miércoles, 1 de octubre de 2008

Conciencia de lo que fue la educación superior hasta 1973 y lo que es hoy


(Jóvenes que pudieron estudiar en la UTE de Antofagasta)

REFLEXION DE UN OBRERO QUE PUDO INGRESAR A LA UTE

Para Jaime Hernández, ex presidente de FEUT Antofagasta, la UTE significó el cambio radical en su vida. De trabajar en una fábrica como obrero, da la PAA y tiene la oportunidad de ingresar a la enseñanza superior, bajo el gobierno de Salvador Allende el año 1971, lo que modificó su manera de ver las cosas.

Tengo los mejores recuerdos, las mayores gratitudes para Enrique Kirberg, con el que siempre traté de hacer mejor las cosas que como rector él irradiaba a las 24 sedes del país desde la Casa Central y en Antofagasta la Federación siempre estuvo haciendo trabajo voluntario ligado a los trabajadores, a las poblaciones, la UTE me dignificó mucho más.



Hay que hacer comparaciones que son muy necesarias, ¿Qué pasa con un joven que se sabe inteligente, capaz y que luchó por adquirir conocimientos?: Se da cuenta que este mundo lo hace la mayoría de la población, pero que se aprovecha de ellos una minoría reducida. La UTE me dio la oportunidad de entender por qué eso ocurre, y eso se lo he traspasado a mi hija, que hoy para que pueda estudiar, tengo que pagar con mi ex pareja una mensualidad de $270.000, comparado con nosotros que teníamos la matrícula, el pensionado para dormir, la alimentación diaria hasta el día sábado, y una ayuda eventual para compra de útiles que uno necesitaba para la universidad. Todo es absolutamente favorable a lo que fue el gobierno de la UP, comparado a lo que es ingresar a la enseñanza superior desde el golpe mismo hasta ahora...

Por eso creo que no solo hace falta una Universidad Técnica, sino que también un símil de lo que fue la Escuela de Artes y Oficios, las Escuelas Industriales y Mineras, porque debemos preparar a los jóvenes desde la enseñanza media con una mentalidad para producir, para procesar el cobre, la celulosa, las riquezas marinas y todas aquellas materias primas que salen del país solo con trabajo primario y sin valor agregado. Por eso no sólo faltan universidades técnicas, también complejos educacionales industriales, para que Chile salga adelante y no tenga que estar dependiendo de la ayuda o las migajas, que nos entregan desde fuera del país.

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