EL CONCIERTO DE MAX BERRU EN LA SELVA, EL MEJOR REGALO NAVIDEÑO

Un resonante éxito resultó el Homenaje a Max Berru realizado el sábado pasado en casa de Osiel Núñez.

Más de 250 personas asistieron a este grande y emotivo evento.

Felicitaciones, en primer lugar, a Max, la gran voz melódica de Inti Illimani durante treinta años y su figura más simbólica y carismática, por presentar un espectáculo muy profesional y empapado en la calidez y el afecto de siempre. El amor del público por Max fue sin duda lo más destacable de esta jornada.

En segundo lugar, a Osiel, nuestro gran líder estudiantil de la UTE en los años 70, por su notoria hospitalidad. Nadie olvida su heroico comportamiento en los momentos más difíciles en la historia de la universidad ni el altísimo costo personal que debió pagar por su consecuencia.



Nos alegramos, además, de saber que Gonzalo, su hijo, acaba de aprobar los últimos ramos de sus estudios de Odontología y entra en tierra derecha con su titulación. ¡Felicitaciones a ambos!

Luego, al comité organizador del evento. Las comisiones designadas por este comité hicieron la tarea con gran dedicación y efectividad. Un escenario, iluminación y amplificación muy profesionales, amén de un gran éxito en la venta de churrascos (¡excelentes!) y bebidas de todo tipo marcaron, entre otras actividades, el trasfondo necesario de este gran éxito. Felicitaciones a Cristina, Fedora y Amelia, a Marcela y Jani, a Alfredo y Emilio, a Alexis y Giorgio, a Carlos y Alvar, a Tania y Chalía, a María Angélica (de la U. de Chile) y Pelito, a Rodrigo y Mario, a Carmen y Juan, en fin a todos cuyos nombres ahora se me escapan y a quienes pido excusas.

También a Iris y María Victoria por su desplante y sobriedad en la presentación del espectáculo.



Felicitaciones a todos los artistas participantes por la calidad de sus interpretaciones. En una noche en que primaron la afectividad y la solidaridad, quisiera destacar la impactante calidad musical de Los Curacas, a quienes no veía desde 1973.



Me alegré mucho de ver entre el publico a Alejandro Yáñez, nuestro gran
líder de los años 60, ya repuesto de una reciente crisis de salud. Esperamos contar
siempre con su presencia. También me alegró la presencia de Ernesto Pérez de Arce,
miembro de Inti-Illimani desde 1968 y quien se mantiene activo como jazzista.

¡Fue una gran velada UTE!

Abrax
Lucho