en Alcalde Manuel de la Lastra 2351, La Reina
Y pensar querida Natacha que hacen ya muchìsimos años, junto a este grupo de tus compañeros y amigos creìmos haber vivido el más grande dolor que podrían soportar nuestras vidas. Fue ese dolor colectivo el que laceró nuestras almas y que construyó entre nosotros el más hermoso e indestructible puente de amistad y amor.
Hablo en el nombre de todos tus amigos y amigas de la Universidad Técnica del Estado, de todos los que hoy aquí se encuentran y de todos aquellos que les fue imposible estar junto a ti en este desgarrador momento. Las palabras no existen, no se encuentran en el diccionario de nuestra lengua castellana, no hay nada que pueda dimensionar el dolor que nos causa tu devastador dolor.
Si te sirviera de consuelo decirte que fuiste para nosotros la mejor madre del mundo, que formaste las tres más hermosas princesas. Y una de ellas, la mayor, quiso navegar hacia otras galaxias. ¿Porqué tan pronto? ¡Quizás a colonizar y a sembrar de verde a otros planetas! ¡Tal vez a ofrendar su belleza, su juventud y su bondad e inteligencia a seres de otras dimensiones!
¡A lo mejor se fue detrás de la utopía inconclusa dejada por su madre y su pandilla!
Querida Natacha, ¡Cómo nos duele quererte tanto! ¡Aquí estamos! ¡Siempre, siempre estaremos!
IRIS ACEITON
Estimados amigos (as), les escribo desde Punta Arenas;
Es probable que algunos de ustedes aun no sepan la lamentable noticia referente al sensible fallecimiento de mi hija mayor Carolina Tapia, ocurrido el miércoles 2 de junio a consecuencia de un accidente automovilístico ocurrido en esta ciudad; en la cual hemos realizado sus funerales recibiendo el apoyo, compañía y reconocimiento de muchas personas que valoraron haber compartido con ella.
Agradecemos el inmenso apoyo recibido.
A nuestro regreso a Santiago, realizaremos una ceremonia en recuerdo de Carolina, este sábado 5 de junio, a las 16:00 horas en la capilla del colegio Saint John´s Villa Academy ubicado en Alcalde Manuel de la Lastra 2351, La Reina, Santiago.
Natacha Mansilla Fuentes
Familiares y amigos acompañaron funerales de Carolina Tapia
Emocionado adiós a joven agrónoma
Restos de malograda ingeniera fueron cremados y serán llevados hoy a Santiago.
Carolina Fabiola Tapia Mansilla tenía 28 años cuando perdió la vida el miércoles en el kilómetro 31 de la Ruta 9 Sur, tras despistarse la camioneta que guiaba, junto a otras tres personas, y caer en el denominado “Cañadón de la muerte”.
La jornada de ayer estuvo cargada de dolor, luego que de madrugada arribaran a la zona sus padres, Alejandro Tapia y Natacha Mansilla, y sus hermanas María de los Angeles y Valeria, junto al novio de la fallecida.
Pasadas las 11,30 horas, los restos de la joven serían trasladados desde el domicilio de Maipú Nº652 hasta el Santuario María Auxiliadora, en medio de profundas escenas de dolor. Allí, proseguiría su velatorio, recibiendo la familia diversas muestras de adhesión ante la prematura partida de la profesional.
La muerte de la joven profesional caló hondo dentro de sus colegas del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (Inia) y el personal de los servicios del agro en Magallanes. Su deceso también fue muy sentido a nivel de la Asociación Chilena de Seguridad y la Mutual de Seguridad, empresas en las cuales, respectivamente, cumplen funciones sus padres en la capital.
Incluso la noticia generó profunda tristeza en la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Austral de Chile, donde ella estudió, según lo consignó ayer el Diario Austral de Valdivia.
Ultimo adiós
Los funerales de Carolina Tapia se efectuaron ayer a las 16,30 horas, luego de un responso fúnebre celebrado en el templo por el vicario diocesano Fredy Subiabre. El cortejo, integrado por un centenar de personas, se dirigió hasta el Cementerio Municipal Sara Braun. En la capilla del camposanto su familia y amigos se reunieron en una instancia de música clásica y palabras pronunciadas por sus más cercanos.
Alejandro Tapia, padre de la joven, visiblemente afligido, quiso rescatar en tan difícil momento el recuerdo de Carolina, sus ideas y su fortaleza para enfrentar su trabajo: “ella estaba muy entusiasmada con todo su proyecto (en esta región)”.
Manifestó que para un padre no es una cosa sencilla despedir a una hija. Destacó esa bondad y cariño que ella siempre supo generar y, pese a todo, expresó creer que “Carolina se fue muy feliz”.
José Retamales, director del Instituto Antártico Chileno (Inach), también tuvo palabras para destacar el privilegio de compartir su hogar durante los últimos tres años con la joven, de quien era padrino. El había forjado una larga amistad son sus padres desde que entró a estudiar Ingeniería Civil y de ahí mantendrían una larga y fluida amistad, recibiendo desde niña en muchas ocasiones a Carolina.
Destacó que ella “era una chica súper amorosa, de gran calidad humana y sencillez”. Por todo el empeño que ella había puesto en un proyecto para estudiar la mejor explotación de la turba, ella le daba mucha esperanza al ver a una joven realmente muy entusiasta. “Si ella pudiera despedirse, sin duda diría gracias a los magallánicos”, agregó.
María de los Angeles, hermana de la fallecida, recordó la claridad que ella tenía respecto a sus ideales y metas, y su incansable espíritu de trabajo. Valoró su belleza como persona, así como su profundo amor y guía como hermana mayor, calificándola como “la mujer más bonita del mundo”.
Luego de los sones de “Alfonsina y el mar”, interpretada en flauta traversa y violoncello, la madre Natacha Mansilla agradeció la presencia de quienes acompañaron ayer a su hija. Sus restos serían más tarde cremados y viajarían de regreso con la familia hoy a Santiago
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