martes, 24 de junio de 2008

EL ENCUENTRO DE VICTOR JARA CON EL PRINCIPE



El 13 de septiembre Víctor Jara dijo a unos obreros de Textil Progreso: "Sé que este es mi último día, ahora me muero".

Del diario La Nacion

El encuentro de Víctor Jara con El Príncipe
En el hall del Estadio Chile le hizo con la mano el gesto del degüello

Jorge Escalante

Un oficial de rasgos alemanes ordenó que el cantautor diera un paso al frente y se identificara, pero Víctor Jara guardó silencio. El ex prisionero Wolfgang Tirado relata lo que ocurrió después.“Ahora me muero”, dijo luego el artista a unos obreros.

El mediodía del 13 de septiembre de 1973 la puerta que comunicaba la cancha y graderías del Estado Chile con el hall de ingreso se abrió. Víctor Jara apareció, buscaba algo. Wolfgang Tirado lo conocía bastante y no distinguió en él rasgos visibles de maltrato. De hecho, caminaba sin dificultades. Sorpresivamente irrumpió en el lugar un oficial arrogante y de rasgos alemanes, de ojos claros.

Wolfgang no sabe si el encuentro fue fortuito o si el oficial buscaba al cantautor. Víctor Jara era Víctor Jara, pero allí adentro en las graderías y la cancha había cientos de prisioneros y no era imposible pasar inadvertido, al menos por algunas horas.

Ese encuentro entre el cantautor y el oficial cambiaría el destino del artista para siempre. Y Wolfgang Tirado fue testigo privilegiado de lo que nunca olvidó.

El militar, de pelo rubio, "aunque no tan encendido", primero se quedó mirando al artista y lo indicó con el dedo. Luego hizo el gesto de tocar la guitarra, sonriéndole burlón. "En segundos su sonrisa desapareció y alzando su mano derecha se la llevó al cuello en acto de degollar", relató el testigo.

Tirado escuchó cuando el oficial gritó entonces: "¡Qué hace este huevón aquí!", y ordenando a dos subalternos volvió a rugir: "¡A éste no me lo muevan de aquí, cuídenmelo!". El testigo alcanzó a ver cuando el oficial dio la orden de que lo pusieran contra la pared con las piernas abiertas y los brazos extendidos, y empezaron a golpearlo. En el hall había unos 30 o más prisioneros formados en una fila. Wolfgang no sabe más porque se fue en libertad en ese mismo instante. "Todo transcurrió muy rápido", dijo a LND al teléfono desde México.

Por el correo electrónico observa la fotografía de la época en blanco y negro del teniente (R) Edwin Dimter Bianchi que LND publicó el pasado 8 de junio.

En 1979, Tirado había dicho en una declaración redactada en Londres, donde se exilió, que el hombre era "un rubio lampiño, de ojos claros, por decir, de aspecto chileno-alemán. Era un individuo con mando alto en el lugar, arrogante, irónico, satisfecho de sí mismo, y de ademanes principescos. A este oficial lo podría identificar en cualquier momento, a pesar de los años".


El teniente Edwin Dimter es hasta ahora el primer candidato a Príncipe.

Ahora al teléfono mira y mira la fotografía enviada. Pide tiempo todavía. "Claro que no han pasado seis años, como en 1979, sino casi 35", dice y vuelve a tomarse unos minutos para volver a observar la foto. "¿No tienes una de Krassnoff de la época que me mandes para comparar?", consulta. Le decimos que, por lo que se sabe, aquel personaje nunca habría estado en el Estadio Chile.

"Entonces, en un 70-80%, yo diría que se trata del oficial que aparece en esta foto", afirma Tirado, cineasta detenido en la Universidad Técnica del Estado.

PRESOS VIP

La descripción que de ese oficial hace Tirado detenido en las primeras horas del 12 de septiembre de 1973 junto a Víctor Jara y decenas de personas, llevados luego al Estadio Chile, es la más detallada y fina que se conoce públicamente hasta ahora. Sabe que no se trataba del comandante del estadio, Mario Manríquez Bravo, "porque yo había hablado con él ese día 13 por la mañana. Tenía familiares que eran altos oficiales de Carabineros, entonces por mis contactos logré salir del estadio", comentó.

Consultado por qué Víctor Jara podría haber andado circulando por el estadio ese día 13 sin estar aún identificado y maltratado, Tirado explica que "él apareció ahí porque me parece que buscaba la oficina donde había un teléfono al cual algunos presos podían tener acceso. Todos los prisioneros que eran mantenidos en el hall tenían un trato especial, por decirlo de alguna manera, eran medio VIP, y aunque Víctor no lo era, bien pudo haber conseguido con algún guardia que lo dejaran pasar a buscar el teléfono para llamar a Joan".

Después que Wolfgang Tirado salió del estadio ese mediodía del miércoles 13 de septiembre, un grupo de obreros de la industria Textil Progreso que permanecía detenido fue testigo del regreso de Víctor Jara al interior del recinto. Un relato de aquellos con el sello "Reservado" que sirvió de sustento a la Comisión Rettig, da cuenta de ese instante.

"Ese día 13 vimos cuando llevaban a Víctor Jara. Al volver [al interior del estadio] parecía como que venía sin uñas en las manos, le habían volado unos dientes y lo llevaban con la camisa abierta. Se veía lleno de marcas como si fueran quemaduras de cigarrillo y apenas podía moverse", declaró un obrero de apellido Sepúlveda, cuyo nombre completo LND desconoce.

El mismo obrero relató que, antes de presenciar aquello (no dice si esta otra situación ocurrió el día 12 o la mañana del 13) en las graderías del estadio, "un militar alto, rubio, con gran vozarrón, dijo: ‘Yo sé que aquí está Víctor Jara y quiero que se presente sin que tenga que llamarlo’. Entonces se produjo un gran silencio muy largo, pero Víctor Jara no se presentó".

Lo descrito por este testigo indicaría que, de alguna manera, durante las primeras horas el cantautor trató de sumergirse entre la gran cantidad de prisioneros, advirtiendo lo que podría sucederle.

Sepúlveda añade: "Ese día 13, Víctor Jara habló después con nosotros. Dijo que lo habían golpeado brutalmente y le habían aplicado electricidad. Y en un momento nos dijo: ‘Sé que este es mi último día, ahora me muero’".

Mientras tanto, los militares tocaban cuecas por los parlantes del recinto. Era la chingana que apagaba los gritos de dolor y sufrimiento de quienes yacían tirados ensangrentados.



VICTOR Y EL PRINCIPE

Puchas, a ese huevón lo vi también en el Estadio, acabo de ver su foto en Memoriaviva y me acordé altiro de él, su rostro me quedo grabado, es un tipo siniestro, un sádico de la peor especie.

Recuerdo que cuando nos llevaron al Estadio Chile, llegamos todas las mujeres de la UTE juntas en varios buses verde oscuro, nos hicieron hacer una fila para pedirnos nuestras cédulas de identidad e inscribirnos en unos enormes cuadernos y en eso estabamos cuando llegó este tipo a ver que pasaba, porque los milicos que nos registraban a la entrada habian encontrado un par de tijeras en la cartera de una muchacha. (un par de tijeras,>imaginate la tremenda arma que encontraron).

Llegó entonces este príncipe maldito pavoneándose como un pavo real, (terno, corbata, brillante de pies a cabeza) y pidió los documentos a la muchacha (la pobre, yo no la conocía...).
— "Ah, así que.... mexicana... Llévensela para adentro. Estos son los peces gordos que nos interesan".
Imagínate, un pez gordo, solo porque no era chilena... Quienes estabamos cerca vimos como se la llevaban dos conscriptos, mientras el tipo partía enorgullecido de su 'pesca' junto con su comitiva (dos o tres jóvenes subalternos).
Nunca más supe de ella...

El relato que acabo de leer sobre su encuentro con Víctor Jara cuadra totalmente con lo que pude ver de él, es un tipo que inspira miedo, es decir, un personaje cruel y sin el menor escrúpulo, un sicópata de pies a cabeza.

Qué terrible que tipos como ese sigan viviendo una vida pasible y que la sociedad sea impotente para juzgarlos condenarlos.



23 de Junio de 2008

Este martes se inauguró exposición 'Estadio Nacional, Memoria Nacional'

“Han pasado más de 30 años y los lugares están silenciosos esperando que no se nos olvide lo ocurrido; esperando que rescatemos la historia que allí sucedió para que las nuevas generaciones sepan que el máximo Coliseo nacional no es sólo un recinto deportivo y/o de actividades culturales, sino un lugar en el que miles de personas vieron sus derechos humanos atropellados por sus propios compatriotas”, señala un comunicado suscrito por la Agrupación Metropolitana de Ex Presos y Presas Políticas, Comité Estadio Nacional y la Asamblea Nacional de Derechos Humanos.


EX prisioneros del Estadio Nacional. De izq. a der. El profesor de la Universidad Técnica de Concepción, Mario Benavente Paulsen, Manuel Flores, Sergio Astudillo Castillo, Hugo Salvatierra y Luis Arredondo.

Como parte del proyecto "Estadio Nacional, Memoria Nacional", se inauguró este martes 24 de junio a las 19:00 en el principal coliseo deportivo del país la exposición “Escotilla 8” que busca rescatar la historia que allí sucedió tras el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973.

La exposición cuenta con escritos de dejado por los prisioneros que han sido restaurados por Luciano Escanilla.




“Han pasado más de 30 años y los lugares están silenciosos esperando que no se nos olvide lo ocurrido; esperando que rescatemos la historia que allí sucedió para que las nuevas generaciones sepan que el máximo Coliseo nacional no es sólo un recinto deportivo y/o de actividades culturales, sino un lugar en el que miles de personas vieron sus derechos humanos atropellados por sus propios compatriotas”, señala un comunicado suscrito por la Agrupación Metropolitana de Ex Presos y Presas Políticas, Comité Estadio Nacional y la Asamblea Nacional de Derechos Humanos.

Asimismo resaltan que desde el año 2002, el Comité Proyecto “Estadio Nacional, Memoria Nacional”, integrado por personas naturales y de diversas organizaciones de DD.HH., destacando entre las últimas la Agrupación Metropolitana de Ex Presas y Presos Políticos (cuyos miembros son en sus inmensa mayoría antiguos prisioneros del Estadio Nacional), se ocupa del rescate del Estadio Nacional como sitio de memoria.




El primer logro significativo del Comité se produjo el 11 de septiembre de 2003, a treinta años del golpe militar, con la emisión del Decreto Supremo Nº 710 del Ministerio de Educación que declaró Monumento Histórico el Estadio Nacional.

En la actualidad, fruto del trabajo conjunto con Chiledeportes, Instituto a cargo del Estadio Nacional, la propuesta de museo de derechos humanos para el estadio, que contempla la puesta en valor de 10 sitios de memoria y la construcción de un edificio que albergue al museo cerrado, cuenta con uno de sus sitios de memoria y su Master Plan, es decir, la organización espacial global del museo aprobados por el Consejo de Monumentos Nacionales.



La exposición que se inauguró este 24 de junio a las 19:00 en la Escotilla Nº 8, ubicada al interior del recinto deportivo, esta abierta desde el 23 de junio al 4 de julio de 10 a 17 horas.

“Esta iniciativa se inserta en el marco del centenario del natalicio del Presidente Salvador Allende y la exposición presentará nuestro proyecto y daremos una mirada a través de imágenes sobre la Unidad Popular y de los prisioneros del Estadio”, señalan, destacando que en la Escotilla N°8 se realiza un trabajo de recuperación de los escritos dejado por los prisioneros a cargo del restaurador Luciano Escanilla.

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