martes, 15 de abril de 2014

UN PENSAMIENTO DE IRIS ACEITON SOBRE LA CENA FRATERNA

EL LADO LINDO DEL CORAZÓN
Tal vez fue la ausencia… Esos casi treinta días que me permitieron mirar desde muy lejos a los seres que más quiero; a  la tierra que me vio nacer. Este desmembrado,  pequeño y frágil país nuestro, por el que tanto hemos llorado…  Por el que tantos de los nuestros murieron  y,  con los sueños enredados entre los dedos, nos siguen escoltando en ésta  nuestra, ya definitiva travesía hacia la recta final…

Tal vez fue la breve ausencia…, pero, todo lo vi y sentí  distinto en nuestro familiar Casino de la Escuela de Arte. Los rostros de mis hermanas y hermanos: jóvenes como antaño, ojos luminosos  y pródigos de  esperanzas. Sonrisas colmadas, confiadas y bulliciosas. Largos abrazos,  intensos, exultantes de amistad y contenedores de la sabiduría que sólo nos regalan  los años.  Besos cálidos, derrochando hermandad y añoranzas, conmovedores  y nostálgicos.
Emilio Daroch nos rinde cuenta de su presidencia. ¿Habrá gobierno alguno en el mundo,  más exitoso que el nuestro?  Emilio. Pero… Si  permanecemos unidos después de casi cuarenta y un años…  No nos derrotó ni el odio, ni la muerte. Tampoco el tiempo, que con sus tentáculos de polvo y escarcha, lo destruyen y sepultan todo. Lo tergiversan todo hasta desintegrar cualquier vestigio del ayer,  junto al sepulcro del olvido…
“Es tan largo el amor y tan corto el olvido”.  Contrarío a don Pablo. La danza y la belleza de sus versos esta vez no me calzan. Nuestros sueños bordados de amor e incondicionalidad son más largos y potentes que el mezquino olvido.
Concurrimos a la  primera cena del año 2014 de  la Corporación  de la UTE, usando, sintiendo  y mostrando el lado lindo del corazón…

UTE, Casino EAO. Otoño del 2014.


No hay comentarios:

Publicar un comentario