La
tarea había quedado inconclusa. El
pasado Septiembre, la Corporación
solidaria UTE-USACH junto con la
Universidad de Santiago, en una
ceremonia cargada de simbolismo,
recogimiento y, de manera
póstuma; tituló a sus treinta y nueve héroes, estudiantes de esta universidad,
asesinados por la dictadura de Augusto Pinochet. Este cinco de septiembre, en un entre patio
de la Escuela de Arte y Oficios, se develó la placa recordatoria con los
nombres de nuestros compañeros
inmolados.
En
el acto recordatorio estuvieron presentes: Pedro Palominos, Pro-rector de la
USACH; Sergio González, vice-rector departamento vinculación con el medio;
Tacurí Tapia, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de
Santiago (FEUSACH); Emilio Daroch,
presidente de la Corporación solidaria UTE-USACH; Alejandro Yáñez, ex presidente de la
Federación de Estudiantes de la Universidad Técnica del Estado (FEUT); Osiel
Núñez, último presidente de la FEUT, hasta el golpe de estado.
Los
invitados especiales son las madres, padres, hermanos, hijos, nietos
de los detenidos desaparecidos, de los ejecutados sin juicio alguno; de las
víctimas de la cultura del odio y la muerte. Aquí nos reunimos, no nos
amedrentó la persistente lluvia, ni el frío que a veces paraliza los ya
envejecidos huesos. Entre los pilares
del añoso patio, bajo aquellas vigas que impertérritas han contemplado el
júbilo del saber y las inclemencias del
horror; nos entremezclamos viejos y
jóvenes, buscando el calor humano que nos retroalimenta y nos brinda las
energías para seguir hurgando en busca de la verdad; sumidos en la maraña de la
mentira oficial e infame de ese entonces y, entre los que todavía callan con
siniestra complicidad para eternizar la injusticia y no brindar el merecido
castigo a los culpables de los más atroces crímenes contra la humanidad.
Alex
Zamorano uno de los tenaces de ayer y de hoy, nos introduce a la solemne actividad,
Pancho Villa con sus poemas hecho cantos nos regala un bálsamo para el alma.
Emilio Daroch habla de aquellos--- ¡Tan jóvenes, con sus quimeras intactas,
dueños del futuro y del mundo--- Son
treinta y nueve las vidas truncadas, y no los olvidamos! --- ¡A cuarenta y un
año de la tragedia, no los olvidamos, no los olvidaremos!
Una mujer de maduro rostro se sienta muy cerca de mí,
la sigue un muchacho joven, casi adolescente. Estudia Bio-Química en la Usach.
---
¿Y por qué estás aquí?, le pregunto
---Estoy
acompañando a mi abuela. Su esposo, mi
abuelo es un detenido desaparecido, estudiaba en la UTE.
Le
hablo a la mujer de rostro bondadoso, se llama Matilde del Canto. Su compañero
Francisco González Ortiz, estudiante de tercer año de Construcción Civil,
militante del Partido Comunista y dirigente de la Federación de la
Construcción, el año 1976 fue detenido y su rastro se perdió hasta el día de
hoy. Matilde tiene la bondad patentada
en sus ojos. Nos abrazamos en un largo y estrecho saludo, como si nos conociésemos desde siempre.
Uro,
su nieto, parado detrás de su silla. Nervioso, cálido y protector le acaricia
la espalda…
Una
bandera naranja bordada con letras negras que dicen UTE, cubren una parte del
muro del viejo patio. La plancha es descubierta y se asoman los nombres de
nuestros mártires. Allí permanecerán para siempre, para que todo aquel viajero
que por allí pase, se detenga y, se
entere de la tragedia que una vez asoló a su querida Universidad y a su país
entero. ¡Para que nunca más las aulas de una Universidad se manchen de sangre!.
La
lluvia ha amainado, un tímido sol nos
envuelve. Nos marchamos todavía
conmovidos… En el otro extremo de la muralla, en un largo lienzo, sostenidos
por bellos muchachas y muchachos, se lee:
CON
USTEDES EN LA MEMORIA, LA UTE ESTÁ VIVA
F E
U S A CH
Iris Aceitón Venegas
Cinco
de Septiembre del 2014
Santiago,
Universidad Técnica del Estado.
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