700 alumnos del Liceo Andrés Bello de San Miguel, uno de los mejores 20 del país, (el establecimiento donde se formaron Los Prisioneros) su rector Alejandro jara, su cuerpo de profesores y un puñado de egresados de la Universidad Técnica del Estado, no olvidarán jamás la clase magistral del abogado y profesor universitario Hernán Montealegre, sobre la defensa de los Derechos Humanos,.
Los alumnos siguieron durante 45 minutos, como en un partido de fútbol, la reflexión del jurista Montealegre, que coorganizó la Corporación UTE USACH con el Liceo Andrès Bello y que significó que 2 alumnos, Daniel Painevil y Mathìas Palma, fueran distinguidos con el diploma por los Derechos Humanos que honra la memoria del ex alumno del establecimiento y ex alumno de la UTE detenido y desaparecido desde el 14 de septiembre de 1973, cuando ese plantel de estudios superiores fue ocupado por tropas del Ejército, encabezadas por el coronel Krasnoff Marchenko.
Hay que destacar el esfuerzo realizado por nuestro compañero Juan Manuel Rivera, para lograr que el año escolar 2011 de este Liceo fuese una reflexión sobre una materia, que deberia ser preocupación de todo el país, pero que ha sido sistemáticamente silenciada: La lucha por las libertades fundamentales en Chile y donde el rector Jara jugó también un importante papel, que lo distingue.
Para el profesor Montealegre, es fundamentel que los jóvenes piensen y defiendan sus puntos de vista, porque quienes no lo hacen se comportan como borregos y pueden sufrir en carne propia las consecuencias de ello.
Los estudiantes hicieron una serie de interesantes preguntas, que fueron respondidas por Montealegre, quien posteriormente entregó junto a Rivera, a los 2 alumnos premiados, Daniel Painevil y Mathìas Palma, los diplomas de Defensores de los Derechos Humanos.
La Corporación UTE USACH, saluda al rector Alejandro Jara, y al profesorado y funcionarios del Liceo Andrés Bello, que se han constituido un ejemplo, que el resto de establecimientos y directivos educacionales deberían imitar y emular.
Los felicito a todos. Gracias Juan Manuel. No hay necesidad de mucha inteligencia para saber que sin educación y sin respeto a la igualdad de oportunidades y derechos de todos no hay desarrollo... no hay solidaridad ni nada que signifique amor.
Y sin amor no hay Fe ni esperanza. No hay futuro. Es muy hermoso tratar de enseñar que el amor la Fe y la esperanza, nacen y se perfeccionan, la enseñanza refleja el hogar y en lo formal. Ojalá todos entendieran y repitieran lo que Uds. hacen.
Un fuerte abrazo
Humberto
Saludo la iniciativa de Juan Manuel y personal del liceo Andres Bello por tan magnifica jornada,valor el comportamiento del alumnado y sus profesores,esta jornada es para que NUNCA MAS EN CHILE se violen los DDHH
ResponderEliminarexcelente clase magistal,
ResponderEliminarFelicitaciones por tu perseverancia en sacar adelante una inicitiva tan justa y necesaria.
ResponderEliminarMiguel Lawner
no me cabe ni la menor duda que nuestro Goyo Mimiça, allá donde se encuentre, en el planeta que sea, o en la galaxia que haya escogido; te estará mirando regocijado, agradecido, complacido.
ResponderEliminarSon los hombres y mujeres que no ha permitido que la memoria de Goyo se esfume, son los grandes amigos, compañeros de generación, y navegación; que a veces de la manera más solitaria, han removido los corazones para resaltar e inmortalizar su recuerdo.
He leído con gran emoción lo que fue esa simbólica jornada. La Clase Magistral de Hernán Montealegre; sobre Los Derechos Humanos. ¡Qué derecho más universal, más vigente, más pisoteado en todos los rincones de nuestra tierra!
Los estudiantes, impecablemente vestidos, con sus ojos todavía diáfanos, libres de toda la contaminación, de toda la maldad que con los años vamos portando, escuchan atentos, a veces incrédulos que sea posible tanta miseria humana.
Y Gregorio Mimiça debe haber estado sentado entre ellos. Si pocos años antes de que fuera vilmente asesinado, era uno de ellos, estudiante del legendario Liceo 6 de Hombres Andres Bello, en esta mi comuna de San Miguel.
No pude estar entre uds. para homenajearlo, transito hasta cuatro veces al día por las afuera de lo que fue su hogar; de niño, de adolescente, de joven revolucionario.
¡Cuánto amaba la vida nuestro querido Goyo, todo en él era entrega, positivismo, vida, amor, juego. No puedo dejar de recordarlo, su risa de niño, su pelo rubio ensortijado, su estatura de pequeño gigante.
Como gran ironía de esta maldita vida, en su casa hoy funciona el comando de un reciente electo diputado de la UDI. No quiero ponerme triste, tú no me lo permitirías, te quiero recordar así cómo eras,; hermoso, bueno, lúdico y revolucionario.
Gracias amado Goyo por todo lo que nos entregaste en tu corta vida, gracias a todos los que participaron en la calse magistral por no aceptar que su recuerdo, el tiempo lo diluya.
Iris
Estimado Juan Manuel:
ResponderEliminarTe agradezco los envíos que me has hecho relacionados con mi clase magistral sobre derechos humanos. La última carta firmada por Iris, es conmovedora y retrata muy bien lo que todos sentimos por cada una de las personas desaparecidas en nuestro país, las que requieren de alguien que las mantenga en la memoria como tú lo has hecho tan ejemplarmente con tu compañero de universidad, Gregorio Mimiça.
Te saludo cordialmente y quedo a tu disposición en la medida que mi trabajo profesional me lo permita,
Hernán Montealegre