EL SANTUARIO DEL REENCUENTRO
Son las nueve de la mañana y empieza a llover, primero tímida, después torrencialmente. Para nuestra desgracia los pronósticos de los metereólogos esta vez le achuntaron. Arribamos a la Selva después de las 10, todo está triste como yo me lo imaginaba. Todo está mojado, el Galopo, caballo mascota de Osiel, se arrancó.
Las sillas apiladas se ven mustias, los mesones esperan acongojados, llenos de incertidumbre. Saltando charcos, bajamos los bártulos. Giorgio le grita a nuestra nieta Antonella que no se meta al barro, la que por su supuesto le hace poquísimo caso. Me alegra comprobar que ya han llegado algunos convocados:
Cristina llena de ánimo, Guillermo, nuestro guía que nos llevó al Cinzano de Valparaíso, la Ana María la cálida actriz del teatro El Riel, Emilio. Llueve sin contemplación, el frío arrecia, los más de la casa nos concentramos en la cocina. Con Emilio nos dedicamos a preparar café.
Lentamente, así como antes, así como siempre, empiezan a llegar los rostros queridos. Juan con su atuendo de huaso, que más que huaso parece expedicionario de la Legión Extranjera, metiendo bulla junto a su amada y taciturna Carmen. Ahí viene Alex cargado como un ekeko junto a su fiel Amelia, que en dos segundos ya está preparada para empezar a trabajar en lo que se le solicite.
La Chalía, igualmente energética. Osiel con su sombrero a lo “On Panta”, sonríe nervioso, tenemos su casa totalmente invadida. Es un desfile de hombres y mujeres totalmente dispuestos a vivir otra jornada más de la más pura hermandad. Los cuerpos abrazados impiden el paso, en la puerta de la cocina, en el living, en el pasillo, debajo de la lluvia.
La lluvia amaina sin prisa, a medida que llegan los comensales, van desarrollando diversas tareas, Pedro León y su buenamoza compañera, Soledad, nos ayudan con los caballetes y sillas a armar los mesones debajo de los señoriales y añosos árboles, que aunque protectores, jamás impedirán que nos mojemos como diucas si llueve nuevamente.
Lucho Cifuentes se sabe regalón y me dice que está hambriento, en un largo mesón, como el más bello de los adornos luce un enorme sartén colmados de huevos con sus yemas amarillas oro, le preparo un canapé de huevos revueltos. Junto a Fedora que dispara energía por doquier, con Paula y Aurora engalanamos los árboles con letreros y los ya tradicionales graffitis.
QUEDA ESTRICTAMENTE PROHIBIDO DEJAR DE SOÑAR, reza uno de ellos. Mientras el letrero es colgado, pienso que es la orden más hermosa que hemos recibido y que la hemos cumplido al pie de la letra Nadie jamás nos podrá prohibir soñar. Soñaremos siempre, siempre pensaremos que es posible construir un mundo más justo y mejor y cada uno de nosotros sin importar en la trinchera que nos encontremos seremos capaces de contribuir a ello.
La parcela se engalana, los contertulios no cesan de desembarcar a este puerto de la amistad y del amor. Somos muchos, tantos, fundidos a veces en un abrazo fraterno, llenos de recuerdos y anécdotas. A pesar de la lluvia, del frío, nadie se quiere perder este maravilloso espectáculo que nos regala Osiel, que nos ofrece la vida, después de haber perdido tanto y a tantos.
Somos muchos aún, invencibles. Me introduzco en ese compacto ramillete de mujeres del Instituto Tecnológico, está la Leo y la siento cálida e irreverente igual que ayer, la hermosa Analú, la Sonia Pérez con sus ojos tristes, la Rosita con su voz de niña que jamás envejece; las veo tan amigas, tan fraternas que me emociono y pienso que los 36 años que han pasado, no son nada.
Juan Manuel, flemático y cariñoso me presenta sus hermanas. María Victoria con su aire de diva distraída más acentuado que nunca. Rodrigo con su gorro de cosaco perpetúa con su infaltable máquina fotográfica los bellos momentos. Diviso a la Bélgica, le cobro sentimientos, está junto a su siempre indiferente Pablo. Miguel Concha y su prodigiosa memoria, nuestro Canciller de la FEUT, se recuerda de detalles de nuestras vidas que nosotros teníamos olvidados, me arranco de él, alarmada.
Con mis amigas de siempre, la Pelito y la Cristi, renovamos nuestros lazos de hermandad, al gran Alejandro Yánez, nuestro dirigente legendario, le entregamos nuestro cariño y admiración.
En la cocina Amelia y sus manos prodigiosas, junto a Iván y Marcela, acarician el amasijo que dará paso al pan que será cocido en el horno de barro, manjar que caliente y perfumado deleitará nuestros expectantes paladares.
Las brazas en el fogón arden y el exquisito olor a humo y a carne asada perfuma toda la selva y entibia nuestros corazones, nadie se queja del frío. Nuestro robusto Fernando, como un experto, limpia, selecciona y corta la jugosa carne de vacuno, cerdo y longanizas. Una larga fila de nerviosos comensales con plato en mano esperan su turno para recibir un buen y jugoso trozo de asado.
Todo es alegría. Todo es mágico. Pienso que sentarme y comer sería perder el tiempo. Recorro las mesas, hay grupos de extranjeros: japoneses. Italianos, gringos de no sé que país, todos disfrutan. Me detengo en la mesa de los Químicos, siempre aglutinados y cómplices: Luchito, Brígida y su compañero, María y Sergio, Natacha, Jeannette, me hablan de un loco y prometedor proyecto cultural, donde generosamente me invitan a participar.
Nos alertan que un trío de huasos montados en sus briosos caballos, completamente aperados hacen su entrada triunfal por la parte trasera de la parcela, el espectáculo se llama “tiradura de riendas”, lo siguen una hermosa carreta llena de chinas y huasos cantando al compás de las guitarras.
Los pies de cuecas se suceden, la algarabía es total. El cielo se llena de arreboles, es el marco perfecto para una tarde perfecta. La fiesta sigue en el escenario, los cantores no paran y parte el 18 chico, bailado hasta que las velas no ardan.
La tarde sigue avanzando, observo los grupos humanos en todos los sectores del inmenso patio. La Teresa Rodríguez, cubana, doctora en acupuntura, de la cual muchos que estamos aquí, somos sus pacientes, tampoco ha querido perderse esta fiesta, junto a su amiga Gabriela. Me abrazo con mi querido amigo Alfonso Hinojosa, cuyos bigotes y pelos casi albos me recuerdan a un poeta del romanticismo. Mi nieta Antonella, junto a la Catita y otros niños juegan felices. Por un momento pienso que es imposible creer que este puñado de seres humanos fuimos actores principales de la tragedia más grande que vivido nuestro querido país, y aquí estamos enteros, capaces de dar y recibir amor, igual que antes y quizás mejor que antes.
En un recodo del patio, una pantalla gigante agolpa a los fanáticos que no quieren perderse jugada del partido Chile-Colombia. A los que no nos interesa el fútbol, nos resulta imposible no enterarnos que Chile ganó 4 a 2. Los gritos de júbilo y los CEACHEÍ, retumban hasta el cielo.
La noche se empieza a apoderar de la Selva, la magia de estas maravillosas horas están por acabar. Muchos no quisiéramos movernos. Fuimos los mismos jóvenes de ayer, con apenas 36 años más. Con más kilos, arrugas, menos pelo. Llenos de amor, de reminiscencias. Con las ausencias de tantos. Con la certeza que nuestros hermanos que mataron, nunca morirán.
Me siento agradecida de la vida de formar parte de este grupo humano maravilloso. Me retiro con mi familia de “La Selva”, el hogar de Osiel. El mago Osiel, que con sus poderes mágicos de amor y consecuencia, hacen posible esta fiesta de la hermandad y que ha convertido su hogar cada año en un “Santuario del Reencuentro”.
Iris Aceitón
10 Octubre 2009
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Mi querida Iris lo hiciste de nuevo, simplemente un relato maravilloso, y tomo como mías tus palabras:
"Me siento agradecida de la vida de formar parte de este grupo humano maravilloso".
Y lo que nunca me cansaré de agradecerles, el permitirme ser parte de ustedes.
Un gran abrazo para todos y cada uno.
Aurora
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¡ Por Osiel y hasta el fondo !
¡ Y que viva este 18 Chico que ya es Grande !
Un abrazo,
Alejandro
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Con grande alegria ví las fotos del encuentro en casa de Osiel, me invadió la nostalgia de recuerdos dulces y amargos, que están siempre latentes y que llevarè conmigo.
Sobreviví a la Escuela de Ingeneria . Soy la chica Nela, la peca......vivo en Italia ,Milan. .Tantos rostros han cambiado con el tiempo, como he cambiado yo. Les mando una foto pa'que no me olviden.
Me gustaria saber si el Piriguin tiene una direccion e.mail.....me la pueden conseguir por favor? Saludenme a Emilio Daroch, Osiel ,a todos mis compañeros .
Dejo a Vostra disposicion mi direccion asi nos podemos contactar.....no saben cuanto me faltan......Un abrazo estrecho a todos
Marianela
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Querido Osiel
Quise brindar por ti el Sábado 10, pero lo delegué, confiado en que otros lo hicieran
por tanto lo hago ahora por carta certificada a todos los amigos que te aprecian:
Preparen sus corazones y copas para brindar por Osiel
Por su hospitalidad, su afecto y cariño
por su perseverancia en recibirnos por más de una década
A celebrar los 18 chico en su hogar en la Selva de San Bernardo
Por los múltiples y profundos significados que tiene esta celebración.
Por hacernos disfrutar de su compañía, de la familia extendida y los amigos comunes
de la ute -usach , de otras universidades y latitudes que luchan por un mundo mejor
Alzo la copa del vino de la mejor cepa y del mosto mas bueno como es Osiel
Brindo por su integridad, su transparencia, su sencillez, su humildad
y su constancia por reconstruir la memoria histórica
la defensa y difusión de los derechos humanos
por promover la cultura de la solidaridad,
un sociedad más justa, más democrática
un mundo sin guerra, donde reina la paz,
la libertad, la justicia, la igualdad y fraternidad
Salud por Osiel y su eterna vida
invitamos a visitar el nuevo sitio web
en memoria de los héroes de la democracia
y mártires de la dictadura http://uteusach.blogspot.com
en el numero 10 del blog esta la biografía de Víctor Jara
en la cual le brindaremos un gran tributo proximamente
Con especial cariño
Juan Manuel Rivera
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Estimado compañeros:
ResponderEliminarAyer, el Consejo de Monumentos Nacionales decidió, de manera unánime, la declaración de Monumento Nacional del Estadio Víctor Jara.
El Consejo delibero después de una presentación brillante del expediente por parte de Gloria Konig, Secretaria Ejecutiva de la Fundación Víctor Jara.
Estaba presente Joan y Jorge Coulon de la Fundación y como invitados, destacados en la intervención de Gloria, la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos y O. N. como ex Presidente de la Feut y ex prisionero del estadio, junto a centenares de los suyos.
La resolución ahora debe ser tramitada en lo legal ya que la declaración de monumento nacional, es materia de un Decreto Supremo.
Después de conocida la resolución, en la vereda frente al Consejo, se efectuó un mitin con las personas amigas de la Fundación que se habían allí convocado. Habló la Gloria, Jorge y yo.
Frente a este hecho histórico, vaya un saludo muy especial, un abrazo fraterno, a cada uno de los compañeros y compañeras que les tocó sufrir el estadio, por el delito de abrazar la causa del pueblo, por querer y defender el Gobierno Popular y su Universidad. Al Goyo, a nuestro Gregorio, asesinado después de una falsa salida en libertad desde ese recinto, a Víctor hoy transformado en símbolo universal de compromiso libertario y amor.
A los compañeros de la UTE y más allá de la UTE, que en el propio estadio tuvieron que revivir las angustias sufridas a fin ir determinando, la utilización hecha por los militares de cada una de las dependencias del recinto. A los compañeros, que respondieron al llamado de que nos hicieran llegar sus testimonios y que hoy forman parte del expediente presentado por la Fundación.
El Estadio Chile que representó horror, muerte, pisoteo de la dignidad humana, hoy, como Estadio Víctor Jara, deberá, con el aval del Estado, ser preservado para que las futuras generaciones de chilenos sepan lo que allí ocurrió y se formen en la cultura de la vida, del arte, del deporte, la justicia y el respeto de los derechos humanos.
Osiel Nuñez