miércoles, 30 de abril de 2008

LA UTE PARTICIPA EN ESTE 1° DE MAYO DE 2008




LA COMUNIDAD DE LA UTE DICE PRESENTE ESTE PRIMERO DE MAYO

http://www.youtube.com/watch?v=m5rdOfki2wY

Los académicos, funcionarios y alumnos de la Universidad Técnica del Estado, se suman este 1° de Mayo a la jornada de lucha por las reivindicaciones de los trabajadores, por la defensa de las riquezas fundamentales del país, contra la ley electoral binominal y por una auténtica Constitución democrática.

La Comunidad de la UTE Vive y está por un Estado Social Democrático y Solidario.

Adherimos a la marcha desde Estación Central a las 10 horas y al acto central en Los Héroes a las 11 horas.

Estamos por Reformas Laborales y Reformas Políticas AHORA.

La UTE fue una universidad en los hechos al servicio de los trabajadores, como lo demuestra el Convenio entre la Universidad Técnica del Estado y la Central Unica de Trabajadores, hecho por el cual nos sentimos orgullosos y por eso transcribimos parte de este, como homenaje de la UTE a este día 1° de mayo.

Este convenio alguna vez podrá volver a tener vigencia en un gobierno revolucionario



Convenio Central Unica de Trabajadores - Universidad Técnica del Estado

El texto del convenio es el siguiente:

Considerando:
a) Que la Central Unica de Trabajadores es el organismo sindical representativo de la clase asalariada del país.
b) Que la Universidad Técnica del Estado vive un proceso de reforma en que participan sus estudiantes, profesores y funcionarios, tendiente a transformarla en una institución moderna al servicio de las mayorías nacionales para ayudar a la modificación progresista de la sociedad.
c) Que los estudiantes y la universidad han prestado permanentemente su solidaridad a las luchas sindicales y que los trabajadores han rodeado de apoyo y colaboración el proceso reformista de la Universidad.
d) Que es necesario para los trabajadores y uno de sus más caros anhelos el tener el acceso a la educación, a la cultura, a la recreación, y perfeccionar su calificación profesional.
e) Que es imprescindible para los futuros técnicos y profesionales conocer la realidad del medio en que deben actuar a través del contacto directo con sus principales protagonistas que son los trabajadores.
En vista de lo anterior, la Central Unica de Trabajadores y la Universidad Técnica del Estado firman este convenio de colaboración, cuyos objetivos y programas son los siguientes:

1) La Central Unica de Trabajadores, compromete la acción de sus federaciones y sindicatos en apoyo de las aspiraciones y objetivos de la Universidad Técnica del Estado por obtener mayores recursos para el financiamiento de sus actividades.
2) La Universidad Técnica del Estado, promoverá, en acuerdo con la Central Unica, la realización de actos culturales, artísticos y deportivos en los locales sindicales de los trabajadores en todo el país.
3) La Universidad Técnica del Estado organizará actos de divulgación de los problemas nacionales en los locales sindicales.
4) Por, su parte, la Central Unica dará a conocer la realidad del movimiento sindical a los estudiantes, profesores y funcionarios, en todos los locales universitarios del país.
5) La Universidad compromete, en la medida de sus posibilidades, sus locales, instalaciones, profesores y recursos que le sean solicitados por la Central Unica, para las labores de capacitación de la Esencia Sindical de la CUT.
6) La Universidad organizará y realizará, de común acuerdo con la Central Unica, cursos que permitan, en las actuales circunstancias, la adquisición progresiva, por parte de los trabajadores de una profesión, en todos los grados, niveles y ramos que la universidad posea.
7) Para la realización práctica de este convenio, la Universidad y la Central Unica, designarán dentro de los 15 (quince) días siguientes a su firma, tres (3) personas por cada parte que formarán una comisión encargada de su ejecución. Las autoridades máximas de ambas instituciones revisarán, una vez al año, la marcha del convenio y adoptarán las medidas necesarias para perfeccionarlo.

Firmado en Santiago, el 28 de abril del año 1969, por Enrique Kirberg B., rector de la Universidad Técnica del Estado, y Luis Figueroa M., presidente de la Central Unica de Trabajadores.



El rector de la Universidad se refirió a este convenio con las siguientes palabras :
Esta rectoría ha suscrito un convenio cultural, de beneficio mutuo, con la Central Unica de Trabajadores de Chile, que fue aprobado en su último Congreso Nacional. Por primera vez, en forma estatuida y permanente, la Universidad abrirá sus puertas a los trabajadores y a los hijos de éstos para que desde sus talleres y desde sus modestos oficios puedan escalar a todos los niveles académicos.

Este convenio fue ratificado por la Comisión de Reforma y por el Consejo Universitario de la Universidad Técnica y ocupó la atención de los medios de comunicación por un largo período.
Se cumplía de este modo una profunda compenetración de propósitos entre el movimiento obrero y la nueva universidad. Su coincidencia de objetivos tuvo una importancia histórica.
Este hecho, formal en sí, establece, no obstante, una situación enteramente nueva en el plano de las relaciones de los trabajadores y la universidad. Era el fruto de un eficaz proceso de conciencia social en lenta pero firme etapa de maduración. Desde la simple expresión de anhelos abstractos se había llegado a convertir en una formulación precisa de como se conciben las relaciones que deben existir entre la universidad y la sociedad. Y, desde luego, al hablar de sociedad, es necesario reconocer que un sector extraordinariamente representativo de ella, tanto en cantidad como en calidad, lo constituyen los trabajadores chilenos.

En la redacción de este convenio estaban expresados los profundos sentimientos de los trabajadores respecto de la Universidad. Ellos desean tener acceso a todas las formas de la cultura y la universidad es un alta depositaria de este tesoro espiritual. Desean una universidad ligada a ellos, cada vez más estrechamente. Quieren una universidad que puedan sentir como suya, en la que se desarrollen actividades que los incluyan y que tengan el carácter de permanentes, no simplemente ocasionales. El múltiple trabajo universitario debe estar diseñado bajo esta perspectiva. Para ellos como para todos es válida aquella universidad en la cual hay diálogo, foros, charlas, cursos que satisfagan diferentes necesidades y, por sobre todo, un programa universitario que contemple la integración a él de los trabajadores en sus diversos niveles y en forma natural.

Por su parte, este intercambio, esta interrelación puede y debe producirse en ambos sentidos mediante prácticas de estudiantes y visitas de profesores a centros de actividad industrial, minera y agrícola del país, estimulándose el conocimiento objetivo de la viva realidad, conociendo la manera en que laboran y viven todos los sectores de la sociedad y, desde luego, los más postergados. Gran parte de esta iniciativa se cumplió con los trabajos voluntarios de los estudiantes y las asesorías técnicas de los profesores a las industrias nacionalizadas durante el gobierno del presidente Allende.

Sin embargo, la significación y posibilidades del convenio adquirían, en esos momentos, una nueva dimensión y trascendencia si se toma en cuenta el proceso que estaba por desarrollarse en el país y el papel fundamental que le cabría a la clase obrera. La participación de los trabajadores en la economía y en los planos diversos del desarrollo social, se haría real y efectiva. Por lo tanto, ese hecho originaba un serio desafío: los trabajadores debían equiparse para participar en forma eficaz y consciente en estas nuevas responsabilidades. La universidad estaba ayudando a la capacitación y formación de estos nuevos cuadros técnicos y políticos que el desarrollo del país iba a necesitar.

¿Qué hizo posible este convenio? En primer lugar, el alto desarrollo y organización del movimiento sindical en Chile que se entronca en una historia de luchas sostenidas que data desde fines del siglo pasado a través de un período de más de 100 años; durante este tiempo, sus organizaciones se han fortalecido y la conciencia de clase se ha profundizado. En segundo lugar, y como consecuencia de ello, la influencia y la gravitación de los trabajadores y sus organismos sindicales se hacían presentes en los acontecimientos más importantes de la vida nacional.
Fue decisivo, además, el triunfo de las fuerzas reformistas dentro de la Universidad. Entre sus principales postulados estuvo el de vincular estrechamente la universidad con la sociedad y, como requisito indispensable, la democratización de la acción universitaria. Todo ello debía facilitar la comunidad de intereses entre la Central Unica de Trabajadores y la Universidad reformada.

La Oficina del Convenio CUT - UTE



De inmediato, en el mes de mayo de 1969, fue constituida la Oficina del Convenio CUT-UTE a la que se le asignó especial importancia. En primer lugar, ambas instituciones, cumpliendo las disposiciones del convenio, designaron sus representantes para la formación de la comisión del convenio Central Unica de Trabajadores - Universidad Técnica del Estado. Entre otros, la CUT encabezada por su presidente Luis Figueroa, nombró a Hernán del Canto, secretario general de esa Central (que en 1972 fue ministro de Salvador Allende); Bayardo González, vicepresidente de la CUT, y Víctor Díaz, secretario de organización (uno de los "desaparecidos" por la junta militar). La Universidad Técnica, por su parte, nombró a Alberto Texier (presidente de la comisión), del Centro de Adiestramiento Industrial; Pablo Ramírez, de Extensión Universitaria; Salvador Guzmán, del Instituto Pedagógico Técnico (posterior Facultad de Educación), y Patricio Ramírez, de la Federación de Estudiantes de la Universidad Técnica del Estado (FEUT).

La Oficina inició de inmediato la contratación de profesores, especialistas e investigadores que se dieron a la tarea de preparar planes de educación de acuerdo con la comisión del convenio CUT-UTE. Se diseñaron cursos y se procedió a establecer contacto con algunos sindicatos que ayudarían en los planes pilotos.

Tareas preliminares

Mientras se preparaban estos planes y se proyectaban los medios para concretar la participación de los trabajadores en los diversos niveles universitarios - a lo que se daría comienzo al año siguiente (1970)-, y como un modo de adelantar trabajos antes de la realización íntegra de los proyectos, se trabajó en contacto con la Escuela Sindical de la CUT y se diseñaron diferentes cursos y publicaciones relativos a las actividades laborales y sindicales que tocaban directamente el desempeño diario de los trabajadores. Es así como se iniciaron de inmediato cursos sobre prevención de riesgos laborales y seguridad industrial, a cargo del Instituto Nacional de Prevención de Riesgos de la UTE; cursos para la formación de instructores de los comités paritarios de seguridad (en convenio con el Servicio Nacional de Salud) y para la formación de expertos en seguridad industrial, y cursos sobre economía, historia, legislación laboral y manejo sindical. Junto a ello fueron editados numerosos manuales y libros de texto o de guía para estos cursos y otras materias afines.

Estos textos, para señalar algunos ejemplos notables, fueron: Manual de Seguridad Industrial, un texto de Economía Política, Finanzas sindicales, Economía del Trabajo, Historia del movimiento obrero en Chile, Historia de la Central Unica de Trabajadores de Chile, etc.

Al mismo tiempo, la Universidad desarrolla una intensa actividad de contacto y convivencia con los organismos de trabajadores y de campesinos: asesorías en leyes sociales, contratos de trabajo, conflictos colectivos como también invitaciones a sindicatos de provincias, principalmente campesinos, a visitar y recorrer la Universidad. Los conjuntos musicales, corales y teatrales ofrecían frecuentes recitales en los locales sindicales, y se dio comienzo, paralelamente, a la labor de interesar a los componentes de los organismos sindicales en esta clase de actividades, no solamente en calidad de espectadores, sino como intérpretes o fundadores de conjuntos artísticos ellos mismo. Los estudiantes tomaron contacto con los trabajadores en multiplices actividades, principalmente a través del trabajo voluntario. Tanto en las industrias como en el campo desarrollaron cursos, desde la alfabetización - según programas de la Federación de Estudiantes de la Universidad Técnica - hasta especialidades prácticas, en los mismos locales sindicales.
Finalmente, se desarrolló una vasta Escuela de Verano a comienzos de 1969 en la provincia de Santiago. Los locales sindicales fueron la forma más utilizada como sede para estos eventos, combinación que resultaba bastante exitosa.

El programa universitario para trabajadores

El personal de la Oficina del Convenio CUT - UTE realizó amplios y profundos estudios, investigaciones y análisis para determinar cuáles serían los caminos más adecuados para la incorporación de trabajadores a la Universidad ya que la preparación que poseían presentaba niveles muy variados. Los detalles de estos estudios y de las encuestas realizadas no pudieron ser logrados para incluirlos en este trabajo.

Operando a partir de los resultados obtenidos, se atendió a la heterogeneidad del estado educacional y a la calificación de los trabajadores. Después de un proceso de simplificación de los datos, se distinguieron tres grupos:
a) Primer grupo. Aquellos trabajadores que están en posesión de la licencia media, o sea, con la enseñanza media terminada. Estos trabajadores no habían podido continuar con la enseñanza superior, básicamente por razones económicas, como ya se ha analizado anteriormente.
b) Segundo grupo. Trabajadores que, sin estar en posesión de la licencia media, están en condiciones de obtenerla en un plazo breve.
c) Tercer grupo. Trabajadores con escaso nivel educacional, pero con una valiosa experiencia práctica de trabajo y vehementes deseos de estudiar.

Para el primer grupo: carreras universitarias

Los trabajadores que están en posesión de su licencia media podían postular, primero, a través del sistema general de ingreso a la Universidad; si no hubiesen sido seleccionados, a continuación podían postular a través del convenio CUT-UTE en un cupo especial del 15% de las vacantes de todas las carreras ofrecidas, como ya se ha descrito antes.

Para postular a estas vacantes especiales, los requisitos eran:
1) Certificado de concentración de notas de los últimos tres años de la enseñanza media, y su licencia secundaria.
2) Solicitud a la Universidad aprobada por su sindicato.
3) Acreditar un mínimo de dos años de trabajo por medio de un certificado de la caja de previsión correspondiente.
Si el número de postulantes era superior a los cupos fijados, lo que sucedía corrientemente, se procedía a una selección basada en las notas presentadas, al igual que todos los postulantes; pero la competencia se hacía sólo entre los trabajadores que se habían presentado a dicho curso.
En esa época, ya se habían desarrollado los cursos de carreras tecnológicas que más tarde compondrían los institutos tecnológicos. Se ofrecían entre ellas carreras de cinco semestres, muchas en las mismas fábricas, minas, ciudades apartadas, etc., como se describirá más adelante. Estas carreras tenían como función la formación de técnicos universitarios de nivel medio.

La mayor parte de las carreras universitarias eran ofrecidas, tanto en horario diurno (de 8 a 17 horas) y horario vespertino (de 18 a 22 horas), especialmente en la provincia de Santiago donde todas las carreras se ofrecían en ambos horarios, con la excepción de ingeniería civil cuya adaptación a estudios vespertinos se estaba, sin embargo, estudiando. Los institutos tecnológicos presentaban invariablemente horario vespertino.

En algunas industrias y minas surgió la iniciativa de la empresa, de acuerdo con el sindicato respectivo, de enviar a algunos trabajadores a estudiar a los centros universitarios a horario completo. Entre ellos, la industria textil Sumar envió dos obreros como premio a su labor; la Compañía Minera de Cobre de Chuquicamata envió siete mineros a la sede de la Universidad Técnica en Antofagasta, y la Compañía Minera "La Exótica" envió dos mineros a la misma sede. Todos estos trabajadores tenían su enseñanza media completada con excepción de uno de los trabajadores premiados por Sumar quien ingresó a la Escuela de Nivelación.

Para el segundo grupo: Escuela de Nivelación

Era muy corriente encontrar trabajadores con enseñanza media incompleta. Era la mejor demostración del mismo mal de siempre: las dificultades económicas que, entre otras razones circunstanciales, eran el principal instrumento de eliminación con que contaba la pirámide educacional. En las encuestas efectuadas, se encontró un porcentaje apreciable de trabajadores a quienes sólo les faltaba uno, dos o tres años para haber terminado la enseñanza media; muchos eran los que habían abandonado sus estudios a mitad de camino (o a punto de graduarse) tanto en el Liceo como la enseñanza industrial y la enseñanza comercial. Estos trabajadores tenían ya algunos años de trabajo y de experiencia de la vida; por lo tanto, la complementación de sus estudios se facilitaba grandemente.

Para atenderlos, la Universidad Técnica del Estado creó las Escuelas de Nivelación. Allí los alumnos - trabajadores completaban los conocimientos de la enseñanza media. Para tales efectos la Universidad firmó un acuerdo con el Ministerio de Educación mediante el cual quedaba en condiciones de otorgar las licencias secundarias, cumpliendo en todo con las exigencias puestas por este ministerio.

Los requisitos exigidos para postular a este programa eran los siguientes:
1) Acreditar escolaridad de, por los menos, octavo año básico o de primer año medio (que correspondía a tercer año de humanidades en la anterior nomenclatura de la enseñanza secundaria) o su equivalente en la enseñanza industrial, comercial o técnica.
2) Solicitud a la Universidad aprobada por su sindicato.
3) Acreditar un mínimo de tres años de trabajo por medio de un certificado de la caja de previsión correspondiente.

Los programas se orientaban hacia las siguientes áreas:
a) Area científico - humanista, constituida por las siguientes asignaturas: matemáticas, física, química, ciencias naturales y castellano.
b) Area de ciencias sociales que agrupaba contenidos de historia universal y de Chile, nociones de geografía económica, de sociología y de economía política.
c) Area tecnológica que entregaba la adecuada orientación vocacional, tendiendo, en lo posible, a proporcionar alternativas de estudio post enseñanza media distinta de las carreras tradicionales.

Los egresados de estas escuelas, como se ha dicho, entraban en posesión de la licencia secundaria, esto es, quedaban habilitados para postular a la enseñanza superior. En general, disponían de tres opciones para la continuación de sus estudios en la UTE

a) Postular a una carrera de ingeniería en sus dos niveles: la carrera de ingeniería de ejecución, de cuatro años de duración en diferentes especialidades, o la carrera de ingeniería civil, con seis años de duración y también en diferentes especialidades. En el caso de un estudiante que alcanzara el título de ingeniero de ejecución, éste podía continuar sus estudios para llegar al título de ingeniero civil, cursando los años que le restaban (ver esquema capítulo IV).
b) Postular a una carrera tecnológica de cinco semestres de duración, tras lo cual la Universidad le otorgaba el diploma de técnico universitario.
e) Un plan intensivo de taller de uno o dos semestres de duración. Si las condiciones lo permitían, parte de este plan podía controlarse en la misma industria. La Universidad le concedía, al final, el título de técnico o técnico Profesional que lo habilitaba para desempeñarse como jefe de grupo, jefe de talleres, y le permitía el ascenso en la industria o mejores posibilidades en otras fuentes de producción.

A continuación, se reproduce la cartilla que se emitió llamando a los trabajadores a interesarse en los cursos.


ESCUELA DE NIVELACION
Es un programa especial de capacitación para el ingreso de trabajadores a la Universidad. Entrega a los alumnos trabajadores conocimientos equivalentes a la enseñanza media y asegura su ingreso a la UTE mediante el Cupo Especial para Trabajadores. A los egresados se les proporciona la licencia media correspondiente. La selección de postulantes se orienta a los trabajadores de las principales ramas de la producción: Metalurgia, Electricidad, Química, Textil, etc.


¿Cuánto duran los cursos?
La duración es de 4 semestres, es decir dos años.

¿Qué contenido tienen?
Los programas se orientan en las siguientes áreas.

a) AREA CIENTIFICO -HUMANISTA. La constituyen las siguientes asignaturas Matemáticas, Física, Química, Ciencias Naturales y Castellano.

b) AREA DE CIENCIAS SOCIALES. Esta área agrupa contenidos de Historia Universal y de Chile, Nociones de Geografía Económica, de Economía y de Sociología.

c) AREA TECNOLOGICA. Se entrega la adecuada orientación vocacional, proporcionando las alternativas profesionales de la UTE.


¿Qué futuro tienen los egresados?
Se les presentan tres opciones para la continuación de sus estudios.

A. Un plan intensivo de taller, de un semestre de duración. Proporciona el grado de Sub Técnico.

B. Una carrera tecnológica de dos años de duración. Proporciona el grado de Técnico.

C. La carrera de ingeniería con sus dos variantes: La carrera de Ingeniería de Ejecución, de cuatro años de duración, o la carrera de Ingeniería Industrial, con seis años de duración.

En este caso, el alumno, al obtener el título de Ingeniero de Ejecución, puede alcanzar el titulo de Ingeniero Industrial cursando los años que restan.

¿Cuáles son los requisitos necesarios para postular?

1. Tercer año de humanidades u octavo básico aprobado o su equivalente de la Enseñanza Industrial y Tecnológica.

2. Solicitud presentada por el sindicato.

3. Mínimo tres años de trabajo certificados por la Caja correspondiente.

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