sábado, 22 de noviembre de 2008
FIDEL CASTRO EN LA UTE DE CHILE: REFLEXIONA SOBRE LOS TRABAJOS VOLUNTARIOS Y LLAMA A CUIDAR LA UNIDAD DE LA IZQUIERDA
FRANET VERA (MAPU).- Compañero Fidel: En primer lugar queremos saludarlo muy fraternalmente, en nombre de los estudiantes del MAPU y en usted saludar también al glorioso pueblo de Cuba.
Queremos preguntarle algo que para la juventud y el proceso revolucionario chilenos tiene una gran importancia: los trabajos voluntarios.
Los estudiantes chilenos han encontrado en los trabajos voluntarios una gran fuerza movilizadora y una fuente de conocimientos y experiencias que les permite tomar conciencia en la práctica de qué cosas le interesan al pueblo y al desarrollo del país, entregándole fuerzas para impulsar la transformación de la universidad de acuerdo con esas necesidades.
Al respecto, sabemos que en la Cuba revolucionaria los estudiantes universitarios, encabezados por su organización nacional, la FEU, han recogido una valiosa experiencia.
Nosotros quisiéramos preguntarle lo siguiente: En primer lugar, cuáles son los factores que han permitido en Cuba el gran desarrollo que los trabajos voluntarios han alcanzado; cuál es el carácter que tienen esos trabajos voluntarios; y cómo han influido en el desarrollo de la conciencia de los estudiantes. Y por último, compañero Fidel, qué efectos han tenido los trabajos voluntarios de los estudiantes en el proceso de transformación de las universidades cubanas.
CMDTE. FIDEL CASTRO.- Mira: nosotros vemos el trabajo voluntario en el contexto del proceso y en el deber que tienen los revolucionarios de luchar por todos los medios, en todos los frentes, por consolidar sus posiciones. Entre ellos, contrarrestar los intentos saboteadores de la reacción a la economía, el intento de consolidar la economía en las áreas sociales. Eso es, desde luego, pudiéramos llamar, su fundamento económico. Incluso su fundamento político.
Pero hay además lo siguiente: que nosotros vemos en el trabajo voluntario un instrumento de formación, un instrumento pedagógico, a fin de evitar que los estudiantes se conviertan simplemente en trabajadores intelectuales, a fin de que los estudiantes se familiaricen con las realidades, a fin de que los estudiantes —en dos palabras— se formen como revolucionarios.
Nosotros lo hacemos por razones políticas, por razones económicas. Pero cada vez lo hacemos más por razones pedagógicas. Y digamos que si el país va a ganar, ya en las condiciones de nuestro país, con la más amplia participación del pueblo en esos trabajos, desde el punto de vista pedagógico ganará nuestra juventud.
El trabajo voluntario se ha desarrollado mucho en Cuba. Che fue el iniciador de esos trabajos voluntarios. Tiene hoy una gran fuerza en los estudiantes, en el pueblo en general.
Es más: en las condiciones de nuestro país, donde falta fuerza de trabajo, donde tenemos que resolver muchos problemas, ya —por ejemplo— la construcción de viviendas y otras muchas cosas se están haciendo con trabajo extra, pudiéramos llamarle plus trabajo de los obreros, como aporte de los mismos obreros para resolver muchas de esas situaciones.
Nosotros creemos que la situación de ustedes desde el punto de vista de trabajo es diferente. Aquí tenemos problemas de excedente de brazos. Pero yo creo que eso no seria un obstáculo, no debe ser un obstáculo realmente para que los estudiantes participen, para que los estudiantes se formen, para que los estudiantes forjen una conciencia.
No se olvide lo que se ha dicho: que el trabajo ha hecho al hombre. ¡El trabajo hace también al revolucionario! El proletariado es la clase revolucionaria, la más revolucionaria, porque precisamente está acostumbrada a producir con sus manos los bienes materiales, a soportar la disciplina y los rigores del trabajo.
Nosotros entendemos que el trabajo fortalece a la juventud. Nosotros entendemos que al técnico lo fortalece políticamente, lo fortalece moralmente, lo pone en contacto con la vida, y que además ustedes tienen enormes recursos. En esta batalla frente a la reacción, en este proceso, desde luego, esos recursos que significan los estudiantes, sus conocimientos técnicos, sus profesores y sus universidades, pueden dar realmente un aporte muy grande. En nuestro país lo están dando.
Claro que hay que ubicarse en las condiciones de Cuba. Es más fácil de comprender ubicado en las condiciones de Cuba. En las condiciones actuales de ustedes, me imagino que todavía los estudiantes oyen hablar de esas cosas como cuestiones un poco remotas y un poco distantes, debido precisamente a la situación de ustedes. También nuestros estudiantes al principio lo oían así. Pero ya todo eso se ha ido sistematizando a medida que avanza nuestro proceso.
Pero sinceramente ustedes tienen una gran fuerza, grandes recursos técnicos que nosotros no teníamos, una cantidad de estudiantes universitarios enorme. Y lo insólito: 90.000 estudiantes esperando ingresar en las universidades. Y mientras el problema de ustedes es ver cómo pueden ingresar, nuestra preocupación son los pocos que ingresan. Primero, porque la enorme marea que creó la Revolución, empezando desde la enseñanza primaria, no ha llegado todavía a las universidades; segundo, porque en nuestro proceso hemos tenido que emplear muchos jóvenes y muchos cuadros en distintas tareas, en primer lugar, en la defensa del país.
En nuestro país, en determinado momento, hemos tenido que tener 300.000 hombres sobre las armas, hemos tenido que mantener equipos modernos en estado de alerta, sistemas de defensa antiaérea y de combate terrestre y de combate marítimo, que son complicados, que emplean la electrónica, que se necesitan niveles de preparación para manejarlos. Y por lo tanto, muchos jóvenes tuvieron que salir para esas tareas durante un número de años.
Nosotros, donde más de la mitad de los niños no tenían escuelas, donde los niveles de enseñanza secundaria eran muy bajos, hemos tenido que hacer un gigantesco esfuerzo formando maestros, formando profesores, e incluso improvisando maestros, improvisando profesores.
Ello, desde luego, se refleja todavía en la calidad de nuestra enseñanza. Nosotros tenemos todavía muchas deficiencias en nuestra enseñanza, derivadas de ese factor subjetivo de la falta de suficientes maestros y profesores. Ello se refleja en las promociones de los estudiantes.
Todos estos factores han limitado el ingreso en nuestras universidades hasta ahora. ¡Pero qué fabuloso recurso, qué privilegio, digamos, que en su país tengan esa enorme masa juvenil ansiosa de entrar en las universidades! Desde luego, a la vez refleja, indiscutiblemente, la falta de oportunidades para la juventud, refleja una situación social. Porque, desde luego, no habría un número tan extraordinario. Pero el hecho de que incluso se gradúen más de 80.000 todos los años, refleja, desde luego, un incuestionable avance educacional.
Ustedes tienen realizados determinados avances que nosotros estamos realizando ahora. Nosotros hemos partido de un punto inferior al de ustedes. Y ahí tienen esa enorme masa. Pero no se olviden de que en ese terreno sus enemigos les van a dar la batalla; en ese terreno van a hacer los más inauditos esfuerzos por penetrar, porque saben lo que significa para el proceso esa enorme masa de jóvenes, de futuros técnicos. Y van a tratar de darles la batalla en ese terreno.
Por eso nosotros creemos en la necesidad de que ustedes aúnen fuerzas en esa lucha. Es lógico que haya diferencias de criterios, y es lógico que incluso los criterios se defiendan con pasión. Pero permítanme decir una cosa aquí, y es lo siguiente: mientras fuera de aquí les dan la batalla a ustedes, mientras fuera de aquí los reaccionarios y los fascistas agrupan fuerzas, ustedes —cualesquiera que sean los criterios discrepantes— frente a sus adversarios no deben dar esas sensaciones de división (APLAUSOS).
Y al menos que las divisiones de criterios, al menos que las divisiones de criterios no deriven en actitudes antagónicas, que no deriven en actitudes hostiles. Se los digo de todo corazón, se los digo con toda sinceridad, porque me parece un derroche de fuerza, nos parece que alienta al adversario.
Por eso digo: si, los criterios, los puntos de vista, defenderlos. Y defenderlos con convicción, defenderlos con pasión. Pero guardar un principio: es la izquierda, es toda la izquierda, cualesquiera que sean sus matices y sus criterios, que tiene delante un adversario, y un adversario que avanza o trata de avanzar, un adversario que no es débil.
Eso nosotros lo vemos, y por eso creemos de verdad, sinceramente, que deben existir esas normas de relaciones y de trato entre ustedes: que se discuta todo lo que se quiera, que se expongan los criterios, pero no desarrollen hostilidades, porque eso a la larga los debilitaría, cualesquiera que tengan la razón, o que tengan el máximo de razón. Seguramente que será muy importante, a medida que los criterios se esclarezcan, a medida que las líneas se esclarezcan, que haya en pos de esos criterios, en pos de esa línea, el máximo de unión y el máximo de fuerza.
Si ustedes me invitan aquí no para decir solo frases, no para contestar simplemente preguntas formales, sino para expresar impresiones, para expresar criterios, les decimos esto, porque estamos pensando en lo otro, estamos pensando que en este terreno del estudiantado la reacción y el fascismo les van a dar batalla, porque ellos saben la importancia que tiene para el país, ellos saben la importancia que tiene esta fuerza. Y nosotros vemos fuerza aquí. La vemos. Y sabemos lo que significa esa fuerza para el proceso. Y se lo decimos con toda sinceridad: preserven esa fuerza, increméntenla, únanla. ¡Avancen! (APLAUSOS.)
JUAN GUTIERREZ (Juventud Socialista).-
Comandante Fidel Castro: en nombre de los estudiantes socialistas queremos hacerle la siguiente pregunta: La clase obrera es la clase conductora del proceso revolucionario. Mas, es claro que los estudiantes en la Revolución Cubana estuvieron en la Sierra y en la lucha urbana y en el asalto al cuartel Moncada. ¿Cómo y en qué medida los estudiantes se transforman en aliados de la clase obrera en la lucha por el poder?
CMDTE. FIDEL CASTRO.- Lo vaya decir bien claro. Por su origen de clase los estudiantes suelen ser de clase media, a veces incluso de clase alta, y muy rara vez incluso de clase humilde. Esa era la situación del país. Pero hay lo que se llama factores subjetivos, hay lo que se llama conciencia. Y precisamente esos factores subjetivos en la lucha se desarrollaron con nuestros estudiantes. Y a pesar de tener un origen de clase que no era obrero, la inmensa mayoría de los estudiantes universitarios tomaron conciencia, con ese espiritu juvenil, con ese entusiasmo, con esa generosidad de los jóvenes, y abrazaron la causa de la Revolución.
Fue sencillamente un problema subjetivo, un problema de conciencia (APLAUSOS).
ELMUS CHAD (Juventud Demócrata Cristiana).- Comandante Fidel Castro...
(EXCLAMACIONES DE: "¡Puerto Montt, Puerto Montt!")
CMDTE. FIDEL CASTRO.- ¿Qué quiere decir eso de Puerto Montt?
(EXCLAMACIONES DE: "¡La matanza!")
____________.- Es un suceso muy lamentable que ocurrió en el gobierno pasado.
(EXCLAMACIONES DE: "¡Asesinos, asesinos!").
CMDTE. FIDEL CASTRO.- El no mató.
ELMUS CHAD.- Ningún joven demócrata cristiano tampoco está de acuerdo con que hayan muerto pobladores en Puerto Montt (ABUCHEOS).
A la juventud demócrata cristiana de la Universidad Técnica del Estado le interesa vuestra opinión sobre un tema bastante especifico. Para resolver el dilema trabajo-capital, explotadores y explotados —como decía el Comandante—, la república yugoslava ha instituido un régimen de autogestión obrera donde trabajo y capital se unen en una sola mano: la de los trabajadores.
Queremos saber, Comandante, si usted comparte la tesis china que coloca a la autogestión obrera como una forma de capitalismo.
CMDTE. FIDEL CASTRO.- ¿Qué tesis? ¿De qué tú estás hablando? ¿Tesis china o tesis yugoslava?
ELMUS CHAD.- Tesis que afirman que la autogestión...
CMDTE. FIDEL CASTRO.- ¿Pero qué tesis? ¿De qué país?
ELMUS CHAD.- China.
CMDTE. FIDEL CASTRO.- ¿Tú no decías yugoslava?
ELMUS CHAD.- La autogestión obrera se practica en Yugoslavia.
CMDTE. FIDEL CASTRO.- ¿Y a cuál de las dos tú te refieres?
ELMUS CHAD.- Yo quiero saber si usted comparte la tesis china que afirma que la autogestión obrera pertenece a una forma de capitalismo.
CMDTE. FIDEL CASTRO.- Bueno, ¿dónde tú oíste decir eso?
ELMUS CHAD.- Lo he leído, Comandante.
CMDTE. FIDEL CASTRO.- Bueno, yo no sé cómo será la forma china. Yo te digo la cubana. Fíjate bien: nosotros tenemos ideas muy claras sobre eso. Yo he estado hablando ampliamente... Yo no conozco ninguna fábrica china en que la fábrica sea propiedad de los obreros que trabajan en esa fábrica china. No conozco ninguna. Son propiedad de todos los obreros de China, según yo conozco (APLAUSOS).
Nosotros hemos estado hablando de los sistemas sociales, los sistemas de propiedad. Nosotros no queremos crear egoísmos en el seno del pueblo. Nosotros no queremos crear privilegios en el seno del pueblo. Nosotros no queremos corromper a la clase obrera (APLAUSOS).
Nosotros nunca hemos aplicado ese principio. No sé si alguien lo ha aplicado por ahí. Pero yo digo qué es lo que nosotros hacemos y por qué.
Todo el mundo sabe que todas las fábricas no tienen los mismos niveles tecnológicos, que unas tienen una tecnología muy avanzada y una productividad muy alta. Todos saben que no todos trabajan en las fábricas. En las escuelas trabajan los maestros, en la enseñanza de nivel medio trabajan los profesores, en las universidades trabajan los profesores y los estudiantes y los empleados de esas universidades, que no producen bienes materiales, que producen bienes espirituales.
Como nosotros explicábamos, en Cuba sólo en salud y educación trabajan 300.000 personas, pero también decenas de miles de cubanos tienen que estar con las armas en la mano defendiendo la patria (APLAUSOS).
No producen bienes materiales y tienen que gastar, tienen que prepararse para el combate, tienen que prepararse para defender el país. No están produciendo bienes materiales. En nuestro país están los niños, que necesitan atención, que necesitan centros de recreación. El país necesita desarrollo, necesita recursos, necesita inversiones. Están todos los trabajadores del país. En nuestros países subdesarrollados desgraciadamente solo una pequeña parte trabaja en la producción de bienes materiales.
Respondiendo a esa pregunta, le digo que es maquiavélico, es diabólico, es de una demagogia criminal en cualquier sociedad tratar de introducir en los obreros esas ambiciones, esas corrupciones (APLAUSOS).
Es demagógico y es criminal hablar de regalarles las fábricas a los obreros. Es convertir en pobres a los que están haciendo utilísimos servicios a la patria, aunque no estén trabajando en bienes materiales.
¿Y los enfermos? ¿Y los hospitales? ¿Y los niños? ¿Y las escuelas? ¿Y los jubilados? ¿Y los ancianos? ¿Y los que defienden la patria? ¿Y todos los que tienen que prestar servicios que no se traducen en la producción de bienes materiales y que no tienen fábricas?
¿Vamos a cambiar el esqueleto burgués por otro esqueleto tan burgués como el otro? ¿Vamos a trabajar mediante procedimientos fiscales, impuestos, luchas?
(APLAUSOS.)
¿Sustituir las clases históricas por clases artificiales y tener obreros ricos y obreros pobres, y trabajadores que porque no trabajan con las máquinas no tendrían nada? ¿O vamos a introducir el mercantilismo en las escuelas, y cobrarlas, en las universidades?
No hablen de regímenes de impuestos, que en el fondo todo eso es una mentira.
Y puesto que me hicieron la pregunta sobre esta cuestión, digo con toda claridad que es maquiavélico, que es diabólico, que es irresponsable, que es criminal cualquiera que en nuestra patria —o, a nuestro juicio, en cualquier parte— se le ocurriera semejante locura.
(APLAUSOS).
Felicitaciones a la UTE_VIVE:
El encuentro de Fidel con los estudiantes de la UTE y de otras universidades y colegios de Santiago, fue la más importante clase magistral que se haya dado en nuestra universidad, en cualquiera época. He leído lo que se ha publicado hasta ahora con gran atención (...y por supuesto con emoción).
Seguramente continuará la publicación de lo que allí se dijo. Hubo una parte muy interesante cuando un estudiante de derecha hizo una pregunta y Fidel respondió con una invitación a un diálogo que resultó muy importante, entre otros aspectos, porque jamás la propaganda de derecha pudo haber imaginado a Fidel dando acogida, en el uso de la palabra, a un representante de sus enemigos politicos. Creo que aquello fue una iniciativa mercurial con la idea de denunciar, en la cadena periodística, una supuesta actitud inadecuada de Fidel. Eso fue una lección extraordinaria !!
Fuí uno de los miles que se hicieron presentes para escuchar lo que sabíamos sería un acontecimiento. Leo que la versión fue facilitada por el DEPARTAMENTO DE VERSIONES TAQUIGRÁFICAS DEL GOBIERNO REVOLUCIONARIO DE CUBA.
Quiero hacer una sugerencia, si fuera posible implementar : conseguir el discurso de Fidel, en el Estadio Nacional, cuando se despide del pueblo chileno. Sería un complemento extraordinario a estas palabras en la UTE desde el punto de vista de la observación general que había realizado del proceso revolucionario que estaba viviendo Chile y de las previsiones trascendentes que podía hacer cuando dijo, entre otras observaciones extremadamente importantes:
"He visto el fascismo en las calles".
Saludo fraternos desde Quebec
Victor Díaz F.
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