jueves, 24 de abril de 2008

Profesor Aníbal Matamala Reflexiona: CELCO TIENE SU PROPIA CALETA



CELCO TIENE SU PROPIA CALETA.

Profesor Anibal Fernando Matamala Vivaldi

Los antecedentes.

Como ustedes recordarán, a raíz de la muerte de los cisnes en Valdivia la empresa CELCO se comprometió a buscar una solución para la eliminación de sus residuos líquidos directamente al mar. La solución consistiría en un ducto que descargaría los residuos (debidamente tratados, se supone) a la altura de la desembocadura del río Lingue.

Sin embargo, los pescadores artesanales de las caletas aledañas a ese punto (Mehuín por el norte y Mississippi por el sur) se opusieron decididamente a esa iniciativa y se organizaron para impedir que las lanchas contratadas por CELCO pudieran realizar los estudios preliminares sobre corrientes marinas, vientos, fondo marino, etc. En un par de ocasiones llegaron, inclusive, a enfrentarse con embarcaciones de la Armada que brindaban protección a los investigadores.

Hasta ahí, la cosa parecía un asunto sin salida, pero CELCO no había jugado sus mejores cartas.



La seducción.

"Si no puedes derrotar a tu adversario, entonces hazlo tu amigo" fue la premisa utilizada por CELCO en este caso, y se lanzó a negociar con apetitosas ofertas para los habitantes de ambas caletas.

Tras muchos tiras y aflojas, la situación fue decantando y se llegó finalmente a un acuerdo con los residentes de Mehuín.

No ocurrió lo mismo en el caso de Mississippi, donde las ofertas fueron y siguen siendo rechazadas.



El acuerdo.

Tras las negociaciones, CELCO y la caleta de Mehuín arribaron al siguiente acuerdo:

1.- CELCO entregará a cada habitante un bono de tres millones de pesos al momento en que se dé inicio al estudio.

2.- Posteriormente, CELCO irá entregando nuevos bonos al transcurrir las distintas etapas del proceso, hasta la construcción del ducto. En total, cada poblador recibirá ocho millones.

3.- Adicionalmente, cada jefe de hogar recibirá un sueldo mensual equivalente a dos salarios mínimos durante diez años, hereditario.



Los resultados.

Producto de lo anterior, los habitantes de Mehuín se han convertido en empleados de CELCO, con la diferencia que reciben su sueldo sin necesidad de trabajar.

Tan es así que hoy en día los pescadores no salen "a la mar", los botes están varados, los puestos de venta de pescado y las cocinerías abandonados. Es un insólito pueblo de desocupados cuyo principal (si no único) interés parece ser que la construcción del ducto se concrete cuanto antes.

Sin embargo, en Mississippi la cosa es distinta. Allí se ha concentrado el "núcleo duro" de la resistencia al ducto, integrado por posdefensores del Mar y con el apoyo de comunidades lafkenches de la zona.

En la medida en que esta resistencia retrasa todo el proceso, los ávidos mehuinenses han decidido actuar por cuenta propia y, a comienzos de abril, se hicieron a la mar masivamente, pero no para ir a pescar. Lo que hicieron fue un desembarco en la caleta vecina y entablaron una batalla campal con los opositores al ducto, apedreando la sede donde estos se encuentran atrincherados desde hace ya largo tiempo.

He aquí, entonces, que pescadores que hace unos meses lucharon juntos por una causa, ahora se enfrentan como enconados enemigos. Todo por el vil billete, que parece haber transformado la conciencia de los mehuinenses al punto de actuar casi como grupo de choque de CELCO.

Bien lo dice aquel refrán: "no hay general que resista un cañonazo de un millón de dólares".



Aníbal Fernando Matamala Vivaldi

Profesor titular de Física de la Universidad Técnica del Estado de Concepción.
Presidente de los Académicos y Administrativos UTE de Concepción 1973
Master en Defensa de los Derechos Humanos Estadio Collao de Concepción
Doctor en Defensa de los Derechos Humanos Campo de Concentración Chacabuco

(anibmat@gmail.com)

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