viernes, 21 de noviembre de 2014



ESCRIBE IRIS ACEITON VENEGAS
(Articulo publicado en  The Clinic )  )

LOS CUARENTA Y TRES DE IGUALA

Siento asco, mucho asco. A medida que pasan los días esta repugnancia se me va convirtiendo en estertores con  náuseas…  No consigo vomitar la pudrición que me atora y que se va apoderando de todo lo que me rodea…

Quisiera tener en todas las terrazas de mi departamento, maceteros con  la  cannabis  floreciendo a pleno sol. Confeccionar mis propios porros para  fumarla,  atenuar la fibromialgia que me agobia y que atrofia mis gastados huesos y, así nunca más regalarles un puto peso a los nefastos traficantes.

No es depresión la que sufro. Esto de no creer en nada ni en nadie… Es muy potente sentir que los sueños se disipan…  Cuando se han atesorado tantos y se ha  luchado tanto por ellos…  

¿DÓNDE ESTÁN?  ¿DÓNDE ESTÁN?  Observo los rostros morenos, tatuados de surcos,  con la huella de los años,  del sol incaico, inundados de lágrimas y desesperanzas. Son mujeres y hombres que buscan a sus hijos allá en el “México lindo y  querido”. En ese México de Octavio Paz: “Tan lejos de Dios y tan cerca de los  Estados Unidos”.

Fueron secuestrados por la autoridad.  Quemados,  algunos vivos… Enterrados,  algunos vivos…Ese infalible método de exterminio lo conocemos de tan cerca… ¿Será por eso que nuestra capacidad de asombro se desvanece cada día?

¿Dónde están las doscientas niñas secuestradas por el grupo terrorista islámico Boko Haram, en Nigeria, hacen ya varios meses?  Ya nadie se acuerda de ellas. Ya no son noticia, los medios las han olvidados… Por lo tanto  el mundo entero también…

Quisiera oír a la Presidenta, a las iglesias chilenas, a la Camila, al Giorgio, al Boris, a la Carol, A  todos los actuales dirigentes de las organizaciones estudiantiles de Chile;  llamar a una multitudinaria concentración:

 Que se sumen los trabajadores, con sus gremios y  sindicatos. La CUT. Los Colegios Profesionales. Los cesantes.

Que los homosexuales que tanto luchan por sus justos derechos, dejen de mirarse el ombligo.  Los travestis, las prostitutas. Los discapacitados que no tienen cabida en la mediática Teleton y, también los que tienen el privilegio de pertenecer a ella. Se unan para clamar por el paradero de los muchachos desaparecidos de Iguala.

Que los políticos y politólogos chilenos detengan sólo por unas horas sus verborreas trasnochadas que ya casi nadie les cree… Que dejen de escucharse y, alguna vez escuchen… Y exijan desde su madriguera  de mármol,  justicia verdadera al gobierno títere mexicano.

Que las mujeres que somos las que  parimos y que sólo nosotras sabemos lo que es amar a los hijos… Estemos a pesar de la distancia física junto a esas madres que los buscan y los buscarán eternamente…

Que este clamor  pacífico y universal, a rostro descubierto. Sin cabida para  los encapuchados,  crezca  como un reguero de pólvora y se extienda  por todo el país, el continente, por todo el planeta… Al llamado acudiríamos  todos los padres, hijos, hermanos, tíos, abuelos, todos los seres humanos que verdaderamente defendemos la vida.

 Los 43 de Iguala, no pueden ni deben  ser olvidados. Sólo así vamos a terminar con esta costumbre de torturar,  desaparecer, de matar… Sólo así, en este mundo va a valer la pena vivir…

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