jueves, 16 de septiembre de 2010

RECTOR DE LA USACH, JUAN MANUEL ZOLEZZI, SOLIDARIZA CON ESTUDIANTES Y CON LOS JÓVENES MÁS VULNERABLES DE CHILE


Declaración Pública
Acerca de la defensa de la Universidad Pública


Ante el creciente malestar de nuestros estudiantes, manifestado en variadas movilizaciones y encuentros de reflexión en torno a la defensa de la Universidad Pública, deseo expresar mi completa solidaridad con el movimiento estudiantil, ya que, en lo sustancial, coincidimos en la necesidad de mejorar la calidad de la Educación Superior chilena, en cuanto defender el rol que han venido desarrollando históricamente las Universidades estatales y públicas como la nuestra.

Es imperativo que continuemos unidos en torno a un proyecto común que permita a esta Casa de Estudios consolidarse como una Universidad democrática, pluralista, estatal, de excelencia académica, comprometida con la sociedad y, muy especialmente, con los jóvenes más vulnerables del país.

Somos la segunda institución de educación superior más antigua de Chile. Tenemos una historia de 161 años de compromiso con el país, y estamos dispuestos a seguir consolidándonos en el camino que nos hemos trazado en pro de formar a nuevas generaciones de profesionales con una base valórica y ética sólidas.

Para ello requerimos que el Estado, nuestro dueño, nos otorgue las herramientas necesarias para cumplir a cabalidad la misión que se nos impuso desde la fundación de la USACH. El Estado debe asumir su rol, y sustentar nuestro quehacer con recursos que nos hagan más eficientes, ya que el aporte del sistema hoy es absolutamente insuficiente y las familias están llegando al límite en su capacidad de pago de aranceles.

De hecho, según cifras recientemente entregadas por la OCDE, Chile es el país perteneciente a esta organización, con mayor gasto privado en educación superior, con una cifra que llega al 85,6%, mientras en la cara totalmente opuesta de nuestra realidad, se encuentran países como Dinamarca, Noruega, Islandia, Finlandia y Bélgica, donde más del 90% del gasto en educación superior proviene de fuentes públicas.

En el actual modelo de mercado de la educación superior chilena, las Universidades del Estado están obligadas a competir con instituciones privadas, en la más absoluta desigualdad de condiciones y, lo que es peor, en la más absoluta indefensión.

Por ello, solicitamos que el Estado incremente el aporte al presupuesto de sus universidades, como el necesario aporte al bien común, que realizan los países en desarrollo o en vías de él. Como compensación de las inequidades del modelo competitivo de la educación superior y muy en especial, incrementar las ayudas estudiantiles para aranceles, mantención (transporte y alimento) y nivelación educacional.

Pero esto no es todo. Han pasado ya 6 meses del fatídico 27-F y el Estado aún no se hace responsable de los gastos ocasionados por daños que el terremoto y tsunami provocaron en 9 de los 16 planteles estatales que se encuentran entre Valparaíso y La Araucanía, el tramo territorial más afectado por el desastre.

Hemos planteado a las autoridades una reconstrucción compartida, porque a pesar de los seguros que en general no cubren todos los costos, estas universidades han tenido que aumentar el endeudamiento de corto plazo, para reconstruir todo lo que perdieron en el terremoto. Se hace evidente y urgente que en esta labor recibamos el apoyo del Estado, ya que se trata de patrimonio del estado, es decir, de todos los chilenos. Hoy se están redestinando recursos para nuevas aulas y laboratorios, lo que augura prontas restricciones en otros ámbitos vitales y prioritarios.

Estas demandas han sido planteadas por nuestra Universidad, a la cabeza del Consorcio de Universidades Estatales, desde hace ya largo tiempo y hoy sentimos que los propios estudiantes hacen suya esta preocupación ante el inminente recorte presupuestario para nuestro sector en el año 2011.

Esta situación provocará no sólo el arrastre de las deudas que el terremoto dejó en los planteles universitarios durante este año; además, se verán mermados ítemes tan relevantes como la investigación científica, el desarrollo institucional y se incrementarán los costos para los propios estudiantes y sus familias, quienes anhelan alcanzar la meta de finalizar los estudios superiores.

Estamos conscientes que los actos de vandalismo no pueden ser usados como arma en esta discusión y condenamos cualquier hecho de violencia que se haya producido o se produzca, en el convencimiento absoluto que el diálogo es la manera en que se hace Universidad. Sin embargo, somos consecuentes al reconocer que las demandas estudiantiles son también nuestras demandas y seguiremos tratando de ser escuchados y demandando soluciones, hasta que el Estado se haga cargo de su responsabilidad para con sus universidades.

En el contexto del Bicentenario de la República reiteramos que nuestra Universidad, al igual que siempre, se encuentra comprometida con la defensa de la Educación Pública y con todos aquellos valores y acciones relacionados con el diálogo, la calidad, la excelencia, la paz y el bien común de la nación.

Rector Universidad de Santiago de Chile

Dr. Juan Manuel Zolezzi Cid

Santiago, 9 de septiembre de 2010.

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