UN PENSAMIENTO DE IRIS ACEITON SOBRE LA CENA FRATERNA
EL LADO LINDO DEL CORAZÓN
Tal
vez fue la ausencia… Esos casi treinta días que me permitieron mirar desde muy
lejos a los seres que más quiero; a la
tierra que me vio nacer. Este desmembrado,
pequeño y frágil país nuestro, por el que tanto hemos llorado… Por el que tantos de los nuestros murieron y, con
los sueños enredados entre los dedos, nos siguen escoltando en ésta nuestra, ya definitiva travesía hacia la
recta final…
Tal
vez fue la breve ausencia…, pero, todo lo vi y sentí distinto en nuestro familiar Casino de la
Escuela de Arte. Los rostros de mis hermanas y hermanos: jóvenes como antaño,
ojos luminosos y pródigos de esperanzas. Sonrisas colmadas, confiadas y
bulliciosas. Largos abrazos, intensos, exultantes de amistad y contenedores
de la sabiduría que sólo nos regalan los
años. Besos cálidos, derrochando
hermandad y añoranzas, conmovedores y
nostálgicos.
Emilio
Daroch nos rinde cuenta de su presidencia. ¿Habrá gobierno alguno en el
mundo, más exitoso que el nuestro? Emilio. Pero… Si permanecemos unidos después de casi cuarenta y
un años… No nos derrotó ni el odio, ni
la muerte. Tampoco el tiempo, que con sus tentáculos de polvo y escarcha, lo destruyen
y sepultan todo. Lo tergiversan todo hasta desintegrar cualquier vestigio del
ayer, junto al sepulcro del olvido…
“Es
tan largo el amor y tan corto el olvido”.
Contrarío a don Pablo. La danza y la belleza de sus versos esta vez no
me calzan. Nuestros sueños bordados de amor e incondicionalidad son más largos
y potentes que el mezquino olvido.
Concurrimos
a la primera cena del año 2014 de la Corporación de la UTE, usando, sintiendo y mostrando el lado lindo del corazón…
UTE,
Casino EAO. Otoño del 2014.
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