LA VAGINA DE
TU PROGENITORA
Sería demasiado feo que este misceláneo lo
titulara: “La concha de tu madre”. A propósito de la próxima celebración de nuestro
“Día”, fecha que con tanto esmero y dedicación se ha
encargado de recordarnos y, con la debida anticipación, el“buen hijo mercado”, regulador
y dominador absoluto de todos los
aspectos de la vida y muerte de nuestro pobre planeta.
Dicen que ya en la antigua Grecia se festejaba a Rhea, la diosa madre de los
planetas de nuestra galaxia. También a los ingleses se les atribuye la piadosa modalidad de permitir que sus
vasallos, los que le trabajaban sólo por la comida y el techo, pudieran una vez al año visitar a sus madres.
Los aztecas honraban la maternidad. En su
mitología respecto a la creación del mundo, reconocían a la diosa Coyolxauhqui
quien representaba a la Luna y, madre de Huitzilopochtli, dios del Sol. La
madre diosa fue asesinada por las
celosas estrellas para que ésta no concebiera un hijo con tan excesivo poder.
Finalmente dominó la grandeza y el poder
del dios Sol quien nació al morir su madre y se impuso por sobre las tinieblas.
Fue para variar, en USA allá por el año 1872 donde se reunieron las
primeras “madres que ofrendaron la vida de sus hijos a la patria”, es decir, en
buen castellano, madres de hijos
asesinados en la guerra. Y ya en 1914,
el presidente Wilson proclamó el “Día de las madres” como fiesta nacional, a
celebrarse el segundo Domingo de Mayo de cada año.
Y como los chilenos somos malitos para
“agarrar papa”; celebramos también el Día de las madres.
Este domingo, ciertamente en compañía de los
dos “ hijos varones” que parí, voy a
reflexionar más que nunca:
---¿Quiénes y cuándo nos salvarán de la contaminante invasión
publicitaria por cielo tierra y mar que somos objeto? Los ofertones de las casas comerciales, llamando al chileno atribulado por las deudas,
a endeudarse más y más hasta que reviente… Los restaurantes ofreciendo mucho
más allá de la capacidad de sus instalaciones,
prometiendo almuerzos inolvidables…
--- ¿Sebastián Dávalos habrá calibrado el
daño irreparable que le ocasionó a su madre?
Y en la privacidad familiar. ¿Le pedirá perdón, deshaciendo los turbios
negociados donde esquilmó a los
chilenos ya esquilmados?
--- ¿La Mattei, en honor a su madre muerta, a
sus hijos; nos seguirá mintiendo, asegurando sin siquiera arrugarse que no
miente?
--- ¿La Presidenta, la ministra Ximena Rincón;
tendrán compasión de las mujeres-madres,
ex prisioneras de la dictadura en huelga de hambre, por el incumplimiento de
las promesas de reparación plasmadas en su programa de gobierno?
--- ¿Los militares seguirán ocultando el
destino de los cuerpos de los desaparecidos, mientras las madres de aquellos
continuarán muriendo sin saber dónde están?
--- ¿Las niñas violadas, las mujeres
violadas, las embarazadas con fetos imposibles de sobrevivir, con una
maternidad dañina y dañada; las seguirán obligando a continuar con ese fatal e
indeseado embarazo?
“La concha de tu madre” es uno de los más
ofensivos improperios usados aquí en América Latina. Para los hombres chilenos
recordarles “la concha de la madre que los parió”, los puede llevar hasta
quitar una vida o perder la propia. Es
un insulto que no tiene cabida en ningún
medio de comunicación chileno, tan “relajados” por estos tiempos. Inaceptable
en una reunión formal.
Este domingo nos celebramos las “conchúas que hemos sido madres”, por
opción o por obligación… Así no más es…
No idealicemos la maternidad según los patrones entregados por las revistas
femeninas burguesas o, ABC1 como llaman a las cuicas de hoy. Imagino la espera de una madre
que ha planificado su hijo de
manera pragmática y concienzuda, con
todos los requerimientoscubiertos y mucho más allá de los imponderables... El
baby shower realizado entre sus amigas la aperó de ropas y juguetes hasta la
Primera Comunión del afortunado vástago que está por nacer. El médico de
cabecera que monitorea su embarazo está dispuesto para ella las 24 horas del
día. La cesárea programada, detallado el día y la hora en la Clínica-Hotel
donde dará a luz. La suite con baños y salas de espera para los visitantesde la
parturienta. Instalaciones para
contener los sinnúmeros
de ramilletes de flores y más
regalos... La enfermera particular del día y de la noche. El menú variado y equilibrado a
elección. Piensa en su figura alterada, en el cirujano plástico que borrará las
huellas del “sacrificio”. Es contraria
al aborto en todas sus circunstancias…
La
madre de la “pobla” que espera su cuarto,
quinto, sexto hijo… “Salió de chiripazo”.
Ya ni se acuerda cuantos meses de
gestación tiene. No tiene tiempo de
esperar horas y horas para que la
atiendan en el Consultorio. ¿Y quién va a cuidar a la parvá de cabros
chicos que se quedan en la casa? Allí a
parir en las camas calientes del Barros Luco. Hasta dos mamitas por cama, una para
la cabecera y la otra para los
pies. Con sumo cuidado eso sí, para que no se nos vayan a confundir las guaguas.
Las completadas que se hicieron en el cité dieron buenos resultados. Hartos
pañales, chalequitos de lana tejidos por las viejas de la Junta Vecinal. La comida es muy mala. Tiene ganas de comerse una buena
cazuela de pollo que la tonifique. La mamá de la cama del rincón tiene poca
leche. Se pone a la guagua de su vecina en su teta, total a ella se le cae la
leche y el Byron no va a ser egoísta, tiene que compartir la teta de su mamá.
Piensa como van a alimentar otra boca más. Ya
van a terminar la construcción
donde trabaja el Jonathan, otra vez cesante… Salir a vender cualquier cosa a la
feria. Si no fuéramos tan pobres… Si yo
hubiese podido estudiar… Si hubiese tenido más educación…
Termino reflexionando: “Todas las que parimos
somos madres biológicas pero, unas más conchúas que otras”.
IRIS ACEITON
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