jueves, 26 de junio de 2008

FELICES 100 AÑOS COMPAÑERO PRESIDENTE



LA UTE SALUDA A SALVADOR ALLENDE

FELICES 100, COMPAÑERO PRESIDENTE


El 52 Allende y un puñado de locos iniciamos el largo camino de la dignidad.
En 1958 estuvimos a punto de conseguirlo y millones de chilenos cantamos “adelante hombres y mujeres de Chile, con el FRAP, todos juntos el 4 de septiembre, con Allende vamos a triunfar”.
En 1964 dimos otro combate, que consolidó la conciencia de Chile y que nos señaló que era necesario tener paciencia y juntar más fuerzas para ganar la batalla.



En 1970 los estudiantes de la Universidad Técnica del Estado estuvimos en campaña y respaldamos en todo el país al candidato presidencial, Dr. Salvador Allende, e hicimos muchos actos, uno de ellos en Concepción, a la entrada de la UTE, donde el vecindario de Puchacay se unió a universitarios y trabajadores para oír al futuro presidente.
Al llegar Allende, un grupo alumnos le dimos la bienvenida, entre ellos nuestra única compañera mujer, la inolvidable Liliana, quien abrazó y besó a don Chicho.
En la unidad de estudiantes, dueñas de casa y pobladores estaba la esperanza.
Aurelio Tobar, presidente de FEUT inició el acto y destacó que un médico, que podría disfrutar de una confortable vida, estaba en la lucha por una vida más justa para los trabajadores chilenos, rodeado de peligros y enemigos, pero con grandes amigos y compañeros como Neruda, Víctor Jara, y por cierto sus compañeros de la UTE.



El anhelado triunfo llegó finalmente en 1970 y como nos recuerda nuestro amigo Roberto, que nos envió parte del discurso de la victoria:

Dijo al pueblo: "Venceremos", y vencimos. Aquí estamos hoy, compañeros, para conmemorar el comienzo de nuestro triunfo. Pero alguien más vence hoy con nosotros. Están aquí Lautaro y Caupolicán, hermanos en la distancia de Cuauhtemoc y Tupac Amaru. Hoy, aquí con nosotros, vence O'Higgins, que nos dio la independencia política celebrando el paso hacia la independencia económica. Hoy, aquí con nosotros, vence Manuel Rodríguez, víctima de los que anteponen sus egoísmos de clase al progreso de la comunidad.
Hoy, aquí con nosotros, vence Balmaceda, combatiente en la tarea patriótica de recuperar nuestras riquezas del capital extranjero. Hoy, aquí con nosotros, también vence Recabarren con los trabajadores organizados tras años de sacrificios. Hoy, aquí con nosotros, por fin, vencen las víctimas de la población José María Caro; aquí con nosotros, vencen los muertos de El Salvador y Puerto Montt, cuya tragedia atestigua por qué y para qué hemos llegado al poder. De los trabajadores es la victoria.



De Santiago llegó una invitación de FEUT nacional para que un par de dirigentes estudiantiles viajaran desde Concepción a la toma del mando del compañero Allende. Uno de ellos era Fernando Wenger y el otro quien escribe estas letras.
Creo que él fue a La Moneda, mientras a mi me tocó ir con unos jóvenes de la UTE, entre ellos Miguel Concha, a conversar en confianza con un importante miembro de la delegación cubana en una casa de calle Huelén, era Nicolás Guillén. Sus palabras nos alertaba de la necesidad de cuidar la revolución chilena que encabezaba el compañero presidente y por eso era preciso entender una de sus mejores poesías:



No sé por qué piensas tú, /soldado, que te odio yo, /si somos la misma cosa /yo, /tú.
Tú eres pobre, lo soy yo; /soy de abajo, lo eres tú; /¿de dónde has sacado tú,/soldado, que te odio yo?
Me duele que a veces tú/ te olvides de quién soy yo; / caramba, si yo soy tú, /
lo mismo que tú eres yo.
Pero no por eso yo/ he de malquererte, tú;/ si somos la misma cosa,/
yo,/ tú,/no sé por qué piensas tú, /soldado, que te odio yo.
Ya nos veremos yo y tú,/ juntos en la misma calle,/ hombro con hombro, tú y yo,/
sin odios ni yo ni tú, / pero sabiendo tú y yo,/ a dónde vamos yo y tú/
¡no sé por qué piensas tú,/ soldado, que te odio yo.

Fue una jornada inolvidable que culminó esa noche en el Teatro Municipal, donde con Fernando fuimos a la gala presidencial, donde cantaron y bailaron los mejores artistas chilenos, y visitas ilustres como el cantante norteamericano Dean Reed que cantó "SOMOS LOS REVOLUCIONARIOS” y el coro de la UTE dirigido por Mario Baeza, que interpretó el "WE SHALL OVERCAME" de "Martin Luther King



Los estudiantes de la UTE junto a otros jóvenes de otras universidades y de la enseñanza media en todo Chile en los hermosos mil días de la UP nos sumamos a la defensa del Gobierno Popular y trabajamos por la justicia social, en inolvidables jornadas de trabajo voluntario, como aquella que hicimos en la Isla Santa María. También llenamos el Estadio Nacional, para demostrar nuestra alegría y compromiso con la obra que se estaba construyendo.


El edificio de la Juventud Gabriela Mistral, el principal de Santiago, donde funcionó la UNCTAD III, era nuestro, en mil actividades culturales, de estudio, análisis de grandes proyectos, competencias fraternales, amistad y entretención. Día a día miles de jóvenes hacían fila en sus comedores y por un módico precio almorzaban y sentían que el país era suyo, que se abrían las grandes alamedas.


Don Chicho con nuestra compañera Maria Teresa Cortes, de Pedagogía en Física.

Hasta que llegó el golpe de estado, día en que el presidente Allende iba a proponer un plebiscito e inaugurar una Exposición Contra la Guerrra Civil en nuestra Casa Central por eso la UTE resistió, no se rindió ese día y a cañonazos nos derrotaron el 12 de septiembre, destrozando nuestra universidad y detuvieron y torturaron a su rector Enrique Kirberg, a miles de alumnos y profesores, algunos fueron asesinados, otros fuimos enviados a campos de concentración o al exilio, pero no pudieron aplastar nuestras convicciones.

Los jóvenes de la UTE seguimos durante 17 años luchando en la clandestinidad, en los mil países del exilio y hasta transmitimos desde las ondas de Escucha Chile y Radio Magallanes, hasta que botamos la dictadura y comenzamos a reabrir las grandes alamedas que llevan hacia la democracia, porque la tarea que nos heredó el compañero presidente, sigue vigente y es tan necesaria como antes.



La generosa entrega del Compañero Presidente, afortunadamente no es un caso aislado, Chile ha tenido y tiene muchos Salvador Allende, hombres que pudiendo desoír su conciencia no renuncian a sus ideales, mantienen sus sentimientos del deber hasta las últimas consecuencias, de igual modo como el pueblo latinoamericano puede mostrar al mundo el ejemplo del CHE, nosotros tenemos un héroe de 100 años, un mártir de envergadura mundial, del cual nos sentimos orgullosos y honrados por su militancia en las filas de la clase obrera y su presencia es permanente en nuestros sentimientos de gratitud y porque el es un ejemplo y un guía entusiasta y firme que nos indica que tenemos que abrir las anchas alamedas por donde pasará el hombre libre y revolucionario de Chile.

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