Me propongo contribuir con algunas notas sobre personajes de la EII. Una primera contribución son algunas notas sobre Don Rubén Toro Valenzuela, que imagino es un referente común a todos aquellos que pasamos por la EII de los anos 50 y 60.
Ojalá otros se contagien y decidan recuperar memorias.
Habran por ahí algunas fotos de la época? Seguro que alguien tendrá algunas que sería bueno compartir.
Un abrazo,
Poncho Grau
Don Ruben Toro Valenzuela,
Todos los que pasamos por la gloriosa EII y logramos sobrevivir esos durísimos años de estudio llevamos el recuerdo imperecedero de Don Rubén. Lo recuerdo cuando llegaba a las salas llamadas de Plan Comun de la EII una vez instalada en el nuevo campus de la Quinta Normal. Vestía un delantal color beige para proteger su terno y corbata de los polvos de tiza que emanaban con furor a medida que desarrollaba sus clases magistrales. La lógica perfecta, los conceptos diáfanos dejaban entender un nivel de excelencia que todos admirabamos y de alguna manera deseabamos emular. O, para decir verdad, al menos tratabamos de comprender lo suficiente para poder llegar a la nota 4 que permitía pasar de curso. Y, recordémoslo , un 4 en Física o Mecánica Racional no era tarea fácil. Claro, habían unos pocos que se sacaban un 5 o un 6 pero estos eran una minoría de ADN privilegiada. Creo que esos cursos eran un mejor indicador de IQ que todas las otras medidas que los psiquiatras han propuesto a través de los años. Quiere saber su verdadero IQ? Pase entonces por los cursos de Física de Don Ruben.
Bueno, yo pasé Física el el primer año de la EII con mi soberbio 4. También pasé Mecánica Racional en el segundo año de Ingeniería con un 5, pero en Marzo. Sencillamente no fuí capaz de presentarme en Diciembre pues ese año de 1964 mis queridos compañeros insistieron en que fuera el candidato del MUI (Movimiento Universitario de Izquierda, o era Unitario?) a la presidencia de la FEUT. Gran favor me hicieron, era el año del triunfo de Frei Montalva y la DC Universitaria pasaba por su mejor período. Ya que toqué el tema, digamos que ganó Vladimir Alvarez no por mucho, pero al menos ganamos la EII, también no por mucho,. Aquí me voy del tema, pero si de recuerdos se trata, déjenme decirles que en mi lista se incluía Susana Sanchez, excelente compañera y amiga, a la Secretaria General, también iban Jorge Cabello y un radical de apellidos Arias Tarifeño (muy probablemente a la Tesorería), que apareció por ahí un par de veces en las proclamaciones del IPT. Bueno ese es otro cuento lleno de anécdotas que quizás se las refiera en otra ocasión.
Volviendo al tema de Don Rubén. Creo que todos los que de alguna manera sobrevimos Física y Mecánica Racional estaremos de acuerdo en que Don Rubén fue determinante en nuestra formación profesional. Podemos no recordar las leyes de Kepler sobre el movimiento de los astros, pero si podemos afirmar que él nos enseñó a pensar rigurosamente y a exigir lo mejor de nosotros mismos. Y por eso le debemos mucho. Al mismo tiempo, ese “ colador” implacable que era el primer año de la EII y que cortó las aspiraciones de muchos jóvenes capaces, eran el reflejo de las falencias de la formación con que los jóvenes llegaban a la EII. Esto no era responsabilidad de Don Rubén, sino mas bien el triste reflejo de una falta absoluta de coordinación entre la formación que se daba en las Escuelas de Técnicos, como se las conocía en la época, y las exigencias de la EII. Y esa falta de coordinación costó que muchos estudiantes capaces, generalmente de medios modestos, abandonaran sus ambiciones de llegar a ser Ingenieros Industriales. Recuerdo muy especialmente un poema titulado « Nocturno a Ruben », escrito por un estudiante nortino y en el cual anunciaba su decisión de abandonar sus estudios; este apareció en los muros de la EII y causó gran revuelo y discusión. El movimiento de reforma de esos años proponía poner fin a ese estado de cosas, fundamentalmente a través de la creación de los Departamentos unificados responsables de la formación de los profesionales de ambos niveles, es decir Ingenieros de Ejecución e Ingenieros Industriales en cada disciplina. Hoy esto puede parecer de perogrullo, pero lograrlo no fue tarea fácil, sencillamente los pequeños feudos e intereses personales representaban una oposición poderosa. La resolución de estas contradicciones solo fue posible con el triunfo del movimiento reformista y la eventual elección de Don Enrique Kirberg a la Rectoría de la UTE.
Don Rubén no fue un militante activo del movimiento de Reforma pero supo valorar la razón y consistencia de las posiciones estudiantiles de los años 60 y las apoyó resueltamente, aunque siempre guardando un punto de vista académico. En 1968, Don Enrique Kirberg le pidió que asumiera el rol de Presidente de la Comisión de Becas formada bajo el programa UTE-BID y que perseguía la formación de académicos de alto nivel a traves de convenios con Universidades Canadienses y Americanas. Tuve la ocasión de trabajar con Don Rubén en esta tarea y puedo atestar que entregó un aporte visionario sobre lo que debía lograrse en términos de competencias académicas. Lamentablemente, muchos de los becados, el suscrito incluido, fuimos exonerados en las semanas y meses que siguieron al golpe militar.
No se que fue de Don Rubén en los años que siguieron al golpe ni la posición que el tomó frente a la destrucción y desmembramiento de esa bella idea que fue la UTE. Quizás se refugió en los pliegues profundos de la Física, quizás no. Cualquiera que fuera el caso, prefiero recordarlo como un buen hombre dotado de una gran inteligencia y ,sobretodo, como un gran formador. Y por eso le doy hoy día mil gracias y respetuosamente le pido que me suba mi 3,9 a 4 para poder pasar de año.
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