jueves, 17 de septiembre de 2015



LOS DOLORES DE SEPTIEMBRE

Duele Septiembre, duele profundo y fuerte. Nuestros muertos sin sosiego, sin justicia. Los criminales, la mayoría,  siguen sueltos por la vida.  Agazapados como cucarachas en las sombras, embaucando, viviendo de la carroña.

 Los soldados de la patria  apiñados en sus cobardes pactos de silencios, mintiendo, metiéndose el honor militar por la raja.   Esquilmando el sueldo de Chile, nuestro cobre. Estafando, robando  el erario del pueblo, gozando de las más vergonzosas prebendas heredadas de la dictadura.  Con el retrato del mayor genocida chileno  Manuel Contreras,  colgado en las murallas aún no higienizadas  de sus cuarteles. La curia de la Iglesia Católica,  derechista conservadora e hipócrita. Defensora y encubridora,  esconden entre sus malolientes verijas  a  los curas pedófilos, violadores y  profanadores  de niños. Perseguidores  sin clemencia de las víctimas que se han atrevido a denunciarlos. Contrarios al aborto,  amparan y defienden   a los curas ladrones de guaguas y a los violadores persistentes de los derechos humanos.

 La Presidenta con su entorno cercano, compuesto por  aquellos que ayer se colgaban de la pretina de sus calzones  para posar para una fotografía, y beneficiarse de alguna manera de su bien logrado liderazgo personal. Como Judas hoy, la satanizan y reniegan. No ha podido recuperarse del torpedo disparado a cercana distancia por su desleal y canalla primogénito. Visiblemente menoscabada acusa recibo de todo el daño que le han causado, rodeada de una comparsa interesada y mediocre, no ha sido capaz de implementar su ambicioso programa de gobierno al que la mayoría de los chilenos ambicionábamos, recibiendo las más viles estocadas desde sus propio sector.

“El río revuelto no le ha traído ganancia de pescadores” a la derecha opositora. Autora física e intelectual de cientos de asesinatos durante la dictadura, sus responsabilidades si bien las conocíamos desde cometidas las fechorías,  recién ahora salen a la luz pública. Su  enriquecimiento ilícito,  profanando y substrayendo  nuestras riquezas básicas, hacen que la ciudadanía la juzgue y castigue con el mayor merecimiento. La performance de los dueños de camiones, la soterrada intención de muchos de  interrumpir la ruta  del “débil y travestido proceso democrático”, pidiendo la renuncia de la Presidenta, nos demuestra una vez más la veracidad de aquella frase: “Los extremos se juntan”. Los que no votaron porque no tuvieron candidato que los representara, decepcionados por los errores y horrores de la Concertación hoy, están muy cerca  de los que aman la Constitución del dictador y, no quieren ningún tipo de reforma que menoscabe sus mezquinos intereses. El “golpe blanco” difundido con descaro por el tenebroso Mosciatti de la CNN y   por el diario El Mostrador, a los más viejos nos recuerda los titulares de la Segunda, El Mercurio y Tribuna.

Duele profundo y fuerte que pidan la renuncia de Michel Bachelet sectores no cercanos al pinochetismo. Duele profundo y fuerte que El Pilín publique la fotografía de la Presidenta, “con las patas p’arribas y la cabeza p’abajo”. Me la imagino en la villa Grimaldi, en una de las muchas sesiones de torturas que recibió. ¿La parrilla metálica? ¿El somier, colgada de las piernas,   con la  cabeza sumida en un pozo de mierda?

Desde mi palomar sanmiguelino, en el diecinueve avo piso, donde anoche con mi privilegiada y panorámica vista, vi como mi ciudad de Santiago se agitaba inclemente y despiadadamente… Donde las fuerzas de la naturaleza  sin distinguir “momios de upelientos” , nos azotó por igualaes……  Me quedo con las palabras de José Mujica:  “Derrotados son los que dejan de luchar, los que dejan de soñar”.

Y la figura de Salvador Allende crece y se agiganta… Como un rockstar… En películas, documentales, obras de teatro, libros, canciones, ofrendas florales… En las generaciones jóvenes… En el imaginario colectivo de un pueblo que huérfano de un verdadero líder presente;  hurga en su vida y obra para impregnarse de su visión de justicia e igualdad, de su inconmensurable consecuencia, irrefutable  valentía, legado imperecedero y universal; imprescindible  para alimentar aquellas utopías en el ser humano,   que nos permiten pensar que la vida… Vale la pena seguir viviéndola…


IRIS ACEITON VENEGAS

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