jueves, 6 de mayo de 2010

Para no olvidar… Impactante testimonio-crónica de un ingeniero de la UTE exiliado en Venezuela y dirigido a la Comisión Valech

Juan Ruilova
Caracas, Venezuela, Marzo de 2010

Señores
Comisión Valech.

En primera instancia, me permito agradecerles la oportunidad de poder escribir por primera vez mi testimonio.

Mi nombre es Juan Rafael Ruilova Maluenda, nacido en Chile, en la ciudad de Ovalle (IV Región), el 25 de septiembre de 1946, de profesión Ingeniero (graduado en la Universidad Técnica del Estado), con Cédula 5.280.772-7.

Soy casado y tengo tres hijos. Actualmente vivo con mi esposa en Caracas- Venezuela y mis tres hijos viven en Chile.

Este Documento-Testimonio, tiene como objetivo reseñar de forma lo mas clara, detallada, pormenorizada y con cierto rigor cronológico, la experiencia personal y colectiva, que me toco vivir durante los años de la cruel Dictadura de Augusto Pinochet en Chile y de la cual fui una de las tantas victimas; perseguido, arrestado, torturado, expulsado de mi país y buscado durante toda esa época por los Organismos Represores del Régimen Militar. Por otro lado consignar este testimonio en la Comisión Valech, a objeto se me reconozca por el Estado y Gobierno de Chile mi Status de perseguido, encarcelado, exiliado y torturado por razones políticas.

1) Universidad Técnica del Estado (UTE).

El 11 de Septiembre de 1973, me encontraba junto a una gran cantidad de compañeros, en los predios de la Universidad Técnica del Estado en Santiago y la razón de estar en ese lugar y ese día, obedecía en primer lugar a que era Profesor de dicha Universidad y además cursante del ultimo semestre de Ingeniería Mecánica, por otro lado, a razones ideológicas y militantes, pues era miembro activo del Partido Comunista de Chile y en tan difícil situación política, era obligación moral defender con nuestra presencia no solo el Gobierno Legitimo y Democrático del Presidente Allende, sino además, dejar clara demostración de nuestro repudio, como universitarios, a la violación del precepto constitucional democrático que ese fatal día era llevado a cabo por los militares golpistas.

Las personas que nos encontrábamos en la Universidad - calculo yo - éramos aproximadamente unos 3000, algunos en la zona de la Casa Central de la Universidad y otros en la Escuela de Artes y Oficios (EAO); profesores, alumnos, empleados administrativos y obreros. La máxima Autoridad de la Universidad, el insigne Rector Enrique Kirberg, encabezaba a ese nutrido grupo de patriotas universitarios que luchábamos por mantener la democracia en Chile desde nuestra añorada casa de estudios.

En la madrugada del día 11 de septiembre, ya la Universidad había recibido - como inicio de las crueles acciones en el país- una acción comando realizada contra las instalaciones de la Radio de la UTE, las que fueron tiroteadas, destruidas y volada la antena de dicha emisora y en esa brutal acción caen heridos dos compañeros vigilantes desarmados que cuidaban dichas instalaciones. Esto fue tipo 4 am del día 11 y fue ejecutada por un comando naval, quienes encapuchados y uniformados realizaron tal ataque.

Este ataque militar-naval, fue la primera acción desarrollada por los militares fascistas y golpistas en Chile y fue realizada varias horas antes del pronunciamiento militar dado a conocer por radio y televisión y del feroz ataque a la moneda. Obviamente esta situación de violación del recinto y la autonomía universitaria ayudó a que la comunidad de la UTE, desde temprano y en masa, se congregara en nuestra casa de estudios como un mínimo de solidaridad con nuestra institución y nuestros principios universitarios.

Este hecho nos indicaba - a los que desde temprano llegamos a la Universidad -, la dirección y el sentido de hacia donde iban los acontecimientos. Obviamente la UTE, jugaba para los fascistas-golpistas un papel preponderante y por eso esa demostración de fuerza militar iniciada esa madrugada y seguida por lo que posteriormente y en forma escalonada se fue dando por las fuerzas militares.

Al mediodía del día 11, ya la universidad estaba siendo completamente rodeada por efectivos militares y se podía observar como estrechaban el circulo en los alrededores y por todos lados, armados con fusiles, ametralladoras, blindados y posicionando piezas de artillería frente a la Casa Central y frente a la Escuela de Artes y Oficios. Se observaba además el posicionamiento de francotiradores en los sitios altos de edificaciones y estructuras que rodeaban la ciudad universitaria.

En las primeras horas de la tarde ya no se podía salir ni tampoco entrar al campus universitario pues todas las salidas ya estaban copadas por militares y algunos elementos de civil, seguramente de los órganos de inteligencia.

Me encontraba en la Escuela de Artes y Oficios y mas o menos a partir de las 4 pm, ya era imposible trasladarse a la Casa Central y viceversa y el contacto con las autoridades solo se podía hacer por los teléfonos internos, es decir, separaron a la gente de Casa Central y Escuela de Artes y de esta forma las unidades militares lograron aislar a los universitarios dentro de esas dos zonas.

Previendo los futuros acontecimientos y suponiendo las peores situaciones - y que finalmente se dieron -, nos organizamos en esos dos sitios a objeto de que ese gran número de personas actuaran con diligencia, con seguridad, con orden y mucha cautela ante las críticas condiciones que ya comenzábamos a vivir e intuir. Organizamos grupos no mayores a 20 personas y cada grupo con un jefe y ubicados estos en las diferentes aulas de la Escuela y en sitios dentro de las mismas, donde podían estar seguros en caso de que se iniciara un ataque por parte de las fuerzas militares que nos tenían completamente rodeados y aislados. Se creó una estructura de mando superior y la indicación era que nadie podía moverse de los sitios asignados a partir de las 7 pm y el responsable de esa actitud disciplinaria era el jefe de cada grupo.

Debo recalcar que por orden del Rector Kirberg y la Dirección Política de la Universidad fui designado como el Jefe máximo de la estructura de mando en la EAO (aproximadamente unas 1500 personas en esa área) y todas las precauciones que tomamos y asignamos, fueron corroboradas por los acontecimientos que paso a detallar.

Tipo 9 pm, se inicia el ataque contra la Universidad y las fuerzas militares empleando fuego de fusilería, ametralladoras, granadas autopropulsadas y disparo selectivo por parte de los francotiradores, atacan con fuego cerrado y cruzado sobre todas las estructuras de la EAO y Casa Central. Obviamente cundió un miedo colectivo en toda la gente que estábamos en esos recintos pero por suerte no cundió el pánico y los jefes de grupo lograron controlar a su gente y tendidos y sin movimiento, soportaron en su gran mayoría, este fuego cruzado que duro hasta aproximadamente las 4 am.

La jefatura de la estructura de mando nos movíamos con mucha prudencia de un lado a otro a objeto de recabar información respecto a heridos o muertes que pudiesen haber en el ínter tanto. La primera victima fatal fue de un compañero cineasta, conocido como ‘el Salvaje’ y quien fue mortalmente herido por francotiradores, en la zona detrás de la piscina de la EAO, por soldados apostados en la Población Villa Portales que quedaba al frente de la EAO y desde los techos de dichas edificaciones. Este compañero fue herido tipo 10 pm y lo retiramos hacia la enfermería, donde posteriormente falleció (tipo 5 am.). Hubo otros compañeros y compañeras heridos y una de las mas terribles fue una compañera muy joven, militante de las Juventudes Comunistas y conocida como la chica Peca y a quien un francotirador le voló la mandíbula inferior y eso sucedió mas o menos a las 11 de la noche. Por suerte la enfermería contaba con recursos humanos, profesionales y ciertos insumos que logro que gran parte de los heridos pudiesen recibir las primeras y excelentes atenciones y de esta forma disminuir el número de muertes durante esa balacera y en la cual solo el compañero conocido como ‘el Salvaje’ fue muerto.

El rector Kirberg, se comunicó con el mando militar y les solicitó que pararan la balacera, que en la universidad nadie estaba armado y que ya había varios heridos que requerían atención hospitalaria y que además podían ingresar pacíficamente al campus universitario y chequear que no había resistencia armada y era solo una demostración masiva de universitarios en contra del golpe militar. La respuesta del alto mando fue lacónica y directa…¡Todos los comunistas debían morir!...y de esta forma cerraron cualquier posibilidad de dialogo y se incrementó el fuego como dije anteriormente hasta las 4am.

Entre 4am y 5 am, se produce un silencio sepulcral y solo se oía un ruido como arrastrando piezas muy pesadas…¡era la artillería!…, estaban moviendo y posicionando las piezas de artillería y a las 5 am, escuchamos unos ruidos y detonaciones atroces y fue cuando comenzaron a bombardear las dos zonas de la universidad con fuego artillero. La puerta principal de entrada de la EAO y que era una pesada y fuerte puerta de hierro forjado, salió volando con los impactos directos de la artillería y junto a ella dos o tres compañeros vigilantes de la EAO, quienes fallecieron en el acto. Al mismo tiempo disparan fuego de artillería contra la Casa Central, en la cual se encontraban las autoridades universitarias e incluso esta edificación resultó doblada por el impacto artillero, (Ver portada de la Tercera de esa fecha donde muestran una fotografía de la bombardeada Casa Central). Detrás de este fuego artillero asaltan la universidad las fuerzas especiales de infantería disparando sobre cualquier objetivo móvil y al mismo tiempo lanzando granadas de mano a objeto de limpiar el camino y tomarse definitivamente las dos áreas; Casa Central y Escuela de Artes y Oficios (EAO).

Fuimos todos prisioneros y a fuerza de golpes, de insultos, de disparos y amedrentación nos fueron agrupando en el centro del patio principal de la EAO, unos sobre otros y disparando con ametralladoras punto 30 por encima de nuestras cabeza, sin importar edad, sexo ni heridos…¡Todos apilados como una pequeña montañita de seres humanos!...Asustados y maltratados y gritando los oficiales como energúmenos nos amenazaban de matarnos a todos como ya lo habían hecho con muchos dentro de la universidad… Sentíamos disparos en diferentes sitios, así como gritos y carreras, no podíamos observar nada pues estábamos boca abajo y sin poder levantar la cabeza y de esta forma estuvimos mas o menos hasta las 4 pm, sin comer, sin tomar agua, sin poder ir al baño. Después de 10 horas en esa posición nos levantan y nos ordenan en grupos y de esta forma comienza el traslado de todos los prisioneros al terrorífico Estadio Chile. Los buses en que nos transportaban eran los micros de recorrido habitual en Santiago e incluso con su mismos choferes y que fueron requisadas a sus dueños a objeto de utilizarlos en ese macabro transporte de 3000 prisioneros solo de la UTE al Estadio Chile.

Hago acá un paréntesis de mi informe y esta primera parte la podemos definir como los acontecimientos entre el 11 y 12 de septiembre en la UTE y el posterior traslado al Estadio Chile. Fue la parte inicial de tortura, amedrentamiento y socavamiento de la libertad de expresarse en forma masiva e individual sobre algo que estaba en contra de la constitución y la democracia como fue el inicio del Golpe de Estado en Chile. Fueron acciones de amendrentamiento masivo, de torturas sicológicas y físicas masivas, no individualizadas y mostrando el fascismo sus primeras muertes y heridos.… ¡chilenos jóvenes y universitarios!... ¡armados solo de sus ideales y principios!…eran los inicios de lo que después seria el fascismo selectivo.

Algunos nombres de compañeros que caímos prisioneros en esta primera etapa: Enrique Kirberg (Rector UTE), Víctor Jara (asesinado), Gregorio Mimica (Presidente Centro Alumnos de la EAO, desaparecido), Jorge Coloma (Dirigente PC), Augusto Samaniego (Profesor UTE), Mariano Rodríguez (Venezolano y funcionario convenio CUT-UTE), Osiel Núñez (Presidente de la Federación de Estudiantes de la UTE), Manolo Contreras (Profesor UTE), Francisco Miralles (Estudiante de Ingeniería UTE), Francisco Lozán (Estudiante de Ingeniería UTE), etc., etc.

Después nos informamos que las unidades militares que atacaron y asaltaron la UTE eran el Regimiento de Artillería de Serena, el Regimiento de Antofagasta y el Regimiento Buin de Santiago.

(Continuará)

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