jueves, 11 de mayo de 2017



¡CREAR  ES  RESISTIR!
Al sur de Santiago, en la populosa comuna de San Joaquín, la cuna donde naciera el “rey Arturo”, en  donde decenas de niños tan pobres como lo fue él,  sueñan con alcanzar la
fama algún día… emulando a su ídolo.  Jugando futbol con los minados zapatos del colegio, en las calles polvorientas de la población, con una pelota desinflada y empapada de barro. Allí, en la calle Canadá N°5359,  se encuentra ubicado el ex campo de prisioneros políticos 3 y 4 Álamos. Un  piño de ocho palomas prestas para alzar el vuelo hacia la anhelada libertad, es el sencillo monolito esculpido en cemento que señaliza lo que ayer fue un espacio de sometimiento,  oprobio y degradación  del ser humano. En la  extensa muralla  que rodeó como una fortaleza el  que fuera uno de los más grandes centros de presos políticos de la Dina, entre los años 1974 y 1976 de la dictadura chilena  y que hoy, después de más de tres  décadas de “democracia”, en el mismo recinto y, que cómo una cruel ironía, mantiene encarcelados a más de doscientos niños del tristemente célebre Sename. Niños vulnerables y vulnerados en sus derechos de niños, confinados por haber “infringido la ley”.
El  extenso e infranqueable murallón se extiende entre las calles Canadá y Llico. Son 185 metros los  intervenidos  con sus acuarelas y pinceles  por el talentoso artista Ian Pierce o “Ekeko”  como lo llaman sus amigos. La historia del  Chile reciente contada por sus víctimas, entretejida  por las indóciles   manos  de las cautivas que se asoman  a través de los barrotes de la prisión. Son  las femeninas  manos dolientes por la tortura  las que con agujas e hilos interminables dan  forma, figura y color a la fidedigna narración pictórica: ­­­­­ El Presidente Salvador Allende y los mil días de la Unidad Popular --- La nacionalización del cobre --- La reforma agraria ---  La felonía civil y uniformada concreta el golpe de estado --- La moneda ardiente --- Los lentes de grueso marco negro de Salvador Allende, aplastados  por la “bota fascista” --- Víctor Jara y su guitarra que clama justicia … Helicópteros militares circunvalando el océano --- Mandíbulas crispadas --- Cuerpos desgarrados --- Manos agarrotadas –Vehículos militares acarreadores de la muerte --- Los hierros del cautiverio 3 y 4 Álamos --- El “chucho”, cloaca perfeccionada del suplicio ---  Sola Sierra y las mujeres danzadoras  de la “cueca sola” --- Los rostros de los desaparecidos --- Las pancartas perpetuas de los ¿Dónde están?  ---  Ni olvido ni perdón…
¡A construir los sueños!  Los niños recluidos en la actual cárcel, sin poder pisar la vereda de la calle, a través de plantillas dibujaron y colorearon sus sueños: pájaros planeando la libertad, flores multicolores, casas en los árboles, soles amarillos y planetas celestes teñidos de ilusiones y de la añorada libertad.
¡Crear es resistir! Tituló su didáctica  obra “Ekeko”. Como en el “Guernica” del inmortal Picasso que nos recordó no hace mucho,  los ochenta años del desquiciado bombardeo a la indefensa  ciudad española durante la guerra civil española.  “Ekeko”, en una sala de exposiciones de la calle, en el pizarrón de los pobres, con entrada liberada, asequible a quien quiera apreciarla;  plasmó con sus brochas y pinturas la historia de un Chile que no olvida sus desgarros, pero que sigue afirmando  que el nuevo amanecer  siempre estará anunciando los albores  de nacientes y  renovadas esperanzas…   
El ex centro de prisioneros 3 y 4 Álamos,  gracias a un puñado de mujeres y hombres sobrevivientes y  obstinados;  que  siguen creando, que siguen resistiendo, construyendo la memoria de un pasado aciago, cimentado las bases del “nunca más”,  para finalmente  convertirlo  en un imperecedero  Parque de la Paz.
IRIS ACEITON VENEGAS

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