PALABRAS DE SALUDO A NOMBRE DE LAS FAMILIAS DE NUESTROS COMPAÑEROS TITULADOS , NELLY BERENGUER ,  COMPAÑERA DE JOSE MANUEL RAMIREZ ROSALES

Señor Rector de la Universidad de Santiago

Autoridades, funcionarias y funcionarios, alumnas y alumnos

Corporación Solidaria UTE-USACH

Queridos Familiares

Amigas y amigos

Compañeras y compañeros

Es un honor para mí dirigirme a ustedes como familiar de una de las víctimas de la dictadura cívico-militar de Pinochet que estudiaba en esta Universidad, para agradecer a todas y todos quienes han hecho posible la entrega póstuma de los títulos de esta Casa de Estudios a nuestros familiares.

Soy esposa de José Manuel  Ramírez Rosales, detenido desaparecido desde el 27 de julio de 1974, estudiante de la Universidad Técnica del Estado (UTE), militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), el segundo de siete hermanos, incondicional de su madre, padre de un hijo --en ese entonces de siete meses y medio de edad-, amado compañero.

Quisiera contarles que hace unos meses, cuando María Angélica Muñoz y Erica Osorio, miembros  del equipo de la Corporación Solidaria UTE-USACH, se comunicaron conmigo para contarme de esta importante iniciativa, indudablemente aplaudí la idea pues sentí que este gesto iba más allá de una reparación material o económica, era la reparación a un sueño, el sueño de estudiar que nuestros familiares no pudieron concretar en vida.

En el camino me señalaron que necesitaban conversar conmigo para profundizar en el perfil humano de mi esposo y compañero, cosa que entiendo hicieron con casi todos los familiares. Invité a mi cuñada, Erica Ramírez Rosales, a participar de esta entrevista para entre las dos completar y complementar los diversos aspectos –familiar, cotidiano, laboral y político-,  de la corta vida de nuestro Pepe.

Efectivamente su vida fue corta pero intensa.  A modo de ejemplo, recuerdo como multiplicaba su tiempo para militar en su partido, estudiar en esta Universidad, trabajar y sobretodo encontrar el tiempo para compartir con su familia, para compartir con quienes amaba. 

Uno de los puntos que señalé en la entrevista y en el cual siempre insisto, es que al retratar la vida de nuestros familiares no podemos dejar de lado, excluir o simplemente sustraer sus  militancias políticas, pues éstas fueron parte integral de sus vidas y la consecuencia natural de sus principios y de sus valores. No debemos olvidar nunca que ellos lucharon por un proyecto de sociedad distinta, más justa, más igualitaria, más solidaria. En palabras simples, ellos querían un mundo mejor y en el contexto de la dictadura sus militancias políticas fueron valientes, heroicas, dignas de admiración y reconocimiento.

En unos días más se cumplen 40 años del cruento golpe de Estado que acabó con la democracia en Chile y con la vida y proyectos de muchas personas en este país, entre las cuales se encuentran nuestros familiares. Es así que fuimos sometidos a la peor de las tiranías que ha conocido la historia de Chile durante 17 años.

Como esposa de un detenido desaparecido no puedo dejar de señalar que la desaparición forzada es el más cruel de los crímenes que se puede cometer contra las personas pues mantiene en “pausa”, “pendiente”, “en constante espera” sus vidas y las de sus familias. Las convierte en un círculo sin cerrar, las transforma en un duelo permanente. Por ello, se señala que es un crimen de lesa humanidad, que no puede ser amnistiado y que no puede prescribir. Por ello es que, pese a que han pasado  cuarenta años, continuamos buscando verdad y justicia. Por ello hoy, una vez más, reivindicamos sus historias de vida, sus sueños y sus proyectos. Por ello, no olvidamos e insistimos majaderamente en la recuperación de la memoria.

Hermosa reparación es la que entrega hoy la USACH, ex-UTE a nuestros familiares, pues estos títulos póstumos permiten cerrar al menos uno de lo que fueron sus proyectos de vida: estudiar y ser profesionales.

La magnitud del evento al que hoy asistimos es reflejo vivo del compromiso de los distintos estamentos que conforman esta Universidad con quienes 40 años atrás fueron parte de esta comunidad, pero también habla de la importancia que le dan a la memoria colectiva e histórica de nuestro país y a los valores y principios por los que nuestros familiares entregaron sus vidas.

Por todo lo anterior, sinceramente, muchas gracias.

Santiago, 6 de septiembre de 2013