viernes, 21 de noviembre de 2008
FIDEL CASTRO EN LA UTE DE CHILE: EN LA HISTORIA, LOS QUE HAN APLICADO LA VIOLENCIA SON LOS REACCIONARIOS, LOS FASCISTAS.
HERIBERTO PINTO.- Compañero Fidel: Reciba el saludo caluroso de las Juventudes comunistas, y aprovechando su presencia en la Universidad Técnica le pedimos que lleve y exprese nuestro sentimiento de amistad y solidaridad a la juventud y al pueblo cubanos.
Compañero Fidel, mi pregunta es: Según su opinión qué hechos sobresalientes caracterizan el proceso revolucionario chileno y qué significado histórico le ve usted al mismo.
Gracias, compañero Fidel.
CMDTE. FIDEL CASTRO.- Hechos sobresalientes: Aprovechó las condiciones específicas, las posibilidades concretas de Chile, dentro de determinadas circunstancias legales e institucionales. Aun dentro del Estado capitalista burgués y de sus instituciones, unieron fuerzas y abrieron una brecha, y la abrieron por vías pacíficas.
Desde luego, no hay que olvidar lo siguiente: que en la historia los que han aplicado la violencia no son los revolucionarios, sino los contrarrevolucionarios (APLAUSOS); y que el estado histórico de clase ha sido un estado de violencia y de represión. Y que no son los revolucionarios los que la buscan. El movimiento popular se ha ceñido a esas leyes, a esos principios, a esas instituciones. Pero si buscamos la experiencia histórica, no tenemos ninguna seguridad de que los reaccionarios, los fascistas, no vayan a acudir a la violencia (APLAUSOS).
De manera que ese es el primer hecho histórico —y primera vez en la historia—, de extraordinaria importancia.
Creemos que el deber de los revolucionarios en estas circunstancias es luchar por esa abertura, por esa puerta que han abierto. Y defenderla: defenderla por los medios legales, defenderla por los medios de masas, y defenderla por los medios que sean necesarios (APLAUSOS).
La historia enseña. La historia y la vida los enseñará a ustedes. Recordemos la historia de Francia, las luchas civiles en 1848; recordemos el 18 Brumario; recordemos el fascismo en Italia: recordemos el fascismo en España; recordemos el fascismo en Alemania: En qué base social se apoyaba, en qué métodos, en qué movilizaciones, en qué ardides, en qué trucos, en qué leyes y en qué violencia. Los regímenes más violentos que ha conocido la historia: regímenes carniceros, sangrientos. La historia enseña eso.
¡Ojo vizor con las enseñanzas de la historia! ¡Conciencia alerta, espíritu vigilante, decisión de luchar y de combatir en los terrenos en que les presenten la batalla! (APLAUSOS.)
La experiencia chilena es una experiencia singular e histórica. Los pueblos vuelven los ojos hacia Chile para ver, para aprender. Han visto el camino emprendido por ustedes. Ahora observarán cómo defienden ustedes ese camino; ahora de nuevo tratarán de observar cómo se comportan en Chile las leyes históricas, qué hace la reacción, qué hace el fascismo, y qué hace el pueblo.
Esas son, a nuestro juicio, las características más sobresalientes de esta experiencia y de este momento (APLAUSOS).
LUIS NUÑEZ.- Compañero Comandante Fidel: Usted en Concepción dirigiéndose a los estudiantes les dijo que la situación política por la que atravesaba el país era un proceso revolucionario, pero que no siempre un proceso revolucionario lleva a la revolución. A nosotros nos interesa que usted establezca cuáles son las diferencias entre esos dos conceptos, es decir, entre un proceso revolucionario y una revolución.
CMDTE. FIDEL CASTRO.- Un proceso es un concepto dialéctico. Un proceso es un camino. Un proceso revolucionario es una brecha que se abre en la dominación de clase de los monopolios, los oligarcas y los explotadores. Una revolución es cuando el proceso ha avanzado, una revolución es cuando el proceso se ha consolidado, una revolución es cuando los cambios son irreversibles (APLAUSOS).
Nosotros diríamos que hoy ya en nuestra patria la Revolución está consolidada y que los cambios son irreversibles. Podemos ser aniquilados físicamente, si se quiere; pudieran intentarlo —y no sería tan fácil— los imperialistas: invadir nuestro país, matar hasta el último hombre. Eso es teóricamente posible. Difícil en la práctica. Lo que ni en la teoría ni en la práctica será posible: hacer retroceder las ruedas de la historia. Lo que ni en la teoría ni en la práctica será posible: volver atrás.
En nuestro país podemos hablar ya de un proceso consolidado. La Revolución todavía es mucho más, todavía es mucho más si vamos a su concepto más amplio y más cabal, porque todos los días descubrimos nuevas formas, nuevas posibilidades de avance.
Por eso, pensamos que hay todavía infinitas posibilidades y que la sociedad nueva abre las posibilidades de un cambio ininterrumpido, de un avance ininterrumpido en la sociedad humana.
Muchas revoluciones han sido procesos. Hemos hablado incluso de la Comuna de París, para poner un ejemplo. Hay otros muchos casos. En ocasiones las revoluciones son aplastadas, e históricamente lo que se sabe es que cobran un precio muy alto en sangre los reaccionarios cuando aplastan las revoluciones. Y lo que hemos dicho es que aquí se ha iniciado un proceso revolucionario. Se concluye de eso que hay que trabajar, hay que luchar, hay que hacerlo avanzar, hay que consolidarlo, hay que defenderlo, hay que hacer todos los esfuerzos para que se convierta en lo que nosotros llamamos una revolución, cuando ese proceso se haya consolidado (APLAUSOS).
La cuestión es realmente de concepto. Ustedes son estudiantes. Sabemos que ustedes deben saber de esto bastante, más que suficiente. Yo no soy aquí más que un alumno al que le hacen determinadas preguntas y se ve en el deber de responder (APLAUSOS).
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