¡CREAR ES
RESISTIR!
Al sur de Santiago, en la
populosa comuna de San Joaquín, la cuna donde naciera el “rey Arturo”, en donde decenas de niños tan pobres como lo fue
él, sueñan con alcanzar la
fama algún
día… emulando a su ídolo. Jugando futbol
con los minados zapatos del colegio, en las calles polvorientas de la población,
con una pelota desinflada y empapada de barro. Allí, en la calle Canadá N°5359,
se encuentra ubicado el ex campo de
prisioneros políticos 3 y 4 Álamos. Un piño de ocho palomas prestas para alzar el
vuelo hacia la anhelada libertad, es el sencillo monolito esculpido en cemento que
señaliza lo que ayer fue un espacio de sometimiento, oprobio y degradación del ser humano. En la extensa muralla que rodeó como una fortaleza el que fuera uno de los más grandes centros de
presos políticos de la Dina, entre los años 1974 y 1976 de la dictadura chilena
y que hoy, después de más de tres décadas de “democracia”, en el mismo recinto
y, que cómo una cruel ironía, mantiene encarcelados a más de doscientos niños
del tristemente célebre Sename. Niños vulnerables y vulnerados en sus derechos
de niños, confinados por haber “infringido la ley”.
El extenso e infranqueable murallón se extiende
entre las calles Canadá y Llico. Son 185 metros los intervenidos con sus acuarelas y pinceles por el talentoso artista Ian Pierce o “Ekeko”
como lo llaman sus amigos. La historia
del Chile reciente contada por sus
víctimas, entretejida por las indóciles manos de
las cautivas que se asoman a través de
los barrotes de la prisión. Son las
femeninas manos dolientes por la
tortura las que con agujas e hilos
interminables dan forma, figura y color
a la fidedigna narración pictórica: El Presidente Salvador Allende y los
mil días de la Unidad Popular --- La nacionalización del cobre --- La reforma
agraria --- La felonía civil y
uniformada concreta el golpe de estado --- La moneda ardiente --- Los lentes de
grueso marco negro de Salvador Allende, aplastados por la “bota fascista” --- Víctor Jara y su
guitarra que clama justicia … Helicópteros militares circunvalando el océano ---
Mandíbulas crispadas --- Cuerpos desgarrados --- Manos agarrotadas –Vehículos
militares acarreadores de la muerte --- Los hierros del cautiverio 3 y 4 Álamos
--- El “chucho”, cloaca perfeccionada del suplicio --- Sola Sierra y las mujeres danzadoras de la “cueca sola” --- Los rostros de los
desaparecidos --- Las pancartas perpetuas de los ¿Dónde están? --- Ni
olvido ni perdón…
¡A construir los sueños! Los niños recluidos en la actual cárcel, sin
poder pisar la vereda de la calle, a través de plantillas dibujaron y
colorearon sus sueños: pájaros planeando la libertad, flores multicolores,
casas en los árboles, soles amarillos y planetas celestes teñidos de ilusiones
y de la añorada libertad.
¡Crear es resistir! Tituló su
didáctica obra “Ekeko”. Como en el
“Guernica” del inmortal Picasso que nos recordó no hace mucho, los ochenta años del desquiciado bombardeo a
la indefensa ciudad española durante la
guerra civil española. “Ekeko”, en una
sala de exposiciones de la calle, en el pizarrón de los pobres, con entrada
liberada, asequible a quien quiera apreciarla; plasmó con sus brochas y pinturas la historia
de un Chile que no olvida sus desgarros, pero que sigue afirmando que el nuevo amanecer siempre estará anunciando los albores de nacientes y renovadas esperanzas…
El ex centro de prisioneros 3 y 4
Álamos, gracias a un puñado de mujeres y
hombres sobrevivientes y obstinados; que
siguen creando, que siguen resistiendo, construyendo la memoria de un
pasado aciago, cimentado las bases del “nunca más”, para finalmente convertirlo en un imperecedero Parque de la Paz.
IRIS ACEITON VENEGAS
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