Bélgica Bernales estudió Pedagogía en Matemáticas en la UTE, y siente varias emociones en este reencuentro con LA UTE VIVE, nostalgia y gusto y constatar que después de 30 años los lazos existen y están vivos, por eso se siente muy grata de estar nuevamente con los compañeros de la Universidad Técnica del Estado de aquellos años.
Ella entró el 70 a la UTE, luego congeló al estar embarazada para el golpe, y retomó sus estudios el 75 y egresó el 78, por lo tanto conoció a nuestra universidad en 2 momentos muy distintos.
Señala que en los 70 nos sentíamos protagonistas de la historia, íbamos a trabajos voluntarios, el estudio era una cosa secundaria, y estaba la instancia de juntarse para hacer cosas para el país, nos sentíamos tremendamente grandes.
Luego volvió como una estudiante más, que deseaba sacar su carrera lo antes posible.
En la UTE había un régimen absolutamente militar. No había espacio para hacer nada. No teníamos federación, nos reuníamos en grupos pequeños a estudiar fundamentalmente.
Evoca el período con la FEUT que tenía todo lo lindo del trabajo trascendente que iba más allá de estudiar. Íbamos a la Estación Yungay a bajar sacos de trigo, y los subíamos a los camiones. Sentíamos que estábamos haciendo algo muy trascendente para el país, como evitar que hubiera desabastecimiento artificial de harina.
Como estudiantes y en todo el país se respiraba un ambiente distinto, era una historia muy irrepetible.
Había compañeros admirables como el Negro Pinto, que nunca más supe que pasó con él, en qué está. También recuerda a Alberto Ríos, presidente de la FEUT 1972, ambos eran personajes para nosotros, líderes muy potentes para nosotros que estábamos en primer año y los mirábamos con mucha admiración, concluye Bélgica Bernales.
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