lunes, 21 de julio de 2008

MUSICA SEPULVEDA ¿HEROINA POPULAR O DELINCUENTE JUVENIL?



Ingenioso y de ironía fina !!‏
Pongan esta nota en el blog, la encuentro ingeniosa, de una finura e ironía muy sana.
Víctor Diaz.
Presidente FEUT 1970

WATER MUSIC

El 17 de julio de 1717 el gran compositor de origen alemán Georg Friedrich Händel,

interpretó por primera vez su famosa obra “Música acuática”, “Water Music” en inglés, también conocida como “Música del Agua”. La interpretó dirigiendo una orquesta de 50 músicos que navegaban en una barca, junto a la del rey Jorge I de Inglaterra, en un paseo por el río Támesis de Londres.

El lunes 14 de julio, a tres días de cumplirse los 291 años de esa memorable ocasión, nosotros, los chilenos, a orillas del Mapocho, tuvimos nuestra “Música del Agua”. La interpretó magistralmente una valiente colegiala, alumna del Liceo Darío Salas.

Su nombre ha recorrido el mundo, llegando también a las márgenes del Támesis:

María Música Sepúlveda.

Hace casi tres siglos no faltaron los que criticaron a Händel. Pero de ellos no quedan ni el recuerdo. En cambio la “Música del Agua” sigue viviendo..

Así pasará con tantos “cartuchos” y reaccionarios, los mismos que nunca levantaron la voz para denunciar los crímenes del dictador, ni hoy se preocupan de que los estudiantes sean apaleados, mojados con las pestilentes aguas de los guanacos, envenenados con los tóxicos gases lacrimógenos (que hace rato dejaron de ser sólo lacrimógenos), que los detienen, vejan y secuestran.

Pasarán los años y de esos que han rasgado vestiduras, lanzándose contra una muchachita de 14 años, no quedará nada. La nada misma.

Pero ese gesto de la liceana, que representó todo el repudio de estudiantes, maestros, padres y apoderados y la mayoría de los chilenos, contra los que intentan perpetuar la educación como un negocio, ese gesto, permanecerá como un ejemplo.

Jamás había encontrado más hermosa la “Música del Agua”.
Iván Ljubetic Vargas

JIMENEZ DE LA JARRA

A propósito del artículo de Jorge Coulon adjunto, me parece obscena la persistencia de este tema (jarro de agua) tanto en la prensa y TV fascistas como en las concertacionistas.

A mi juicio, el exabrupto de una niña ofuscada merecía a lo sumo un día de titulares y comentarios en los medios de comunicación, sin embargo el tema sigue y sigue y los asesinos de ayer compiten con los coimeros de hoy en rasgar vestiduras.

Es extraordinario que en un país donde la inmensa mayoría de los peores asesinos y torturadores en nuestra historia andan sueltos por las calles sin que NINGÚN medio fascista ni concertacionista exprese su indignación, toda la atención de la elite farandulera esté concentrada en el episodio del jarro de agua.

O tempora, o mores!

Abrax Lucho



MÚSICA SEPÚLVEDA ¿HEROINA POPULAR O DELINCUENTE JUVENIL?

El pretendido castigo a Música Sepúlveda, su elevación a heroína popular o degradación a delincuente juvenil, su misma irrupción en el farandulero periodismo nacional, son una vez más, la cortina de humo que nos impide ver las señales de deterioro que nuestra República evidencia.

Así como siempre fue absurdo pretender que los crímenes contra la humanidad cometidos por las instituciones armadas de la Nación y bajo la venia (tan parecida a la complicidad) del poder judicial, son de responsabilidad individual y no institucional… (No se entiende porqué entonces los daños y las indemnizaciones los está pagando el Estado de Chile).

Que en la República de Chile próxima a su Bicentenario una estudiante, inteligente, comprometida y políticamente activa, considere legítimo arrojar una jarra de agua al rostro de una Ministra de Estado, es un preocupante indicador de la salud republicana.

Que haya quienes pretendan alejar esas preocupaciones mediante el expediente del castigo individual de la estudiante (expulsión del colegio, cargos por desacato, agresión, etc.) es un indicador seguro de que estaríamos frente a un enfermo condenado a morir por negligencia.

Ahora, ¿Quién es el enfermo?... ¿El país? ¿La sociedad? ¿La república? ¿La democracia?

La sociedades humanas, y en cierto sentido los países, existen al margen del sistema de gobierno, más o menos evolucionado, que se den o que se les imponga. No es pues la existencia de Chile o de la sociedad chilena lo que está amenazado en el corto o mediano plazo.

Lo que nos estamos jugando es la posibilidad de alcanzar una democracia que merezca llamarse tal y la sobrevivencia de la república, frente a la plutocracia que incumbe y al neo feudalismo que deriva de su progresiva implantación.

No hay peor ciego que el que no quiere ver… dice el discutible refrán, pero investigaciones recientes demuestran que la visión no es sólo un correcto funcionamiento de los órganos de la vista. Para ver hay que saber ver. El cerebro debe saber interpretar las señales eléctricas que le hace llegar el aparato visual, transformar esos impulsos en conceptos inteligibles para su interpretación.

Los organismos biológicos muchas veces pierden su capacidad de reconocer y rechazar los virus o bacterias que inoculan enfermedades en su mecanismo, otras veces el organismo no es capaz de luchar contra la multiplicación descontrolada de células enfermas que dan origen a tumores, en muchos casos los mecanismos de defensa atacan células sanas del propio organismo por desórdenes en la información o en la interpretación de ésta. Es cada vez más evidente que estos desórdenes del sistema inmunitario se agravan por condiciones de estrés o depresión.

Los organismos sociales no difieren tanto de los biológicos, sólo que las enfermedades, por graves que sean no los matan, sólo los transforman en monstruos.

En el sistema republicano el respeto por la autoridad no deriva del nombre o el apellido o la religión o el color de la piel de la persona que ocupa tal o cual cargo, en un organismo republicano sano el respeto por la autoridad es sinónimo del respeto del ciudadano por sí mismo. La defensa del Estado, de los espacios públicos, de la propiedad común, de la dignidad de los cargos de sus representantes, equivale a la propia sobrevivencia y a la defensa de la propia dignidad como ciudadanos y como seres humanos componentes de una sociedad de iguales ante la ley de la República.

Estamos llenos de símbolos que no sabemos ver, de señales que no sabemos interpretar, de peligros que no reconocemos como tales.

Los que trabajan por el advenimiento del sistema neo feudal y plutocrático, inoculan en “la plebe” los virus y las confusiones que envenenan y paralizan el cuerpo social, controlan por el miedo (inseguridad) y actúan contra el aparato inmunológico y regulador (Estado, impuestos, derechos básicos, bien común e institucionalidad republicana).

La jibarización del Estado, la devaluación de la política, la privatización de los servicios básicos y la transformación de estos en fuente de lucro, el desprestigio e irrespeto de la función pública, son anzuelos que gozan de muchas visitas en el Facebook de los zares de las finanzas y el integrismo. Ya no necesitamos a los magnates pidiendo el fin del Estado o su reducción a dimensiones circenses, no hacen falta los llamados en latín a la monocultura religiosa y valórica de origen divino… hemos pasado a la etapa superior de la enfermedad, hoy es el propio organismo social el que no distingue el mal que lo consume, los glóbulos enloquecidos atacan los órganos vitales y el cuerpo enfermo los saluda como una esperanza de mejoría.

No nos engañemos, los vacíos de poder no existen, ni en la sociedad humana ni en el reino animal, ni en la naturaleza o el universo enteros. Donde no hay Estado, hay mafia… donde no hay autoridad republicana, hay caudillos, gangsters, señores de la querencia, patrones, matones o tiburones multinacionales que imponen su ley y sus intereses.

Navegamos sin mucha conexión con las constelaciones… Desde el agua, Música nos propone peligrosos cantos de sirena.



Jorge Coulon

No hay comentarios:

Publicar un comentario