Queridos Amigos de la UTE,
Soy Oscar Folguera y desde 1968 hasta 1973 me desempeñé como profesor, en docencia e investigación en el Departamento de Física de la Escuela de Ingenieros.
Fue una época de intensa creatividad y de profundos cambios en el marco del proceso que culminó con el gobierno de la Unidad Popular.
La UTE llevó adelante su liderazgo en la democratización de la vida universitaria y su inserción en la sociedad con la dirección de nuestro querido Rector Enrique Kirberg.
Yo quiero referirme a una historia iniciada ahí en esos años. El Departamento de Física cuyo Director era Don Rubén Toro, se propuso la creación de grupos de investigación y en consecuencia formamos un grupo sobre Física del Plasma (Física de los gases calientes ionizados) con varios profesores jóvenes, muchos de ellos egresados de la Universidad Patrice Lumumba de Moscú, como N. Videla, L. Soto, A. San Martín, L. Poblete, N. Cuevas y el profesor argentino R. Raggi.
Las primeras investigaciones se orientaron a temas teóricos.
En 1971 a través de un Convenio de Colaboración tuvimos durante algunos meses la visita del Dr. Simeonov, Doctor en Ciencias Físico-Matemáticas de la Universidad de Moscú, quien introdujo la orientación de aplicaciones técnicas de Física de los Plasmas Calientes.
A través de varios Seminarios nos introdujimos en las posibles aplicaciones en los campos de la síntesis de sustancias importantes de la industria química, de los usos en corte y soldadura de metales, en los procesos de obtención de materiales en partículas esféricas, en el uso de pistolas en plasma de alta potencia para perforaciones mineras, etc.
Una de las aplicaciones elegidas fue el uso de plasmas calientes de aproximadamente 20.000 º C producidos a través de la energía de arcos eléctricos para el desarrollo de equipos industriales. Se lograron algunos avances en este terreno pero el trabajo quedó trunco en septiembre de 1973.
Ya en Argentina, comencé a trabajar en un Instituto de Investigación y Desarrollo Estatal y dentro de un grupo de Física del Plasma logramos el primer prototipo de Corte y Soldadura que fue construido y probado a nivel experimental. Nuevamente esta experiencia quedó interrumpida con el golpe militar de 1976 en Argentina, lo que motivó la creación de una fabrica industrial (Tecnología Buenos Aires S.A.) constituida por físicos para la investigación y aplicaciones de estas tecnologías a nivel comercial. Fue un largo y difícil camino que condujo al desarrollo de líneas completas de equipos de Corte Plasma, Soldadura Plasma y Recubrimientos Metálicos, únicas en Latinoamérica.
La inserción de estas tecnologías en industrias críticas (Minería, Industrias Químicas y Metalmecánicas, Maquinaria Agrícola, etc.) es muy profunda y de enorme importancia.
Nuestros equipos están en este momento trabajando en todos los países de América del Sur. En particular en Chile hay equipos de Soldadura Plasma de nuestra producción en fábricas de Instrumentación y Control en Santiago y equipos de Recubrimientos Metálicos en la Gran Minería de Antofagasta e Iquique, en un Astillero en el Norte y en la minería de Concepción.
Mediante su uso se pueden resolver importantes problemas productivos de mantenimiento a través de la aplicación de novísimos materiales de alta resistencia al desgaste, en la protección de piezas y partes de maquinarias sujetas a extrema abrasión o por ejemplo en la protección activa contra la corrosión de grandes estructuras, problemas éstos de alto impacto económico.
Estoy muy orgulloso de que en Chile se estén aplicando tecnologías nacidas hace mucho tiempo en nuestra querida UTE. Esa luz inicial ha iluminado toda nuestra posterior creación.
Mi más fuerte abrazo para todos Uds.
Oscar Folguera
e-mail: folguera@fibertel.com.ar
www.tbaargentina.com.ar
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