viernes, 14 de mayo de 2010

CAMPOS DE CONCENTRACIÓN DE RITOQUE, TRES Y CUATRO ALAMOS, Y EL EXILIO VENEZOLANO VIVIDOS POR UN ESTUDIANTE DE LA UTE

Para no olvidar…
Impactante testimonio-crónica de un exiliado chileno

Por: Juan Ruilova

Caracas, Venezuela, Marzo de 2010

Señores
Comisión Valech.

8) Campo de Concentración de Ritoque.

La llegada a este nuevo campo de Concentración siguió la rutina tradicional, ingresamos tipo 7 am. Los custodios de la FACH nos entregan a Carabineros que en esos momentos tenían la responsabilidad de este campo de detenidos y como siempre nos forman, nos obligan a desnudarnos en el patio central del campo y comienza la andanada de insultos, de amenazas, de golpes y mucho peor pues nos informan que ese era el Campo destinado a los políticos mas peligrosos y nos toca al reducido grupo de 25 inaugurar esa zona de este sitio de reclusión.

Ritoque, al igual que Puchuncaví era una aldea de verano, diseñada por el Gobierno de Salvador Allende para que las familias más humildes del país pudiesen pasar el verano junto a su familia en cómodas cabañas y en este bello lugar cercano al mar. Las cabañas estaban dotadas de todos lo básico; cuartos, literas, salón, etc. Había áreas comunes; cocina, baños y sitios de esparcimiento y todo rodeado de un ambiente de jardinería y diseñado en armonía con el medio ambiente. Lo curioso era que uno de los detenidos, fue uno de los arquitectos que diseñó estos campamentos de verano y ahora convertidos en campo de concentración. El campo estaba dividido en dos zonas de detención, una que era donde nos instalaron a los que llegamos de Chacabuco y la otra, que fue nuestra gran sorpresa, donde estaban ubicados los detenidos que habían ocupado altos cargos y de altas responsabilidades en el Gobierno de Salvador Allende; Ahí se encontraban, entre otros; Luis Corvalán Lepe (secretario General del partido Comunista); Enrique Kirberg, rector de la UTE; Varios ministros de Allende y otras personalidades del Gobierno como el Secretario de Gobierno, compañero Daniel Vergara. Estos compañeros habían sido trasladados desde la Isla Dawson a Ritoque.

El compañero Daniel me contó como fueron los momentos del ataque a la Moneda y me explicaba la entereza, la firmeza y valentía del presidente Allende y como desde los inicios, toma el mando de las operaciones y les repite a sus subordinados que él muere defendiendo la Constitución y el gobierno democrático y Popular que el pueblo le encomendó. Me cuenta, como le toca ser portavoz del presidente Allende y enviado al ministerio de Defensa, antes del bombardeo, para plantearle a los golpistas, que el legitimo Presidente de Chile es Salvador Allende, que el no se rendirá y que le exigía a las FFAA y Carabineros, volvieran a sus cuarteles y resolver la crisis constitucionalmente a través de un Plebiscito. Vergara se reúne con el general Palacios y otros, lo escuchan y le plantean regrese a la Moneda y le diga a Allende que debe rendirse. Al salir de las oficinas de estos Generales traidores, es detenido, golpeado, arrastrado e introducido a un vehículo blindado y llevado prisionero al Batallón de Blindados de Santiago. En el trayecto y seguro debido al nerviosismo a uno de los conscriptos se le escapa un tiro y le hiere la mano al ministro Vergara. Inmediatamente después del arresto de Daniel Vergara, se da la orden de BOMBARDEAR la Moneda y comienza ese día gris y sucio para nuestras FFAA y ese día lleno de luz brillante futurista, de un presidente Popular, Valiente, Heroico y Consecuente. El Presidente Salvador Allende, quien prefiere morir combatiendo por la defensa y la dignidad histórica de los chilenos, entregando al mundo un ejemplo de consecuencia, de dignidad, de honorabilidad y de principios y que recibió el reconocimiento en todo el planeta y sin distingos ideológicos o políticos.

A medida que pasaban los días, fueron llegando a nuestro campo algunos compañeros muy golpeados y heridos que los traían del siniestro centro de reclusión en Tejas Verde y nos contaban de las terribles torturas y padecimientos a los que fueron sometidos en dicho recinto y donde se destacaba la brutalidad del jefe de este campo y que era Manuel Contreras (Después jefe de la temible DINA).

Poco a poco, nos fuimos organizando y poniéndonos en contacto con los compañeros de la otra zona. Mi hermano Ernesto, el compañero Rondón y mi persona nos instalaron en una de las cabañas y después llegaron a ella el compañero del MIR y dirigente de Pobladores Víctor Toro (actualmente viviendo en el Borona, Nueva York), así como otro compañero apodado el buitre Rosales y a quien después se lo llevan a un interrogatorio y tengo entendido desapareció. Muy patético fue el relato de la detención de Víctor Toro; este compañero tenia como segundo de su organización de pobladores a un dirigente de la Unión Socialista Popular (USOPO), que dirigía Rubén Ampuero, y que era un gordito muy simpático y muy revolucionario y quien participaba junto a Víctor en un sinnúmero de tomas de terreno que organizaba el MIR y en las cuales se destacaba este gordito por su entrega, por su esfuerzo y por sus principios. Nace entre ellos una profunda amistad que se corona, siendo compadre el gordito, de lo hijos de Toro. Estos compañeros vivían en los campamentos y hacían vida junto a los pobladores organizándolos y preparándolos en el aspecto político y militar y en este último aspecto se destacaba el gordito por el dominio que tenía al respecto. Uno de los campamentos más importantes, mejor organizados y que era bandera del MIR, era el campamento de Lo Hermida y donde se suscitaron unos extraños hechos que paso a relatar.

Antes del golpe, la situación dentro de las organizaciones que apoyaban a Allende, estaban muy complicadas, habían surgido profundas diferencias en cuanto a la forma de llevar adelante las conquistas populares logradas. Por un lado el Partido Comunista, el partido Radical y otras organizaciones socialdemócratas, planteaban la teoría de estricto cumplimiento del programa de gobierno y el respeto a las tres áreas de la economía; Social, Mixta y Privada y el respeto a la diferenciación de poderes y a la democracia. Estas tesis eran sustentadas por el propio presidente Allende y algunos de sus Ministros. EL Partido Socialista (Mayoritario y partido de Allende), el Movimiento de Acción Popular Unitario (MAPU), organización que dirigía Garretón, así como el MAPU dirigido por Gazmuri y sectores de la Izquierda Cristiana, conformaban junto al MIR, la tesis de profundizar las acciones de Gobierno e ir a la construcción inmediata de mas y mas Poder Popular, confiscar tierras e industrias, para ser entregadas a los obreros y campesinos y por lo tanto avanzar sin transar en la conquista de un Gobierno Socialista y Revolucionario de verdad. El daño que produjo esta profunda diferencia en ver el camino a seguir del Gobierno fue FUNDAMENTAL, para los planes de desgaste y posterior ejecución del Golpe Militar.

Dentro de este ambiente de anarquía política, de divisiones entre las organizaciones y entre el pueblo, se plantea por parte de Allende visitar la Población La Hermida (controlada por el MIR), a objeto de dialogar directamente con los pobladores, en un tú a tú, entre el Presidente y el pueblo. La idea no era mala y reafirmaba la autoridad del Presidente y la consecuencia con sus principios revolucionarios de toda la vida. Lamentablemente las condiciones no eran ideales y mediante un excelente trabajo de inteligencia realizado por el Coco Paredes (militante del aparato militar del PS y asesinado por la dictadura en la Moneda el día 11) y Carlos Toro (encargado militar del PC) y en ese entonces Director y Subdirector de Investigaciones respectivamente, informan a la seguridad del Presidente así como a las estructuras militares del PS y del PC, que a Allende, le tenían montada una trampa en esa visita y que en el movimiento de pobladores del MIR había infiltrada gente de los Servicios de Inteligencia del Ejército y que lo mas seguro era que trataran de asesinar a Allende el día de la visita.

Allende y su equipo de seguridad, NO hacen caso de estas advertencias y reafirman la visita a dicho campamento. Ante tal decisión, el Coco y Carlos Toro, deciden recurrir a gente de confianza de las organizaciones militares del PS y PC y se les plantea que vayan de vanguardia en la caravana presidencial y armados a objeto de repeler cualquier situación de ataque a Allende. Lamentablemente así fue, acercándose la caravana presidencial, desde los techos de las casitas del campamento comienzan francotiradores a disparar a matar a los integrantes de dicha caravana, se arma una feroz balacera y producto de ella caen muertos y heridos algunos pobladores de Lo Hermida. La gente de seguridad saca al presidente sano y salvo del lugar, pero se calienta completamente la situación política en el país. El entierro de los pobladores, es transformado por los sectores ultraizquierdistas en un acto político de reafirmación de sus teorías. El funeral fue impactante, miles y miles de personas acompañando los féretros y en la tarima desde la cual se da el adiós a estas victimas se encuentra; Carlos Altamirano (secretario general del PS), Garretón (Secretario Genera del MAPU), Gazmuri, Miguel Enríquez (Secretario General del MIR), otras personalidades y Víctor Toro y su compadre gordito. El orador principal de este mitin fue el simpático y heroico dirigente poblacional, conocido hasta aquí como el gordito.

Nos contaba Víctor Toro, con llanto en sus ojos y con mucha rabia e impotencia, que la madrugada del día 11 de septiembre, se llama a los pobladores de Lo Hermida a prepararse para resistir lo que venía. En esos instantes no se encontraba el simpático gordito, pero Víctor y el resto de la dirección toman el control del campamento y se dan las instrucciones de cómo actuar de acuerdo a como se dieran los acontecimientos. En eso estaban, cuando se ven rodeados por fuerzas del ejército fuertemente armadas y quienes penetran al interior del campamento sin resistencia por parte de los pobladores. La sorpresa de Víctor es mayúscula cuando ve a su simpático gordito compadre, vestido con uniforme militar, armado hasta los dientes y dirigiendo las acciones. Este gordito era suboficial de ejército y activo en la inteligencia militar. Le dieron como tarea infiltrarse en el movimiento de pobladores del MIR, ganarse la confianza y ojalá llegar a los puestos directivos de esa organización, así lo hizo y de forma terroríficamente brillante. Toman detenidos a los pobladores, muchos de ellos son salvajemente golpeados y llevados a centros de reclusión y algunos muertos y otos desaparecidos y el gordito se encarga personalmente de apresar y después interrogar y torturar a su compadre Víctor Toro. Este personaje conocido hasta acá como el simpático gordito, fue uno de los torturadores y asesinos mas temibles de la DINA y es el tristemente celebre…- GUATON ROMO -…(Tenían toda la razón el valiente Coco Paredes y Carlos Toro)… Le preguntábamos a Víctor Toro, respecto a como fue su situación en los interrogatorios, el guatón ROMO se reía de el, por la confianza que le había dado y el cómo le había abierto las puertas para realizar el tenebroso trabajo que le habían encomendado, lo torturó personalmente, e incluso en sesiones colectivas lo obligaban a ver como torturaban y mataban al lado de él a muchos de sus amigos y colaboradores del movimiento poblacional. Siempre ROMO le dijo que a él, no lo mataría, pues independientemente de todo, le tenía mucho cariño y además porque realmente, amaba a sus ahijados. Cumplió su palabra, Víctor estuvo junto a nosotros en Ritoque y después fue liberado y expulsado del país y se fue a vivir a Nueva Cork y tengo entendido en el BRONX y se dedica al teatro en ese popular barrio negro de la Gran Ciudad. Doy este testimonio, pues es parte de lo que me toco vivir y oír y además, para que quede grabado en estos escritos, muchas de las situaciones que no se conocen o son muy poco conocidas.

En Ritoque hubo además una situación muy difícil pero que nos lleno de alegría. Algunos de los que nos encontrábamos en el campo de Chacabuco y por haber pertenecido a las organizaciones de seguridad de nuestros partidos, conocíamos a los compañeros mas antiguos de la Seguridad Personal de Allende (GAP), y grande fue la sorpresa de Danilo Bartulin y mi persona, encontrar vivo en Chacabuco y en perfectas condiciones a uno de los hombres mas queridos por Allende…- el loco Mario -… Hablamos con el y nos cuenta, que después del bombardeo a la Moneda, se escondió en un armario y por un huequito observaba lo que sucedía en el salón en que se escondió (segundo piso del palacio), apenas podía respirar por una mascarilla que tenia puesta y vio como entraban y salían soldados y civiles y al rato aparecen unos bomberos a apagar el fuego para evitar el incendio completo de la Moneda. Estaba oscuro y ve a un bombero muy cerca del armario, abre lentamente la puerta y golpea y aturde al bombero. Se pone sus ropas y el casco, se llena la cara de hollín y dan la orden de evacuar, se monta colgado al camión de bomberos, mientras éste haciendo sonar la sirena se dirige a la plaza Brasil, de la cual era esta unidad bomberil. Todos los bomberos muy asustados, muy cansados y nadie hablaba, ni siquiera se miraban. Al llegar a la estación y ver que disminuye la velocidad, se tira y se esconde entre los árboles de la Plaza y poco a poco, se va retirando. Caminó sin rumbo durante más de tres días y noches, se deshizo de toda documentación, dormía en cualquier plaza o arriba de un árbol y comía lo que conseguía en la calle. En este andar, lo detiene una noche una patrulla del ejercito, le piden documentación y al no tenerla lo envían al estadio Chile. Se manejó clandestinamente hasta que Bartulin lo encuentra en Chacabuco. Tomamos la decisión de dejar todo en el más estricto secreto, a objeto de salvar la vida de este valiente compañero y solo se lo comentamos a muy pocos compañeros de confianza a objeto cooperar y ayudarlo en su clandestinaje dentro del campo. Nos dijo que NO tenía contacto con ningún familiar y seguramente pensaban que murió en el combate a la Moneda.

Ante esta situación que vivía el Loco Mario, se tomo la iniciativa de que uno de los miembro del consejo de Ancianos y quien tenía contactos a través de sus familiares en forma directa con la embajada de Suecia en Santiago, apenas pudiese, informara al embajador de este caso a objeto que de inmediato informara a los organismos internacionales de DDHH a objeto de proteger al compañero ante cualquier situación de búsqueda. Un día de visitas en Ritoque, llaman por su nombre real al Loco Mario, nos informa y decide no salir a la visita, varias veces lo llaman por los parlantes y el Loco no salió a ver a la persona que lo visitaba. Era una novia de él en la población donde vivía y que hacia muchos años y por lo estricto de su trabajo de seguridad no veía. De inmediato, reunimos al Consejo de Ancianos del Campo e incluso informamos al Compañero Luis Corvalán de lo que estaba sucediendo. Se tomo la decisión de esconder al Loco en una cabaña diferente en donde alojaba y si lo buscaban en cualquier momento, armar una tremenda bulla en las dos zonas, a objeto de protegerlo.

Justamente se dio lo que pensamos, se acabó la visita y la persona que lo vino a ver se retira muy extrañada y mas los oficiales a cargo de la seguridad. En la noche, tipo 11 sentimos se abre el portón, ingresan una gran cantidad de militares y civiles fuertemente armados, golpean la cabaña donde debía estar el Loco, nadie abre y comienza en las dos zonas del campamento una bulla y gritos ensordecedores. Todas las cabañas estaban cerradas por dentro y todo el mundo hacia sonar cualquier tipo de utensilio. Entre medio de los gritos y bullas, el jefe del campo solicita conversar con el Consejo de Ancianos y se realiza esta reunión. El hombre que comandaba al equipo que buscaba al Loco Mario era el propio Jefe de la DINA, el siniestro Manuel Contreras. En esta reunión y en la cual participo por ser parte de este Consejo, nos informa el Jefe del Campo que la comisión de la DINA requería del Loco Mario, pues ya sabían que estaba vivo, que no había muerto en la Moneda, que no estaba desaparecido y como habían montado seguimiento a toda su familia y amistades, siguieron a su ex novia hasta que llegó a Ritoque y esa era la razón por la cual lo requerían.

Les plantemos que NO le entregaríamos al compañero y que estábamos las dos zonas dispuestos a todo, a objeto de salvaguardar la vida de este valiente compañero. El jefe habla con Contreras y este nos informa que ellos NO se lo llevan, que solo querían ratificar que estaba en el Campo y que además ya el Gobierno de Suecia así como las Naciones Unidas le otorgaban todo su respaldo al compañero para que nada le sucediera. Se llega a una solución y delante del jefe del campo, del tenebroso Contreras y del Consejo de Ancianos se realiza la entrevista y en la cual Contreras lo que deseaba saber era como había salido de la Moneda y como había estado detenido por ellos y sin que su organización de inteligencia lo haya podido detectar. El loco cuenta su historia y Contreras lo que hace fue recalcar la astucia, la habilidad e incluso recalca que esa actitud es típica de las personas de los barrios mas pobres de la capital. Se retiran los militares y todo vuelve a la normalidad, el Loco se transforma en el hombre más querido por todo el campo e incluso sus compañeros de cabaña quedan asombrados al saber que tenían al lado a uno de los hombres más valientes en esta difícil situación que vivíamos. Tiempo después, recibe la visita de personal de la Embajada de Suecia y tengo entendido que fue el primer preso político en salir del país después del golpe. El Loco de Suecia fue a Cuba y nos encontramos años después en Nicaragua.

Otro de las situaciones que se vivió, fue con un compañero muy simpático del MIR, delgado y le decíamos EL NEGRO, quien hacia mucho deporte y todos los día corría casi dos horas, dándole vueltas a todo el campo, para después realizar abdominales y pesas. Este NEGRO, era muy simpático y se metió a RANCHERO (a trabajar con los cocineros militares) y se fue ganando la confianza de los mismos, por su simpatía, por su atención y por ser un hombre muy generoso. Los militares, fundamentalmente los suboficiales, lo querían mucho y siempre le traían regalos y lo llamaban para conversar con el fuera de las instalaciones del Campo, incluso lo llevaron a sus casas a fiestas de cumpleaños y otras. Una noche y escudándose en la absoluta libertad de movimiento que tenía, sale del campo y se acerca a la playa que estaba relativamente cerca del mismo. Como estaba solo, se echa a correr toda la noche y ya de madrugada agarra un microbús, previo mudarse de ropa que llevaba escondida y según supimos, se asila en la embajada del Vaticano y sale después a Italia con apoyo del Gobierno Italiano y del Vaticano. Creo fue el único prisionero que se escapó de un campo de Concentración. Al otro día cuando pasan la lista de los detenidos, en la rutina matinal, se dan cuenta que el NEGRO se les escapó.

Otro testimonio que considero importante dejar plasmado en este informe, fue la llegada a este campo de Prisioneros de mi gran amigo y compañero Claudio Huepe (Diputado de la Democracia Cristiana) y quien es tomado prisionero personalmente por el jefe de la DINA, Manuel Contreras en un restaurante de Santiago, en una noche en que los esbirros celebraban la muerte de Miguel Enríquez. Embriagados este grupo de asesinos por la VICTORIA y por la cantidad de alcohol con el que celebraban y en medio de esa orgía, se les ocurre entonar las Notas Sagradas del Himno Nacional de Chile, para festejar la BATALLA ganada. Claudio me cuenta, que fuera de este grupo de unos treinta (30) asesinos…- todos de civil -…, no había más de seis clientes en ese restaurante. El se encontraba conversando y cenando con una joven periodista argentina, que lo estaba entrevistando, cuando los borrachos agentes de la DINA entonan el himno. Para Claudio esto fue una ofensa a este símbolo y más cuando ellos gritaban que era porque habían matado al heroico MIGUEL ENRIQUEZ en un enfrentamiento.

Claudio no se levantó mientras cantaban la Canción Nacional y esa situación la observa el asesino Manuel Contreras y enardecido se acerca a la mesa, comienza a insultarlo, a decirle antipatriota y se da cuenta que es Claudio Huepe y de inmediato lo golpea junto a varios esbirros y lo sacan a el y la periodista y a Claudio lo llevan a un centro de detención clandestino de la DINA. Fue sometido a fuertes torturas e incomunicación y constantemente golpeado e insultado. No podían aceptar la actitud heroica y honorable de Claudio y de un grupo muy pequeño de Demócratas Cristianos, encabezados por Bernardo Leighton y Radomiro Tomic y quienes sacan un comunicado público el 13 de septiembre, oponiéndose al golpe militar y solidarizando con los miles de compatriotas detenidos y asesinados.

Claudio anduvo en varios centros de detenidos y finalmente lo enviaron a Ritoque, donde fue recibido por nosotros con todo el respeto que se merecía un opositor político a Salvador Allende, pero un hombre honorable. Se fue ganando el aprecio, respeto y cariño de todos los presos y ganándose la confianza absoluta de todos nosotros. Entre Claudio y mi persona, nace desde el día que llego una amistad muy hermosa y profunda. En la única visita de nuestros familiares al Campo de Ritoque, conocí a su familia, sus padres, su esposa, sus pequeños hijos y algunos camaradas de su partido como el joven diputado Ricardo Hormazábal y el conoció a mi esposa y mis pequeños hijos. Esa amistad duró durante todo el tiempo y se derramó a un aprecio y cariño familiar. Claudio murió el año pasado (2009) en el país que le dio asilo – Venezuela – y me tocó estar junto a sus hijos y la colonia chilena en el homenaje póstumo que le brindó este solidario país, despidiendo sus restos hasta que fueron trasladados a Chile. Sirva este testimonio no solo como un recordatorio de un honorable y valiente militante de la Democracia Cristiana Chilena sino como un postrero homenaje a mi gran amigo, a mi gran compañero, a mi gran hermano Claudio Huepe.

A finales de noviembre o primeros de diciembre de 1994, se recibe una feliz noticia. Fueron publicadas en gaceta, en los diarios y sale en todos los noticiarios del país una lista con los cien primeros prisioneros políticos, que están en diferentes campos de concentración en Chile y la mayoría en Puchuncaví y Ritoque, a los cuales se les decreta expulsión del país y con destino a diferentes naciones que ya aprobaron recibirlos como Refugiados Políticos. En lo personal, para mi la alegría es mayor pues mi hermano Raúl Ernesto Ruilova Maluenda, esta en esta lista y además otros compañeros de Ritoque. Realizamos una breve celebración interna y a los indicados en esta lista se les plantea que se preparen con todas sus pertenencias pues en cualquier momento serán trasladados a Santiago a un Campo de Transición llamado CUATRO ALAMOS. Pasan unos dos o tres días y se llama a los compañeros a formación, se les ordena y son llevados fuera del campo para subirlos a unos transportes que los llevaran a Santiago. Gran alegría y mucha emotividad despedirse de este grupo de compañeros y para mi separarme de mi hermano menor después de estar mas de un año prisioneros juntos, tanto en Chacabuco como en Ritoque y pensando en la alegría de la familia y especialmente nuestros padres, al saber que su libertad se da pero lamentablemente fuera de nuestro país.

Quedamos muy pocos entre las dos zonas de Ritoque, muchos ya han salido en diferentes listas y algunos en libertad en Chile y otros con decretos de expulsión a otros países. Obviamente en la mayoría de nosotros comienza a cundir una cierta inquietud pues seguíamos detenidos y nuestros procesos seguían abiertos y sin definiciones. La opinión que nos parecía más racional es que salieran definitivamente condenas por cualquier motivo y llevarnos a cumplir esas condenas en la cárcel, pues ya teníamos antecedentes de varios compañeros que sufrieron esas penas.

A mediados de diciembre de 1974, comienzan a circular rumores de salida de una próxima lista de posibles expulsiones y esto no se daba. Una noche y ya a finales de diciembre, observamos mucho movimiento de militares, ingresan al campo y leen una lista de unos diez compañeros y entre los cuales me nombran. Nos ordenan buscar nuestros efectos personales, nos forman y nos dicen seriamos trasladados a Santiago, nos despedimos de los pocos que quedan y lentamente vamos subiendo a una pequeña caravana de unos tres buses, escoltados por militares y carabineros. Salimos muy lentamente y a muy baja velocidad nos llevan por unas oscuras carreteras y caminos bajo un silencio sepulcral de los que éramos trasladados. De repente entramos al Campo de Puchuncaví, pues de ahí salían otros diez compañeros, los montan en los buses y nos dirigimos luego a Santiago donde llegamos de madrugada al Campo de Concentración conocido como TRES ALAMOS.

9) Campo de Concentración Tres Álamos y Cuatro Álamos.

Como siempre, la llegada al Campo de Concentración de TRES ALAMOS, mantiene la misma tónica de siempre. Los militares nos entregan a Carabineros, que eran los custodios y responsables de este campo, nos forman, nos desnudan, insultos, golpes, amenazas, etc., para luego introducirnos a este pequeño campo. Nos encontramos en este a unos cien compañeros quienes llevaban bastante tiempo en el mismo y la mayoría venían trasladados de Tejas Verdes y otros de la Cárcel de Santiago, la mayoría sin saber exactamente cuál seria su destino final.

La situación era muy difícil, pues el control y manejo en el Campo por parte del personal de Carabineros era muy fuerte, muy agresivo y con constantes agresiones y amenazas. Como en todos los Campos había una organización de los detenidos y era esta la que trataba de resolver estas desagradables situaciones. Se trataba de mantener un cierto estilo de vida en estas apretadas condiciones a objeto de mitigar la abulia del día a día; algo de deportes, entretenciones, charlas, cursos, etc.

A mediados de Enero de 1975, leen una lista de unos diez compañeros, entre los cuales me encontraba, nos ordenan, nos exigen traer nuestras pertenencias pues seriamos trasladados a otro Campo, conocido como CUATRO ALAMOS, nuestra sorpresa fue mayúscula, pues este quedaba vecino al otro y mucho mas cuando nos encontramos con todo el grupo de la primera lista de cien liberados y en la cual se encontraba mi hermano Ernesto así como Manuel Cabieses, Apablaza y otros compañeros.

Nos informan se rumorea que el grupo nuestro, junto a otros, dentro de poco seriamos expulsados del país y que seguramente en esos días tendríamos visita de nuestros familiares, lo que no se sabia cual era el destino nuestro. En este campo tengo la agradable vivencia de encontrarme de nuevo con mi gran amigo Claudio Huepe así como otros conocidos.

Uno de los fines de semana, tenemos la visita de nuestros familiares, en un ambiente de mucho control y donde apenas pudimos estar con ellos unos minutos y siempre vigilados por personal de carabineros. Mi esposa Dulia, me informa que les han comunicado que seriamos expulsados del país, pero sin saber ni cuándo ni a qué lugar, me llevó un poco de ropa y enseres de limpieza y a esperar lo que sucediera.

A los pocos días, nos sacan fotos tipo pasaporte y el día 12 de febrero de 1975, en la tarde, nos informan a un grupo que preparáramos todas nuestras pertenencias pues al otro día saldríamos muy de madrugada del Campo, para ser trasladados al Aeropuerto Internacional, pues seriamos expulsados del país por traidores a la patria. Esa noche fue muy agitada y llena de emociones, nos despedimos de todos nuestros amigos y yo especialmente de mi hermano Ernesto.

Nos despiertan muy de madrugada, nos forman y nos conducen fuera del campo para subirnos a los buses de Carabineros que nos conducirían al Aeropuerto. Todo esto siguiendo la misma tónica de siempre, con la diferencia que ahora eran mucho mas violentos, pues gritaban que lo que merecíamos era estar muertos en lugar de expulsarnos vivos fuera del país. Se comienzan a mover lentamente los buses y con fuerte escolta de carabineros nos conducen al Aeropuerto.

10) Caracas, Venezuela.

En el Aeropuerto nos esperaban nuestros familiares y fue en este sitio donde recién nos entregaron nuestros pasaportes ya sellados y en mi caso particular tenia el numero 6463, expedido el 12 de febrero de 1975 por el registro Central de Identificación de Santiago de Chile. Este documento tenia la particularidad de tener un sello que decía “SOLO VALIDO PARA SALIR DEL PAIS, NO RENOVABLE, NO REVALIDABLE”, es decir, teníamos obviamente todo el grupo de expulsados destierro forzoso y NO ingreso nuevamente a nuestro país, violando de esta forma uno de los DDHH fundamentales de cualquier ciudadano y que es el poder salir e ingresar libremente a cualquier país y con mayor razón al de origen y además la negación de ese importante documento de identificación.

Nos dan unos minutos para despedirnos de nuestros familiares y estas escenas fueron muy melancólicas, pude abrazar a mis pequeños hijos, acariciarlos y tenerlos en mis brazos un pequeño momento, besar y acariciar a mi joven esposa así como al resto de mis familiares, incluido mis padres. Nos llaman por los parlantes y nos despedimos emotivamente de todos ellos, aun no sabíamos el destino.

Nos forman en fila india y una tremenda sorpresa, pues al grupo de unos veintiocho detenidos, que nos traían de Cuatro Álamos, se agrega un grupo de unos diez compañeros y quienes eran figuras muy conocidas y de alta responsabilidad del Gobierno del compañero Allende: el hermano de José Tohá, varios ex Ministros del Partido Radical y Socialista, como Anselmo Sule, el compañero periodista de la Moneda Negro Olivares y otros.

El avión era IBERIA y venia de Buenos Aires y lo tenían aparcado en la pista. Desde el Aeropuerto hasta la escalerilla del avión deben haber habido, unos doscientos metros y desde la puerta de salida del Aeropuerto hasta la escalerilla del avión un callejón formado por decenas de militares y carabineros fuertemente armados, además de vehículos blindados con ametralladoras en la pista. Nos hicieron ir al trote en medio de este callejón y comenzaron desde el inicio hasta el final, patadas, culatazos, golpes, escupitajos y todo tipo de groserías e insultos. Recuerdo que yo era el segundo de la fila y delante mío el valiente Senador Anselmo Sule me grita…- compañero defendámonos y también demos golpes a estos fascistas-…así fue y llegamos a la escalerilla del avión todos golpeados y con la ropa destrozada pero felices no solo porque salíamos de ese infierno que era la cárcel, sino además porque nos dimos el gusto de golpear a unos cuantos de estos cobardes militares.

En la escalerilla del avión estaba toda la tripulación de IBERIA, encabezada por su Capitán y Azafatas y quienes lloraban al ver ese triste espectáculo de fascismo de los militares. Al lado de ellos me llama la atención un Señor elegantemente vestido, con un peinado engominado y apoyado en un bastón, era el Gobernador de Caracas, Venezuela, el doctor Diego Arria y quien había sido enviado por el Gobierno de su país a buscar a estos detenidos, pues era el Gobierno Venezolano y cuyo Presidente era Carlos Andrés Pérez, quien en un gesto de solidaridad habría las puertas de ese bello país a los prisioneros políticos chilenos. Todos los pasajeros que venían de Buenos Aires observaron esa absurda y cruel escena realizada por los militares chilenos y con lágrimas y abrazos nos recibieron dentro de la aeronave, previo al saludo y solidaridad de la tripulación…- al fin sabíamos nuestro destino…VENEZUELA -…, la tierra de mi gran amigo y compañero Mariano Rodríguez, fallecido hace un mes atrás en Caracas y a quien de forma póstuma dedico parte de este testimonio.

El avión emprende el vuelo y aterriza primero en la Paz (Bolivia), donde no permiten bajarnos y después en el Aeropuerto El Dorado de Colombia, donde si pudimos bajar de la aeronave. Tipo 7 pm. y ya oscuro, aterrizamos en el aeropuerto de Maiquetía. Había muchos periodistas, nacionales y extranjeros, tanto de la televisión como de los periódicos, pero teníamos terminantemente prohibido dar cualquier tipo de declaraciones, salvo el compañero Anselmo Sule. A la salida del aeropuerto, nos esperaban cientos de chilenos, encabezados por el senador Aniceto Rodríguez. Nos montan en unos buses y nos trasladan a Caracas, al grupo de los 28 al Hotel Veroes y el de los ex ministros y figuras públicas de Allende al Hotel El Conde.

Comienza de esta manera una nueva vida, en un nuevo país, con unas nuevas costumbres y con un clima diferente. Nos dan nuestros documentos venezolanos y recibo la cedula de residente 81.240.506.

Dentro de mi grupo recuerdo los nombres de:

José del Transito Aceitón Salazar, (fallecido en Caracas)
José Ashar Irane, (fallecido en Mérida)
Arturo Coloma, (fallecido en Caracas)
Pelado Gallardo, (fallecido en Caracas)
Carlos Castillo.
Carlos Antuña.

Comienzo a trabajar en Ingeniería, regularizar mi titulo en la Universidad Central de Venezuela (UCV), inscribirme en la Escuela de Ingeniería Mecánica de la UCV, buscar un lugar donde vivir y en febrero de 1977, llegan mi esposa e hijos y al fin podemos en Venezuela regularizar nuestra vida familiar, después de cuatro años sin poder estar juntos. En Venezuela saco el titulo de Ingeniero Mecánico, así como una Maestría en Energética.

El año 1981, nos vamos con la familia a vivir a Nicaragua, país que vivía toda una efervescencia revolucionaria y estamos en ese país hasta marzo de 1985, fecha en que se me permite el ingreso a Chile. El Alto Comisionado de las naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), organismo en el cual estaba registrada toda mi familia afectadas por la situación de detenido, perseguido y desterrado político, financian nuestro traslado a nuestro país y a mediados de ese mes regresamos a Chile en pleno periodo dictatorial de Pinochet.

Estando en Chile, me integro a la lucha revolucionaria en contra de la dictadura y comienzo a militar en el Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) en forma clandestina y secreta. Dentro de las actividades mas importantes que se preparaban en esta lucha, destacaba la internación de armas clandestinamente al país y comienzo a trabajar con un grupo de compañeros en esa importante y delicada misión. En este trabajo me tocó asumir importantes funciones, y se logró ubicar un lugar estratégico en el Norte de Chile para realizar el desembarco de estas armas. Ese lugar estaba ubicado cerca de la Caleta Carrizal, a la altura de la ciudad de Vallenar en la III Región.

Lamentablemente, en agosto de 1986 y por errores cometidos por el grupo que tenía la responsabilidad de custodiar el lugar y a una serie de denuncias de lugareños sobre movimientos extraños en ese sitio, los organismos de inteligencia y carabineros descubren y allanan el lugar. Caen detenidos varios compañeros y se inicia en todo el país la búsqueda de los participantes en tan osada misión. Una de las personas más buscadas era yo: Juan Rafael Ruilova Maluenda (alias Loco Antonio) y producto de esta búsqueda se da inicio a allanamientos compulsivos, intercepción de teléfonos, instalación de puntos fijos, seguimientos, interrogatorios, apremios físicos y psíquicos a las residencias de mis familiares y en especial a mi esposa e hijos.

Producto de esta fuerte búsqueda, debí pasar a la más absoluta clandestinidad lo que me obligó a permanecer absolutamente incomunicado con mis familiares y amigos y fundamentalmente con mis padres, hermanos, esposa e hijos. Se me acusaba de una serie de acciones y el que dirigía personalmente mi búsqueda era el siniestro Fiscal Militar Torres. Tomo la decisión de salir clandestino del país hacia Argentina en febrero de 1992 y la razón era de índole política y personal. Ya existía el Gobierno de la Concertación dirigido por Patricio Aylwin y era absurdo permanecer clandestino en el país en ese contexto político y la otra de índole personal.

Mi hijo menor, Juan Virgilio Ruilova leal, había sido llamado a cumplir su Servicio Militar Obligatorio y fue destacado al regimiento de Paracaidistas y Tropas Especiales del Ejercito, que era la unidad militar mas cercana y querida por Pinochet y que incluso no solo aportaba el personal para su seguridad personal sino además era el principal nutriente de los Servicios de Inteligencia y Represión. Al tener noticias de esta situación, me di cuenta de la gravedad de la misma, como en consecuencia ocurrió. Mi hijo menor, era en el fondo un rehén, a objeto de presionar a través de él a mi familia y poder de alguna forma dar con mi paradero. Los jefes de la CNI y los altos oficiales de esa unidad militar, comenzaron a presionar a mi hijo a objeto que colaborara con ellos para que les suministrara cualquier información de mi persona para luego detenerme. Lo obligaban a visitar a su madre para que lograra a través de ella saber dónde estaba, qué estaba haciendo y cómo me movía por el país. Le decían a mi hijo que yo era uno de los hombres mas preparados, mas importantes y mas audaces de la estructura del Frente y que tenían que dar con mi paradero a como diera lugar. Que yo era uno de los principales responsables no solo de la internación de armamentos por Carrizal, sino además del atentado contra el General Pinochet y donde murieron cuatro de sus mas queridos compañeros y haber sido uno de los artífices del túnel por el cual se escaparon de la Cárcel Publica de máxima seguridad casi todos los detenidos del FPMR.

Mi hijo, muchacho valiente y astuto, se dejaba llevar por estos personajes y dejaba correr el tiempo, mientras desarrollaba sus conocimientos militares en dicha unidad y en la cual se destacó como uno de los mejores conscriptos. Obviamente, ni mi esposa, ni mis hijos y ninguno de mis familiares sabia donde estaba y por donde me movía y nada podían aportar a estos agentes. Sabían eso sí que la casa de mi madre en Ovalle y donde vivía mi esposa tenia vigilancia permanente y establecida, por lo tanto, nada pudieron sacar en limpio y solamente lograban poner nerviosa a mi esposa, familia y mi hijo, por la fuerte presión que ejercían sobre el.

Al tener noticias de que mi hijo llevaba casi un año en el regimiento de Paracaidistas y que lo presionaban respecto a mi persona, veo lo grave de su seguridad, pues podían descargar sobre el muchacho la ira al no poder conseguirme como ellos deseaban. Tomo la decisión de acercarme a Valparaíso y contactar a mi gran amigo y compañero Claudio Huepe y quien en ese momento era Diputado y en esa ciudad estaba el nuevo Edificio del Parlamento. Contacto a un gran amigo y compañero de la Universidad y en quien tenía toda la confianza y quien residía en Valparaíso. Me instalo unos días en su apartamento y le planteo la tarea de ver a Claudio Huepe y manifestarle que deseaba hablar con él personalmente. Mi gran amigo lo contacta y una noche me presento en el apartamento donde vivía Claudio Huepe con el senador mariano Ruiz Esquide y muy cerca del parlamento. Una gran emoción tanto de Claudio como mía al poder de nuevo vernos después de tantos años y tantas vicisitudes, me presenta a Mariano Ruiz Esquide y ambos me manifiestan que para las fuerzas de seguridad yo era un botín muy importante, ya sea vivo o muerto. Conversamos sobre diferentes temas y le cuento a estos parlamentarios la situación difícil y peligrosa que vivía mi hijo y mi familia. Se comprometieron a conversar con el presidente Aylwin y con el Ministro de Defensa, plantearles la situación y solicitarles que mi hijo de inmediato, fuese dado de baja y sacarlo de esa situación de rehén que vivía en la unidad Militar. Le planteo a estos amigos, que yo ya estaba saliendo clandestinamente fuera del país hacia Argentina, por algún paso cordillerano y me prestaron todo el apoyo ante cualquier situación difícil que viviera en ese cruce. En efecto así fue y en Febrero de 1992, salgo clandestino junto a otro compañero por uno de los pasos cordilleranos del sur de Chile hacia Argentina. No tuvimos ningún problema en el cruce y finalmente llegamos a Buenos Aires, donde teníamos posibilidades de vivienda y tratar de resolver nuestro problema legal en ese país.

Llegando a Buenos Aires me comunico con Claudio Huepe para informarle que llegué sin problemas y el aprovecha de informarme que lo de mi hijo estaba muy bien encaminado y que el gobierno del presidente Aylwin valoraba lo delicado que siguiera haciendo su Servicio Militar en esa unidad y estaban realizando las gestiones para sacarlo de esa situación. Finalmente así fue y al poco tiempo es llamado por el Jefe de esa Unidad Militar, quien le informa a mi hijo que producto de decisiones del más alto nivel gubernamental se ordenaba cesar su Servicio Militar e integrarse de inmediato a su vida civil y estudiantil. Esta persona le manifestó a mi hijo, que estaba seguro que su padre se había movido al mas alto nivel gubernamental para cesar esta actividad y le recomendó lo siguiente…- Seguro veras a tu padre en algún momento y quiero le digas dos cosas, primero que donde lo encontremos será hombre muerto pues muchos de sus compañeros militares fueron muertos por el FPMR y tu padre ha participado en esto y segundo, dile que a pesar de que ellos son nuestros enemigos, por lo menos respetamos su valentía y su osadía -…Como vemos una amenaza velada y concreta de un alto jefe Militar.

En marzo de 1993, decido salir de Argentina, siempre clandestino, hacia Brasil a objeto de poder llegar nuevamente a Venezuela y reiniciar en ese solidario país y por segunda vez, mi vida normal, familiar, profesional y docente. Llego en forma ilegal en Septiembre de 1993 a Caracas, Venezuela y buscando solidarias amistades logro conseguir donde vivir e inicio los contactos para resolver mi problema legal. Me encuentro con mi gran amigo Mariano Rodríguez y el me pone en contacto con Autoridades de Gobierno y Parlamentarios y gracias a ese apoyo el Gobierno Venezolano me da Status de Refugiado Político y me entrega un pasaporte Provisional (ver documento anexo Pasaporte de Emergencia Nº 22704 y CI venezolana 81.240.506, expedido el 7 de Enero de 1994). Me pongo en contacto con la Conferencia episcopal Venezolana que es la Agencia ejecutora del Programa del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y esta importante instancia Internacional me reconoce mi estatus de Refugiado el 19 de Enero de 1994 (ver documento anexo, Constancia de Refugiado, entregada el 24 de Enero de 1994).

Desde mi llegada a Venezuela en septiembre de 1993, hasta la fecha, marzo del 2010, regularicé mi situación legal, reinicié mis actividades profesionales y de docente universitario, reinicio nuevamente mi situación familiar y vivo actualmente en Caracas Venezuela con mi esposa. Trabajo en la Empresa privada en proyectos de Ingeniería Petrolera y soy profesor de Pre y Post – Grado en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Central de Venezuela (UCV).

El hecho mas importante se da cuando en el oficio Nº 2100 del 14 de octubre del 2008, se deja sin efecto la orden de aprehensión por la Fiscalía Militar de Santiago y por lo tanto puedo ingresar sin problemas a mi país nuevamente y en forma legal (ver documento anexo de la Fiscalía Militar de santiago Nº 2100 y firmado por el Fiscal Militar Roberto Reveco Díaz, Santiago 14 octubre del 2008).

En enero del 2009, viajo con mi esposa al reencuentro con mi país, con mis amigos, con mi familia, con mis madre (lamentablemente mi padre falleció en el 2008 y no pude estar en su entierro por la prohibición de entrada al país y la orden de aprehensión), mis hijos y mis nietos. Fue el momento más emotivo, más bello y el corolario feliz de todos los terribles años de detención, tortura, exilio, persecución y clandestinaje que me tocó vivir por ser consecuente con los principios políticos.

Acá termina mi informe testimonial y si la Comisión lo encuentra muy abultado, me perdonarán, pero deseo dejar constancia no solo de la situación personal vivida, sino que además, dejar reflejado la vivencia de muchos otros detenidos y con los cuales me toco vivir y compartir esta historia obscura y trágica en nuestro país. He tratado de ser lo mas fiel a la veracidad de los vivido, tratando de recordar momentos, fecha, lugares y personas lo mas cercano a la realidad. Han pasado muchos años y el recuerdo se mantiene vivo, pero la memoria puede jugarnos algunas malas pasadas y algo de lo contado puede estar ligeramente desviado de la realidad, pero en general lo más cercano a esta.

Obviamente, lo más doloroso es la separación de tus seres queridos y el estar alejado por años de la continuidad de la familia, dejar de ver el crecimiento y desarrollo de los hijos, de los nietos y el día a día junto a ellos, tú esposa, padres, hermanos, familia, amigos y tu país. Es una experiencia dolorosa, irreversible y cruenta no solo para uno, que es parte de la trama, sino fundamentalmente la familia que fue constantemente acosada, apremiada, interrogada, allanada y sometida a torturas psicológicas y físicas para dar los organismos de seguridad con el paradero de los buscados y perseguidos.

Esperando que las expectativas de la valorable Comisión Valech, estén cumplidas con este testimonio


Se despide,

Atte.

Juan Rafael Ruilova Maluenda
RUT: 5.280.772 - 7

No hay comentarios:

Publicar un comentario