miércoles, 19 de julio de 2017



Convocatoria Marcha 28 de julio
“La impunidad respecto de los crímenes del pasado, garantiza las injusticias de hoy”
Las violaciones a los Derechos Humanos cometidas por la Dictadura cívico-militar no son un problema del pasado. Para poder instalar el modelo de explotación capitalista en nuestro país, se tuvo que asesinar y hacer desaparecer a más de tres mil chilenos y chilenas, al mismo tiempo que encarcelar, torturar y exiliar a cientos de miles más. Los pilares fundamentales que hoy sostienen este sistema injusto, como las AFPs, leyes laborales, falta de educación y salud gratuitas y de calidad, Constitución del 80, privatizaciones de empresas estatales, tribunal constitucional, explotación y depredación de los recursos naturales, entre otras, sólo fueron posibles gracias a la instauración de la violencia y el terror militar.
En la actualidad, este modelo empresarial sigue intacto, administrado por los gobiernos civiles de turno. Pero también persisten, anquilosados en las instituciones de Estado, viejas prácticas represivas de la dictadura, como la desaparición forzada a manos de Carabineros del joven Mapuche de 16 años José Huenante y José Vergara, de Alto Hospicio. En Carabineros también recae la represión y la tortura a los movimientos sociales y al Pueblo Mapuche, especialmente a estudiantes y menores de edad. Decenas de asesinados dan cuenta de ello, entre los recordamos al estudiante Daniel Menco y los trabajadores Rodrigo Cisterna y Nelson Quichillao. Las mismas prácticas que perduran en la institución mandatada para proteger los derechos de los niños y las niñas de los sectores más desfavorecidos de nuestra sociedad. Hoy es posible decir con indignación que los niños y las niñas del Sename no supieron de la transición a la democracia, que los abusos, maltrato, tortura y muerte a los que fueron y son sometidos muestran la verdadera cara del modelo heredado.
El gran problema de los Derechos Humanos de ayer y hoy es la impunidad de sus crímenes. Los asesinos y torturadores de la Dictadura que permanecen en la cárcel boutique de Punta Peuco equivalen aproximadamente al 10 % del total de procesados, los demás disfrutan de absoluta libertad, al mismo tiempo que todas las prebendas, privilegios y regalías que tienen los miembros de las Fuerzas Armadas, tales como pensiones millonarias, atención de salud y otros derechos negados a la mayoría de los chilenos y chilenas. En este escenario de falta de justica resuenan las palabras del Comandante en Jefe del Ejército, general Humberto Oviedo, cuyos dichos nos muestran claramente que el ejército que dio el golpe de estado, que practicó el terrorismo de estado sigue estando presente con la misma doctrina del pasado.
Otro rasgo de la impunidad de ayer que se manifiesta en el presente, lo constituyen los distintos robos cometidos por los militares y Carabineros, quienes se acostumbraron a cometer crímenes sin ninguna consecuencia, desfalcando al Estado con dineros de todos y todas nosotras.
Las injusticias de ayer permiten la impunidad del presente, y la única forma de oponerse a ella es movilizándonos con fuerza para exigir el respeto absoluto a los Derechos Humanos. Pero esta tarea no es sólo una reivindicación de familiares y víctimas, sino de todo el mundo social y popular, pues entendemos que el respeto a la vida y los derechos de las personas es la base fundamental para una sociedad democrática y libre.
Como Coordinación de Organizaciones de Derechos Humanos y Sociales, queremos manifestar nuestro rechazo a la impunidad con una marcha el viernes 28 de julio a las 18:30, desde Plaza Italia. Llamamos a adherir a esta convocatoria que es amplia y cada organización puede convocar y marchar con sus demandas y consignas, pues todas responden a la lucha por un Chile justo y democrático.

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