jueves, 19 de noviembre de 2015



PALABRAS DE OSIEL NUÑEZ QUEVEDO EN EL LANZAMIENTO DEL LIBRO DE ALBERTO RIOS PONCE "LOS HIJOS DE UTE " VIERNES 13 DE NOVIEMBRE 2015 SALON DE HONOR USACH
Reencontré a Alberto después de una pausa de años.

Nos distanciamos porque, de pronto, soñábamos cosas distintas o, simplemente, nunca tuvimos o nos dimos el tiempo para conversar. Una cualidad de este sistema llamado neo liberal, es que nos transforma, de manera creciente, en unas máquinas de hacer y muy poco de pensar, no obstante, en este caso, lo principal, es que él mismo contribuía a ese aislamiento, no solo conmigo, sino, con la mayoría de sus compañeros de universidad.

GENTILEZA DEL DPTO DE COMUNICACIONES U. DE SANTIAGO
Le reencontré ya debilitado por su enfermedad. Estaba delgado, demacrado, pero de manera increíble mantenía, intactas, dos de sus principales cualidades: su lucidez de pensar y su  punzante ironía.

El tema central del encuentro: el libro que escribiría, no para hablar de él sino para que en él hablaran los protagonistas anónimos, como él decía. Nos habló de como comenzaría, con el rayado que hacían unos jotosos de las paredes de su casa, de la amistad que trabó con ellos y de sus trágicos asesinatos en la dictadura. Leandro Arratia y Juan Orellana.

Lili contaba que en el último período de Alberto, ya sin  su pierna y muy débil, toda su fuerza la concentró en terminar su libro. En cierta medida, tozudo como era, es probable que se haya negado a despedirse de esta vida antes de verle terminado.

(Creo que es bueno contarles sobre esto, porque en un libro no sólo su contenido es importante,  sino, también, las condiciones que rodearon su nacimiento.)

GENTILEZA DEL DPTO DE COMUNICACIONES U DE SANTIAGO
A Alberto le correspondió ser presidente de FEUT en un momento crucial: Los años  1971 y 1972. Gobierno Popular del presidente Allende. La UTE, reformada, con el rector Kirberg a la cabeza, se constituía en la universidad del proceso revolucionario que se desarrollaba en nuestro país, aportando cuadros a altas responsabilidades y reestructurándose a fin de aportar con los profesionales que el nuevo Chile requería, en cantidad y calidad

Alberto, desde la FEUT, fue protagonista de todo ese proceso. El crecimiento de la universidad de manera explosiva; la nueva gestión de la universidad reformada; la creación de  nuevas carreras; el vínculo  entre universidad con la gran empresa nacionalizada;  la formación de los nuevos profesionales;  las  líneas de investigación que debían desarrollarse y que debían neutralizar, en parte, el boicot tecnológico que sufría nuestro país, después de las nacionalizaciones; Fueron estas, unas   tareas  titánicas, a las que la UTE respondió a la altura.

Alberto fue el cerebro y gestor de los más masivos  trabajos voluntarios de verano jamás vistos, con  5000 jóvenes movilizados, llegando a todos los confines del país. Me confidenciaba hace poco Faruk Jadue, ex Secretario General Económico de la UTE que un día Alberto llegó a hablarle de este proyecto. Le argumentó su significado político y patriótico, pero que demandaba, desde el punto de vista de los recursos, muchísimo más de lo que disponía la FEUT y lo que pudieran aportar las recolecciones de alimentos no perecibles que los propios voluntarios salían a recolectar entre la población. Faruk le  dijo: tú preocúpate de  organizarles, de lo otro me encargo yo. Y así fue. La Universidad dispuso de los recursos extraordinarios para esta tarea y la FEUT, al decir de su eslogan, cumplió con Chile y la revolución.

 A Alberto le correspondió también la transformación de estos trabajos voluntarios en trabajos productivos, unidos a la gran consigna de ganar la batalla de la producción. El aporte de los estudiantes de la UTE sumó millones de dólares para el erario nacional. Recuerdo que la FEUT, en tanto presidente de la Escuela de Ingenieros Industriales, me confirió la tarea de organizar estos trabajos productivos en Chuquicamata. Allí  recorrí muchas super intendencias explicando estos trabajos y anotando la cantidad de estudiantes, la especialidad y el nivel que se requerían. Hubo lugares donde expresaron que no requerían de nuestra presencia. Al poco andar de los trabajos, algunos de ellos, merced el desempeño de los brigadistas, solicitaron ser incluidos. Ya no era posible.

Los trabajos voluntarios en la producción, fueron el germen que luego culminó con la instauración, en la formación de los ingenieros industriales de nuestra universidad, de un semestre docente completo, desarrollado en las empresas nacionalizadas del cobre, para beneficio de unos y otros.

GENTILEZA DEL DEPTO DE COMUNICACIONES U DE SANTIAGO
Cuándo se lee al rector Kirberg , a  Alejandro Yañez, a Luis Cifuentes, a Alberto, uno no termina de sorprenderse de los logros de la UTE reformada. Y yo creo que cada una de estas realizaciones no se puede explicar sino en razón de la existencia del Gobierno Popular. En cualquier otro marco, la UTE se habría asfixiado,… le habrían asfixiado.

En esa perspectiva, reconstruir  la UTE demanda más que transformaciones de su propia estructura. Está asociado con el Gobierno central y su postura frente a los intereses de las grandes mayorías y frente al capital transnacional. Y todo eso hoy aparece sólo como un sueño…¡Y precisamente por eso, hay que luchar por ello!

El libro de Alberto registra testimonios de lo que fue el asalto a la UTE y la cárcel y campos de concentración por las que pasaron miembros de nuestra comunidad.

Es curioso. Quienes nos tomamos la universidad el 11 de septiembre,  nunca hablamos de lo que pasó en la UTE.

Hace un tiempo, el 11 de septiembre del 2014 la Corporación nos convocó a que pasáramos la noche en la universidad. Así lo hicimos. En un momento, en esta misma sala, propuse que conversáramos del tema. Algo avanzamos y fue increíble algunas de las cosas que surgieron, pero nunca  lo hemos repetido. El libro de Alberto es también un llamado al rescate de esas historias. La memoria histórica es sustantiva en la generación de conciencias y conciencia implica acción. Y, entre otras, esas acciones se requieren para materializar que NUNCA MÁS se vuelva a dar en nuestro país el desconocimiento de la soberanía popular, la tortura, el asesinato y las desapariciones de los opositores.

 En mi concepto, el “Nunca Más” tiene pre requisitos concretos: Verdad, justicia y nueva institucionalidad democrática. ¿Y qué ha ocurrido en esos ámbitos?

En todos ellos estamos al debe. De pronto es bueno recordar que Pinochet murió en su cama, sin haber recibido ninguna condena, envestido como  senador vitalicio, que la justicia que se aplicó fue, al decir de Aylwin y la concertación, en medida de lo posible; Qué sólo un pequeño grupo de militares que asesinaron y torturaron pagaron con prisión, perdón con Punta Peuco; que todavía la constitución que nos rige es la de la dictadura, más allá que la firma estampada sea la de Ricardo Lagos; que la formación de las FF.AA sigue, en lo sustantivo, ajenas al poder civil y la Escuela de las Américas continúa como post grado de muchos de la oficialidad chilena…

Yo digo que de pronto es bueno recordar esas cosas para sentir vergüenza. Al menos eso es lo que a mí me pasa, siento vergüenza y dolor.

El resumen de la fortaleza de nuestro nunca más, es feble y eso es terrible. Verdad, conciencia y nueva institucionalidad es donde podemos y debemos actuar.

Frente a esos desafíos la generación del 73, aunque  somos una generación en retirada,  tenemos algo que decir y hacer.

Mientras haya metas, sueños, hay por qué vivir. Hay por qué seguir sacando fuerzas.

Esa también fue una lección de Alberto.

Osiel Nuñez Q. Presidente de la FEUT hasta 1973

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