domingo, 29 de mayo de 2011

LEO FONSECA RECUERDA EL ORIGEN DE LA CANDIDATURA A RECTOR DE KIRBERG Y APLAUDE EL 25 DE MAYO, QUE IRIS REIVINDICA COMO LOGRO DE LA CORPORACION



¡Felicitaciones compañeros!

El acto estuvo hermosísimo, misión cumplida la de uds, don Enrique tiene una calle con su nombre.
Abrazos a ese equipo que logró su cometido, una vez más.
Ahí van mis particulares palabras escritas a propósito de tan bella ceremonia.
Se ha dicho y escrito tanto.
Los abraza.
IRIS



LA CALLE, RECTOR ENRIQUE KIRBERG BALTIANSKY

Para algunos no somos más que un puñado de locos románticos, cuya nostalgia imposible de contener nos obliga a juntarnos, reconocernos, abrazarnos; a llorar de cara al cielo por los que no están, por los que se quedaron allá en el recodo del camino, detrás de una estrella, alumbrándonos todavía a los que seguimos deambulando, errando la escarpada ruta, sin trazo reconocible, sin un astro sol que nos guíe.

El rector Kirberg fue el astro sol para nosotros. Nunca necesitó de estridencias, ni destemplanzas. Como un astro guía brillaba con su propia luz, la luz de sus conocimientos, de sus valores, de su consecuencia.

En la explanada de la que fuera nuestra casa de estudios, allí donde la bestialidad humana desató su orgía de odio y muerte, donde nuestros cuerpos golpeados abrazaron el asfalto, donde mordimos las piedras y el alquitrán para acallar el horror y la impotencia.

Allí le rendimos tributo a nuestro querido don Enrique. Estaban sus tres más aventajados discípulos, los que trabajaron con él codo a codo, los que lo conocieron como el gran maestro y el increíble ser humano; los que condujeron los destinos de nosotros los estudiantes, en los días más gloriosos de nuestra Universidad y también cuando ésta fue abatida por los esbirros del pavor y el espanto, ellos son: Alejandro Yáñez, Alberto Ríos, Osiel Núñez. Profesionales, dirigentes, hombres de incalculable valor.

Una sencilla calle aledaña a esta Universidad que tanto amó, ahora lleva su nombre: Rector Enrique Kirberg Baltiansky. No hubo voces disonantes, nadie se atrevió a alzar la mano para oponerse a este humilde homenaje. Los que ayer firmaron la orden para encarcelarlo y para materializar su cruel destierro, hoy se rinden, ante los méritos de este hombre excepcional.

Gracias Emilio Daroch, motor infatigable de este grupo humano, unido por el indisoluble lazo del amor y la amistad.



Gracias Emilio por permitir que en nuestra feble memoria, no exista la palabra OLVIDO.

Felicitaciones para todos aquellos que han hecho posible esta meritoria distinción a nuestro inolvidable rector, Enrique Kirberg Baltiansky.

Y nosotros, congratulémonos, por el sólo hecho de haberlo conocido…
Iris Aceitón



Estimado Emilio Daroch y Estimados miembros de la Corporación:

Fue muy emocionante el acto en homenaje a Enrique Kirberg, figura señera en la creación y desarrollo de la UTE cuyo salto cuantitativo y cualitativo se produce, precisamente, durante su etapa de Rector.

Les escribo, en primer lugar, para felicitar a quienes hicieron posible este acto entre los cuales está la Corporación en que tu eres dirigente.



En segundo lugar para relatarles algo que, al parecer, es desconocido para la mayoría:

Enrique Kirberg candidato a Rector.

La UTE pasó por serias dificultades en su dirección por la pugna entre sectores que la controlaban en la primera mitad de los años 50. Dicha pugna se expresó, entre otros hechos, en el suicidio en 1954 de Don Manuel Rodríguez Valenzuela, Director de la Escuela de Artes y Oficios y destacado educador.

La reacción de uno de los sectores al cual pertenecía Don Manuel fue disparar en contra del rector, José Miguel Seguel, cabeza visible del otro sector que obedecía mayormente a los egresados de la Universidad. Este se enfermó falleciendo poco tiempo después. Para reemplazar al Rector Seguel se designó a una personalidad de un peso incontrarrestable que puso orden en la casa, fue don Santiago Labarca, ingeniero, dirigente estudiantil de los años 20 y destacada personalidad y político nacional.

Creo que fue una etapa muy buena en que continuó el avance para construir la Unidad Universitaria. La dirección de Santiago Labarca duró hasta 1959 debiendo el Consejo Universitario elegir un nuevo rector.



La FEUT, que presidía Daslav Ursic y de cuyo Ejecutivo yo formaba parte, propusimos entonces a Enrique Kirberg en el Consejo Universitario como el candidato de la Federación. Ursic como Presidente tenía derecho a voz pero no a voto en el Consejo, lo cual había sido una conquista de nuestra presencia en los años 50. Ursic en esa sesión, después de la elección, dijo “Bueno, la FEUT tenía candidato, ahora tiene Rector”.

Por cierto que la elección estaba decidida y Kirberg no sacó ningún voto, pero fue un gesto simbólico de la FEUT y los estudiantes, un pequeñísimo paso en este largo camino hacia la reforma. El elegido fue Don Horacio Aravena quién nueve años después entregaría la rectoría a Don Enrique Kirberg.

Un relato para la historia.



Leonardo Fonseca



La felicidad de la familia Kirberg


Inés Erazo, Lena y Gloria Kirberg agradecen a la Corporación UTE USACH, este inolvidable y feliz 25 de mayo, que ha significado una calle que lleva el rector del rector de la reforma y un monolito que perpetua la memoria de Enrique Kirberg Baltiansky, rector de la UTE 1968-1973.

No hay comentarios:

Publicar un comentario