jueves, 11 de septiembre de 2008

¡CAÑONEEN Y AMETRALLEN LA UNIVERSIDAD TECNICA! ¡HAGAN DESAPARECER A GREGORIO MIMICA!

Esas fueron las brutales órdenes aquel 11 y 12 de septiembre contra la UTE.
Bombardeada La Moneda y asesinado el compañero presidente Salvador Allende,
había que aplastar a la única universidad que resistió el golpe de estado,
que seguía resistiendo y que no se rendía
pese a estar odeada por soldados, marinos y carabineros,
tanques, cañones, fusiles y ametralladoras de disparaban constantemente
pero la UTE no se rindió y se defiendió armada de su dignidad y coraje
hasta que el propio Pinochet ordenó furioso y sanguinario
¡CAÑONÉEN A LA UNIVERSIDAD TECNICA, AMETRÁLLENLA!
La UTE fue avasallada por la cobardía y la bestialidad más extremas
no tuvieron honor ni nunga muestra de decosos esos militares
que vejaron al rector, a los profesores, alumnos y funcionarios



Y seguimos resistiendo en el tiempo porque nuestra reforma no fue superada
y decimos orgullosos que fuimos la universidad que abrió las puertas al pueblo
EL CONVENIO CUT UTE fue borrado por la dictadura pero no olvidado
y la concertación ha sido incapaz de crear nada semejante
así el Convenio CUT UTE sigue vivo en nuestras memorias
y nos llenará de orgullo por toda la vida
y a todos los compañeros caídos, desaparecidos, torturados, perseguidos y exiliados
que como Gregorio Mimica y otros, que nos dejaron un ejemplo imborrable.



ESTIMADO GOYO

Han pasado mas de 28 años de aquel día en que nuestros sueños de jóvenes se vieron violentamente quebrados por una mancha verde caqui, que cubrió con su estela de odio y muerte nuestro largo y ancho país.
Han pasado tantas cosas desde entonces, que quienes participamos activamente en aquel entonces, nos sentimos a veces insignificantes y muchas veces molestos de no haber sido tal vez mas experimentados, tal ves mas inteligentes, o tal ves menos incrédulos o tal ves mas desconfiados de cómo se presentaban los acontecimientos. Fuimos confiados al enfrentar el futuro, nos entregamos por entero a la causa “revolucionaria”. Eramos jóvenes, soñadores, queríamos alcanzar las estrellas. Y han pasado tantos años, y tantos nombres que guardamos en la memoria, tantos que se nos han olvidados y tantos que nunca mas los vimos, sin embargo hay uno que no se olvida, que no podemos olvidar, aunque nunca mas lo vimos.
Eres tú, Gregorio Mimica Argote, que hace unas semanas atrás has cumplido 50 años, y que no te veo desde el 14 de Septiembre de 1973, cuando abandonaste el Estadio Chile, con rumbo a tu casa donde posteriormente fuiste detenido y nunca mas te vimos.
Somos pares de la época, nos conocimos por los años 71, cuando te destacabas en la Organización Política y Estudiantil a la cual pertenecíamos, y no tan solo por tu estatura, sino más bien por tu actitud de respeto, de entrega, de esfuerzos y de comprensión a los tiempos que se vivían. Tenías el carisma que muchos se arrogan pero no la tienen, la fuerza que a otros les cuesta pero que en ti brotaba con la naturaleza de una fuente de agua pura. Siempre nos encontrábamos en las reuniones, en las salidas a trabajo, sobre todo porque por aquellos días, la sedición, la mentira, la traición ya rondaban con mucha fuerza, y nos obligaba como estudiantes comprometidos con un proceso a salir a apoyar los intentos de organización que nuestro pueblo necesitaba.. .
Siento que no fuí tu amigo, ni tu confidente, ni tu compañero de carretes, pero eras atento, amable respetuoso, siempre alegre. Falto tiempo para conocerte ya que nunca más te vimos.



Por los inicios de 72, cuando trabajabas en Centro de Alumnos de Ingeniería de Ejecución, viajamos juntos a los trabajos de Verano, en el Mineral de Chuquicamata, y pude conocer de tu compañerismo, de tus capacidades de Dirigente estudiantil, de tu capacidad de liderazgo, siempre dispuesto a ayudar, a tender una mano amiga a quien la necesitaba.
Por los años 73, en una oportunidad, fui airadamente a protestar por tu actitud de perseguir a alumnos de la oposición, durante un acto que se transformo en una pelotera , donde ya no solo las palabras bastaron para intercambiar ideas, pero con tu actitud de respeto, de firmeza, me tratabas de explicar que tus convicciones eran tremendamente consistentes con tus actuaciones, y estabas dispuestos a dar las explicaciones necesarias, pero que de nada te arrepentías y además “ que quiere que le haga compañero, mi corazón puede tanto como mis pensamientos”.
En el fondo de mi, estaba admirado de este Goyo, que era capaz de hacer lo que muchos otros no nos atrevíamos a hacer. Debo reconocer que me retiré con la sensación de haber aprendido una buena lección, aunque la severidad de mi postura no cambió, Éramos jóvenes, soñadores, entusiastas, serios.
El aciago día 11 de Septiembre, me tocó realizar las primeras asambleas, luego de haber escuchado la voz serena del Presidente Allende que llamaba a la resistencia pacifica, a no dejarse provocar por la sedición. Temprano militares golpistas comenzaron una operación de rodear a la Universidad. Allende iba a visitar ese día la Universidad en el marco de las jornadas antifascista que la Federación de Estudiantes había organizado, montando una gran exposición, se decía que el Presidente haría anuncios importantes para lograr detener la asonada Golpista.
Intercambiamos pocas palabras ese día, tú sabias qué hacer, fuiste a tu escuela, la Escuela de Artes y Oficios a ordenar al movimiento estudiantil, para que no se hicieran provocar, para que ordenadamente esperaran los acontecimientos que estaban ocurriendo. Nuestra confianza que los sediciosos no completarían sus planes todavía estaba latente, los estudiantes íbamos a defender el Gobierno de Salvador Allende. ¡Con qué nos preguntábamos ¡... con nuestros cuerpos si fuese necesario nos decíamos. Cuando hoy después de tantos años, miro hacia atrás, y me veo en aquel día junto a mis compañeros, armados solo con nuestro ideales, con la fuerza de nuestros pensamientos, y enfrentados a una maquinaria bélica, armada hasta los dientes, que nos tenía rodeados, nos sentimos impotentes. Ni en los peores golpes de estado, las Universidades habían sido atacadas. Nos sentíamos seguros, la autonomía Universitaria pesaría. Nada podíamos hacer, Ya pasado el mediodía, no habían posibilidades de retirarse de la Universidad. Decididos a quedarnos y esperar, la Moneda había sido bombardeada, el Presidente Allende había muerto.



Nos volvimos a encontrar varias veces, estabas tranquilo, tomamos medidas para que los alumnos, profesores, funcionarios de la escuela, no se expusieran a la balas de los militares que a ratos disparaban sobre la Escuela, como método de amenaza, como para que no lo olvidáramos, que ellos estaban afuera armados y nosotros adentro, desarmados, ya al caer la noche, la ráfagas de ametralladoras se intensificaban, ordenamos a los que estaban, que no se expusieran, que se acomodaran en las salas de clases, que al otro día seria diferente, que nada nos podría pasar, ya nada hacíamos, solo ser consecuentes con nuestros principios.
Un joven alumno había sido herido, en la zona de los talleres, fuimos a tratar de parlamentar con los carabineros de la 13 Comisaria, pedimos ilusoriamente una ambulancia, nos dispararon y nada pudimos hacer, Logramos llevar al estudiante herido a una sala de primeros auxilios que tenia la Escuela de Artes, donde compañeras con solo cariño y fuerza trataron de aminorar los daños que este tenia. No recuerdo haberte visto, con seguridad estabas con tus compañeros tratando de pasar la noche dentro de lo que era posible pasar la noche.
Por la mañana muy temprano sentimos explosiones que provenían desde la casa central, no concentramos en el casino central a esperar que pasaba, de pronto se informo que los militares habían entrado a la Escuela, salimos al patio, nos gritaron que nos pusiéramos en el suelo, manos en la nuca, sin levantar la cabeza, sin mirar, disparando casi por encima de nuestros cuerpos. Gritos y amenazas para quienes no teníamos más armas que nuestras convicciones. Pensé que nos iban a matar a todos, No te vi cerca de mí, pero sabía que estabas, como estabamos todos, tirado en el piso.
Nos llevaron a la cancha de Baby Fútbol, allí nos dieron agua y más amenazas gritos y balazos y golpes. Nos condujeron en Microbuses hacia el estadio Chile. Nos volvimos a encontrar, “sacándole Trote “ con las manos en la nuca, a la entrada, justo cuando nuestras compañeras en un gesto “honorable” de los Militares las habían dejado en libertad, luego de haberlas humillado y denigrado. Te vi saltando, como todos. Paciencia te dije, ya pasará, tu gesto fue de alegría, de confianza, de fuerza. Nos tenían detenidos, tal vez asustados, pero estabamos enteros, vivos, pensando en que íbamos hacer en el futuro, cuando esta infamia pasara. No te volví a ver, nos hacían movernos, trasladarnos de sector, pasaron las horas, un día tal vez, por los parlantes pronunciaron tu nombre, sabíamos que habías salido, no estaba claro como, pero no estabas prisionero, estabamos alegres.
Nunca más te vi, cuando salí del Estadio Nacional, ya se comentaba tu desaparecimiento, te habían detenido en tu casa, te llevaron con destino desconocido y nunca más te vimos.
Todos estos años te hemos recordado en mil formas, en las reuniones clandestinas, en la reuniones públicas, en las conversaciones oficiales, en los homenajes oficiales, siempre, porque con tan poco tiempo dejaste una huella que no se olvida. Se han conocido muchas versiones de tu situación, mas ninguna se acerca mas a las declaraciones del oficial que inculpa a Marcel Moren Brito, creo que te asesinaron en la Escuela de Artes.



Hoy después de 28 años hemos concretado un sueño largamente deseado, junto a compañeros y compañeras de tu generación, hemos creado una Organización llamada Corporación solidaria UTE-Usach, quisimos ponerle tu nombre, pero un tecnicismo legal nos impide hacerlo, sin embargo haremos lo necesario para tener tu nombre en la Corporación. Hemos impulsado el reconocimiento de la Universidad a tu nombre, hemos apoyado toda iniciativa que tenga por objeto incorporar tu ejemplo a las nuevas generaciones, hemos impulsado una querella contra Augusto Pinochet y sus secuaces, para lograr esclarecer la verdad, y recuperar la justicia en nuestro país. Los que truncaron tu vida llena de anhelos, cariño, y deseos de entrega deben pagar por su crimen. Nunca más en nuestro país debe pasar por una situación semejante. .
Los hombres pasan a la historia con sus ejemplos, se les recuerda por sus grandes obras, por el legado que dejan a través de los años, tu tenías 22 años, eras joven, lleno de vida, dispuesto a dejar una herencia maravillosa, no te dejaron, te asesinaron, trataron de que se olvidaran de ti, pero la verdad siempre se impone, varias generaciones de estudiantes de la UTE y también las nuevas generaciones de la USACH te conocen, te recuerdan, te han levantado en sus banderas de lucha. No te han olvidado, yo no te he olvidado, nadie te ha olvidado, aunque nunca más te vimos.

(Esto fue con motivo de recordar los 50 años de Goyo Mimica, hace algunos años)

EMILIO DAROCH FERNANDEZ
2° VICEPRESIDENTE FEDERACION DE ESTUDIANTES
UNIVERSIDAD TECNICA DEL ESTADO
1972-1973




A GREGORIO MIMICA

Viña del Mar lucía uno de sus más calurosas tardes de Verano. Era Febrero del año 1969, con mis amigas a duras penas logramos subir al último carro del interminable y repleto tren que nos llevaría a Santiago.
Entre canastos, bolsos de playa, improvisados turistas, cervezas, guitarras y canturreos no me fue difícil fijarme en ti. Teníamos tanto en común. Vivíamos en la comuna de San Miguel, estudiábamos en la misma Universidad , ambos éramos de izquierda y como jóvenes sensibles e inteligentes estábamos con la candidatura del doctor Salvador Allende.¡No basta sólo con votar , te enfrenté decidida. Somos jóvenes privilegiados, nuestro compromiso para cambiar este injusto mundo debe ser absoluto. Tienes que militar en un partido que canalice tus energías y anhelos. La jota te espera.
El viaje fue largo y accidentado. No teníamos ningún apuro en llegar. .Yo te hablaba de la reforma universitaria y tú de lo que te gustaban mis ojos. Yo te hablaba de la importancia de la unidad de los estudiantes con la clase obrera y tú, del amor que te despertaba una joven revolucionaria.
Me concientizaste y te concienticé . Pasaste a formar parte de las Juventudes Comunistas de la UTE. . Me convertí en tu polola y compañera durante un hermoso, fructífero y corto período de nuestras vidas.
Líder innato, carismático, alegre, travieso, muy pronto sobresaliste entre tus pares. Fuiste elegido Presidente del Centro de Alumno de la Escuela de Ingenieros de Ejecución de la UTE. Desde ahí te la jugaste por las reivindicaciones de los estudiantes, impulsaste los trabajos voluntarios y sobre todo contribuiste a que nuestra más cara utopía se materializase “Salvador Allende fue elegido presidente de Chile.



Nuestro compromiso con el momento histórico que vivíamos se hizo cada vez más latente, y con ello crecieron nuestras responsabilidades. Éramos gobierno.
En un recodo de la lucha encontraste otro amor y yo encontré el mío, nada fue impedimento para que nuestros lazos de hermandad y compañerismos se enfriaran.
El 11 de Septiembre nos sorprendió junto a decenas de estudiantes en la universidad. Nuestra casa fue atacada con cañones de largo alcance. Acorraladas como bestias fuimos embestidos. ¡Dónde están las armas perros comunistas!, pero las armas nunca aparecieron, porque nunca existieron. Nuestros valerosos soldados, aquellos cuyo ejército jamás ha sido vencido, derrotaron fácilmente a este puñado de hombres y mujeres que armados de quimeras, falsas utopías y de una dolorosa ingenuidad pretendíamos defender la libertad de las ideas y con ello el gobierno de nuestro compañero Salvador Allende.
Nunca supimos, querido Goyo cómo y porqué te asesinaron. Como si algún asesinato tuviera alguna justificación.
Hace apenas algunas semanas la televisión mostró tu hermoso rostro, sonriente. Un testigo confesó al juez Guzmán, haber presenciado como un oficial de este ejército jamás vencido, el militar Marcelo Moren Brito en una sala de clases te acribilló y para completar su impecable operación, introdujo tu cuerpo en uno de los hornos de los laboratorios de tu escuela.
Iris Aceitón

Publicado en The Clinic en Septiembre del 2000
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¿Han visto a Gregorio Mimica?

¿Han visto a Gregorio Mimica?
Tiene ojos de azabaches y es muy dulce su mirar,
Su pelo de cobre ensortijado, el viento lo peinará.
¿Han visto a Gregorio Mimica?
Su estampa de poeta vikingo,
El mundo quiso cambiar,
Soñó, soñó, y nadie le dijo que era pecado soñar.
¿Han visto a Gregorio Mimica?
Es un joven estudiante, comunista se hace llamar
Tiene el corazón tan bueno,
Que una estrella le alumbrará ,
¿Han visto a Gregorio Mimica?
Sus padres , no se cansan de buscar



Nosotros sus compañeros, por el cielo, tierra y mar.
Su novia , la hermosa Marieta, no se cansa de llorar.
¿Han visto a Gregorio Mimica?
En las salas de la escuela vieja,
En el casino no está,
En el patio de las rosas, en toda la universidad.
¡Porqué a ti Goyo querido!
¡A ti que desbordabas de vida!
¡A ti que exudabas amor!
Hacen 35 años y la herida no se ha sanado,
Hacen 35 años y te seguimos buscando,
Hacen 35 años y te seguimos llorando.

1 comentario:

  1. quisiera una foto del profesor roman bianchi martinez del año 1969...era mi padre anamaria bianchi cuadra

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