde sentí una
enorme emoción que quizás muchos de los presentes hoy lo han sentido alguna
vez. Es la emoción de ser de la Usach, la alegría de asumir la responsabilidad
con nuestra universidad y comunidad. Reconocemos que no dan ganas de alejarse
de esta realidad, de esta esperanza y de esta construcción.
En la UTE estudiantes
pudieron elegir a su Rector, lograron una reforma universitaria, realizaron un
claustro universitario, apoyaron a un Gobierno popular, convocaron a trabajos
voluntarios, estuvieron siempre junto a los trabajadores, se hicieron
responsables de su rol y de sus propios ideales. Es cierto, la vara es alta muy
alta, pero de seguro seremos capaces de no caer en infantilismos, de no ser
reaccionarios y menos abandonar la lucha en las calles.
Como jóvenes del presente y
del futuro, nos comprometemos en avanzar hacia la universidad que queremos, en
ser parte de la construcción de una sociedad justa e igualitaria, de trabajar
codo a codo con los trabajadores, porque de seguro podremos lograr que los
sueños de Alfonso, Claudio, Oscar, Michelle Peña, Gregorio Mimica, Rafael
Madrid, Mario Martínez y tantos estudiantes de la UTE, se hagan realidad.
La entrega de estos títulos
póstumos son bellos momentos para compartir y para comprender que podemos
correr el límite de lo posible.
Me quedo con una frase de un
barbón filósofo intelectual, “Los seres humanos hacen su propia historia,
aunque bajo circunstancias influidas por el pasado”. Por lo que el mensaje es que no permitamos
nunca más en Chile ni en el mundo Dictaduras que se vivieron en el pasado.
Verdad y justicia para todo este Chile que conmemora 40 años de dolor,
de sufrimiento, de calles y lugares que se tiñeron de la sangre de personas que
sólo querían un Chile mejor, y que hoy tristemente no están junto a nosotros
Pero también con alegría nos reunimos en este tipo de actos que si bien
son emotivos, nos unifican para seguir el camino que quisieron nuestros
familiares y amigos.
Para que nunca más en Chile, haremos historia, porque la UTE VIVE!
Muchas gracias
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