miércoles, 5 de noviembre de 2008

OBAMA



Estimadas(os):

La victoria de un afroamericano en las elecciones presidenciales
de los EEUU constituye un impacto histórico, dado que muchos creíamos que no
veríamos tal acontecimiento en nuestro período de vida.

Recuerdo que en mi infancia (años 50) se veía con frecuencia en los diarios fotos de linchamientos de negros en el sur de los EEUU. Que en poco más de medio siglo se haya elegido un presidente negro constituye una señal de la rapidez de los cambios culturales que están ocurriendo en el mundo.

Por cierto, no es conveniente extrapolar hacia el dominio de nuestras ilusiones. Obama no es "un hombre de izquierda". Ha hecho explícito su apoyo, por ejemplo, a la incursión del ejército colombiano en territorio ecuatoriano para combatir a las FARC. No hará cambios de fondo al sistema que le permitió convertirse en presidente. El imperio permanecerá intacto en todo lo esencial.

Si Obama se ha hecho alguna ilusión al respecto, como creo que se las hizo Bachelet al arribar a la presidencia, muy luego sus principales colaboradores y otras personas de cuyo apoyo necesita para ejercer su cargo, lo enrielarán.

Bachelet se enrieló lo mas bien. Se acabó hace tiempo la paridad de género en los ministerios como también se acabó la noción de que 'nadie se repetiría el plato' en su gobierno. Viejísimas caras, como las de Pérez Yoma y Viera Gallo, son pilares de su gobierno.

Los hospitales públicos siguen en estado de quiebra y la educación pública sigue haciendo agua por todos lados. El único sector del Estado que se muestra prospero son... las FFAA.

En el ámbito privado, las compañías extranjeras siguen saqueando groseramente
el patrimonio nacional mientras los grandes consorcios internos y externos siguen
actuando a su antojo en un país en que prácticamente no hay derechos laborales.
http://lautevive.blogspot.com/

Obama, por su parte, enfrentará un mundo complicado, en que la crisis económica se convertirá en una constante. La recesión que recién comienza es de las grandes y constituye una expresión de lo que Marx llamó la 'ley de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia'

(http://www.nodo50.org/gpm/crisis/05.htm).

Al verse en dificultades, el imperio se hace más virulento en sus manifestaciones.
El sistema pierde sus velos y adornos. El trabajo esclavo se convierte en el desideratum de los dueños del mundo. Ya lo están realizando con la enorme población carcelaria de los EEUU (50% negra, a pesar de que ellos constituyen solo un 15% de la población) y con los más pobres en países muy lejanos (ej. en China).

La historia se las arregla para darnos lecciones duras, pero clarísimas.

Nos alegramos por el infarto cultural que los racistas norteamericanos (y en
el resto del mundo) están sufriendo.

No dudamos de las buenas intenciones del nuevo presidente y le deseamos éxito en sus políticas mas progresistas.

Pero tampoco dudamos de que, si se desvía del camino que el imperio le permite,
tendremos un quinto presidente asesinado durante su mandato en la historia de
los EEUU. Recordemos a Kennedy, cuando se atrevió a desafiar al complejo
militar-industrial.

El video que viene (el famoso film de Zapruder) no es para estómagos delicados.

http://www.youtube.com/watch?v=TwMGC7yAUd0

Abrax

Lucho

1 comentario:

  1. El sueño de Martin Luther King, truncado violentamente a balazos en 1968, se ha hecho realidad cuarenta años después.

    El líder demócrata ha hecho suyos muchos de los pasajes del discurso pronunciado por el más joven ganador del Premio Nobel de la Paz frente al Monumento a Lincoln en 1963, donde concluyó la marcha sobre Washington por el trabajo y la libertad.

    «Yo tengo un sueño que un día en las coloradas colinas de Georgia los hijos de los ex esclavos y los hijos de los ex propietarios de esclavos serán capaces de sentarse juntos en la mesa de hermandad», clamó Luther King en una intervención histórica ante miles de seguidores.

    «Yo tengo un sueño que mis cuatro hijos pequeños vivirán un día en una nación donde no serán juzgados por el color de su piel sino por el contenido de su carácter».

    El nuevo presidente ha caminado mucho para llegar a este punto. Cuando nació el 4 de agosto de 1961 en Hawai, de un padre negro de Kenia y una madre blanca de Kansas, los casamientos interraciales estaban prohibidos en numerosos estados del Sur de la Unión (fueron legalizados por la Corte Suprema en 1967).

    "¿Quién iba a creer que un negro de poco más de 40 años, llamado Barack Obama, resultaría el candidato del Partido Demócrata?", se preguntó él mismo este verano luego de ganar las primarias ante la por mucho tiempo favorita Hillary Clinton tras unas elecciones primarias intensamente disputadas.

    Barack saltó de la sombras una tarde de julio de 2004. Millones de estadounidenses se vieron reflejados en este hombre delgado, que pidió el voto por el entonces candidato John Kerry y, sobre todo, para promover la reconciliación de los estadounidenses dejando de lado las diferencias partidarias, raciales, de edad y de sexo.

    Obama pretende ser el presidente de esta reconciliación. Reivindica el legado de dos héroes, el de Martin Luther King, emblema de la lucha por los derechos civiles, y de John Kennedy, paradigma de la juventud y la seducción.

    Obama fue criado por su madre en Indonesia y luego en Hawai por sus abuelos por parte de madre.

    Tras su paso por la Universidad de Columbia rechazó un puesto en el mundo de las finanzas y prefirió un cargo como trabajador social en los barrios marginales de Chicago. Luego estudió en Harvard, uno de los sitios donde se prepara la élite de Estados Unidos. Resultó ser el primer negro nombrado redactor en jefe de la prestigiosa revista de derecho de Harvard en 1991.

    De vuelta en Chicago como abogado trabajó en un estudio donde conoció a quien sería su mujer, Michelle, una abogada diplomada en Princeton y Harvard.

    Salida de los barrios desheredados de Chicago, Michelle ocupa hoy un puesto de dirección en uno de los grandes grupos hospitalarios públicos de la ciudad. La pareja tiene dos niñas: Malia, 10 años, y Sasha, 7 años.

    Fuente WASHINGTON (AFP)
    Obama, de discípulo de Luther King a primer negro presidente de EEUU

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