sábado, 10 de abril de 2010

Chile, un país de terremotos y la construcción.



El 46% de la energía sísmica del planeta es liberada por Chile. El terremoto de Valdivia, en 1960 (9.6 de la escala Richter), ha sido el mayor del mundo. (1)

Investigadores de la Universidad de Chile (2) y de Concepción en los años 2008 y 2009 informaron que debía producirse un terremoto en nuestra zona, sin una fecha precisa.

Debe crearse urgentemente una Institución Nacional de Reconstrucción, descentralizada, con sede en Concepción o Talcahuano. (3) Que incluya científicos especialistas.

Pero no basta reconstruir lo caído. Se trata también de aprovechar esta situación para mejorar lo existente en las ciudades, áreas verdes, caminos, puentes, agua potable, electricidad, comunicaciones, mayores recursos para Bomberos, Carabineros y Policía de Investigaciones, en ocasiones con nuevos planes urbanos, etc. Que permita mejorar la calidad de vida de sus habitantes. En todo lo anterior es muy importante la opinión y participación ciudadana.

Durante mucho tiempo, el Ministerio de la Vivienda y el de Obras Públicas proyectaron con sus especialistas las obras y se licitaba la construcción. Los Inspectores de Obra revisaban todo su desarrollo. Por ejemplo, revisaban que cada fierro correspondiera al existente en el plano, antes de que sobre ellos se vertiera el hormigón.

Después del terremoto de Talca del año 1928 nace en Chile la Ingeniería Sismo-Resistente y se dicta la Ordenanza General de la Construcción. (4). Tenemos experiencia en construcciones antisísmicas. Las Municipalidades por medio de ingenieros, independientes del negocio inmobiliario, revisaban los proyectos de cálculo y obligaban a cumplir las normas antisísmicas para ser aprobados. A partir del año 1980, durante la dictadura, se estableció que la responsabilidad de hacer cumplir las normas era de los ingenieros calculistas contratados por las empresas inmobiliarias.

Solamente en el año 2005 esto se cambió, sin efecto retroactivo y en forma insuficiente: la revisión de los planos debía ser por un ingeniero independiente seleccionado de un registro público.

Deberían revisarse los cálculos de las construcciones de esos 25 años. A lo menos las de uso público como colegios, hospitales y las vulnerables como las viviendas económicas...

Hay que retomar que las municipalidades se obliguen a examinar los proyectos de cálculo, revisar e inspeccionar los edificios antes de ser entregados. En Chile existirán nuevos terremotos. Las normativas estructurales y sísmicas deben ser más exigentes.

Los suelos inestables amplifican las ondas sísmicas. Las municipalidades deben tener mapas de microzonificación sísmica y de las características principales de los suelos para construir en forma segura.

Debe existir un Registro Nacional de Viviendas que incorpore el historial de daños y los cambios en sus estructuras. (5)

Estamos de acuerdo con aquellos arquitectos que estimaban que no debía construirse en altura más de 8 pisos, en Concepción.

Ana Dall`Orso Sobrino y Edgardo Condeza Vaccaro

edgardocondeza@vtr.net

1.—Alejandro Maturana académico

2.—Cita de artículo de: Daniel Brzovic, Rodrigo Cornejo, Juan González, Rodrigo Sánchez, Mario Sobrazo. Le Monde Diplimatique Abril 2010.

3.—Senadores Escalona, Walker y Lagos Weber han presentado un proyecto de ley sobre esta materia.

4.—Elías Arce Ingeniero

5.—Los Concejales Francisco Olea e Ismael Calderón propusieron esta medida.

6.-- Otras fuentes de información: Ricardo Utz arquitecto, Rodolfo Saragoni académico y Rafael Riddel académico.

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