jueves, 26 de mayo de 2011

UTE-USACH ESTRENARON CALLE ENRIQUE KIRBERG E INAUGURARON MONOLITO EN HOMENAJE AL RECTOR DE LA REFORMA EN EMOTIVO Y MULTITUDINARIO HOMENAJE



Amigos y amigas:

Les escribimos con mucho gusto para informarles que se realizó en la Universidad de Santiago (USACH) una emotiva ceremonia para dar cambio de nombre a la calle que está en su entrada.

A partir de ahora llevará el nombre de don Enrique Kirberg, quien fuera el primer Rector elegido democráticamente con participación de académicos y estudiantes(1968).

Su viuda, Inés Erazo de Kirberg, es Secretaria de nuestra Junta de Vecinos, por lo que sentimos este gesto como un acto que también nos atañe directamente. Tener a doña Inés en esta humilde organización social nos llena de satisfacción y orgullo.

Fraternalmente,

Paula Mendoza.
Junta Vecinos 7




Ex rector Enrique Kirberg recibe homenaje póstumo con calle que lleva su nombre
Escrito por Miguel Angel González
Miércoles, 25 de Mayo de 2011 18:10
http://www.usachaldia.cl

Constituía un anhelo de la Comunidad Universitaria desde hace años. Rendir un merecido tributo a quien es conocido como "el rector de la Reforma", y que ocupara ese cargo en la ex Universidad Técnica del Estado, luego de que, por primera vez en la historia de la Institución, se celebraran elecciones con participación de académicos y estudiantes.



"¡Atención hijos de Enrique Kirberg!…"

es la frase con que durante años las y los estudiantes de la Universidad de Santiago han identificado su pertenencia a esta Institución. No es casual. Se trata de quien es considerado un insigne rector de nuestra Casa de Estudios, y quien liderara uno de los procesos más importantes en la historia de la Educación Superior chilena: la Reforma Universitaria.

Nacido en Santiago, en 1915, se tituló como ingeniero eléctrico y dedicó sus años a la vida profesional, académica, pero también a la política, como militante del Partido Comunista.



(Ed.: Esta condición de militante fue destacada por el presidente de FEUSACH, Camilo Ballesteros, quien a nombre de las JJ.CC. saludó al rector Kirberg, de jotoso a jotoso, por su compromiso por una educación superior al servicio de los jóvenes y de los más necesitados del país)

El ex rector Enrique Kirberg Baltiasnky es, sin lugar a dudas, parte de la memoria histórica de la ex UTE y actual Usach. Y bajo esa premisa, nuestra comunidad vio concretado, ayer miércoles (25), el cambio de nombre de la calle Schachtebeck -donde se ubica la Biblioteca Central- por el del rector Kirberg, tras el acuerdo unánime de la Municipalidad de Estación Central.

Su alcalde, Rodrigo Delgado, enfatizó en la ceremonia que "esta petición al municipio tiene un carácter especial, por tratarse de una persona cuya biografía está marcada por un gran compromiso social, y por eso, fue una decisión unánime del Concejo Municipal".

Al acto, celebrado en el ala sur de la Casa Central, asistieron autoridades comuniales y de la Universidad, encabezadas por el rector Juan Manuel Zolezzi, la viuda de Kirberg, Inés Erazo, sus hijas Lena y Gloria, nietos y bisnietos del homenajeado. A ellos se sumaron dirigentes políticos, gremiales, intelectuales, artistas, académicos, funcionarios y estudiantes.



El rector Zolezzi, destacó la figura de Enrique Kirberg como "un gran rector y líder de la ex UTE, cuyo legado destacamos también al otorgarle la medalla de Doctor Honoris Causa y que hoy repetimos al concretar un deseo de dar su nombre a una de las calles aledañas a nuestra Universidad".



Con el descubrimiento de la señalética que oficializa el nombre de la arteria, el acto estuvo marcado por palabras de elogio a la figura de Kirberg e incluyó la inauguración de un monolito que recuerda su figura en el patio sur del edificio de Rectoría.

"Mi familia y yo estamos llenos de orgullo, emoción y alegría por este reconocimiento a mi padre. Este es un esfuerzo de toda la comunidad por rendir tributo a quien mantuvo un profundo amor por esta Institución, el que reflejó en su sentido de justicia social y la formación de personas al servicio de los demás", manifestó Lena Kirberg, hija mayor del ex rector.



Llegado el golpe de Estado de 1973, Enrique Kirberg se mantuvo junto a cientos de miembros de la comunidad universitaria al interior del campus. Fue el único rector chileno en sufrir dos años de prisión y doce de exilio, durante los que mantuvo estrecho vínculo y brindó ayuda solidaria por la situación política del país. Regresó en 1987 y, en medio de ovaciones de la comunidad, fue condecorado como Doctor Honoris Causa de nuestra Corporación en 1991. Su hija Lena recordó el paso de su padre por el centro de detención de Isla Dawson cuando él, a través de cartas, preguntaba cifradamente cómo estaba su "Utita", la entrañable Universidad Técnica del Estado, la misma a la que se puede acceder por la calle Enrique Kirberg.



El colegio de Profesores nos envía foto de su presidente Jaime Gajardo y del rector Juan Manuel Zolezzi

PALABRAS SR. RECTOR DE LA UNIVERSIDAD DE SANTIAGO
DR.JUAN MANUEL ZOLEZZI

CAMBIO NOMBRE CALLE RECTOR ENRIQUE KIRBERG B.
MIERCOLES 25 MAYO
12.00 HORAS
Explanada Casa Central

Estimada comunidad universitaria.

Junto con saludarlos, deseo manifestarles mi gran satisfacción por estar en este profundo y significativa acto, en que honramos a un gran hombre, al Rector Enrique Kirberg Baltiansky, colocándole su nombre a una calle aledaña a nuestra Universidad, gracias al acuerdo del Concejo de la Ilustre municipalidad de Estación Central que aprobó este cambio y que permitió concretar las aspiraciones de muchas personas.

El mes de agosto del año 1991, una emocionada Aula Magna recibía al ex Rector Enrique Kirberg Baltiansky, para concederle el grado de Doctor Honoris Causa. Fue así como el Rector de entonces, don Eduardo Morales Santos –primer rector electo de regreso a la democracia- homenajeaba al primer rector electo de la historia de esta Institución.



En esa ocasión, don Eduardo Morales señaló: “esta ceremonia honra más a la Universidad de Santiago de Chile que al homenajeado”.

Quiero hacerme eco nuevamente de tales palabras, porque sin duda que nos convoca acá un acto de justicia y reconocimiento con quien diera tanto al servicio de nuestra Institución, y cuyo nombre quedará para siempre unido a ella.

Es indudable el legado del doctor Enrique Kirberg quien tuvo una destacada participación en el devenir estudiantil de su época, lo que se manifiesta al fundar y ser primer presidente de la Federación de Estudiantes Mineros e Industriales de Chile. Como alumno de la Escuela de Artes y Oficios, ya en los años 40 se abocó con todo su empeño a liderar la fundación de la Universidad Técnica del Estado, UTE, que reunió a las escuelas técnicas superiores existentes en siete ciudades del país.

Titulado de ingeniero eléctrico, dictó clases en la UTE y en la Universidad de Chile, hasta que el devenir de esos tiempos lo puso a la cabeza de la Reforma Universitaria, ya en agosto de 1968 fue electo su Rector, triunfo que se repetiría en los años 1969 y 1972.

En esta ocasión quiero destacar algunos pensamientos del propio doctor Kirberg, vertidos en una de sus últimas entrevistas para la revista “Comunicación Universitaria” de la Usach, en septiembre de 1991.

Al recibir el Doctor Honoris Causa, no sintió ese reconocimiento como algo personal sino que señaló que “ese mérito no fue sólo mío. Yo tuve la suerte de contar con un estudiantado entusiasta y una mayoría de profesores reformistas que trabajaron conmigo, especialmente en lo referido a brindar más y mejor educación a los trabajadores”.



Para don Enrique, “la Universidad fue, es y debe ser factor importante de la sociedad. Es la conciencia crítica de ella, la que capta mejor los problemas y todo lo que de ella emane, debe tener notoria influencia”.

Respecto de su rol como académico, nuestro homenajeado señalaba que “se debe ser eminentemente Maestro y no sólo un difusor de conocimientos. Tiene que entregar de sí y, por sobre todo, velar por un estrecho y permanente contacto con el estudiante, porque el joven es, en definitiva, la razón de existir de una universidad”.

Podemos comprobar la sabiduría del pensamiento del doctor Kirberg en sus palabras cuando aconseja a los académicos a “estimular como a uno le hubiera gustado ser estimulado, guiar como esperamos ser guiados. Y superarse siempre, no caer nunca en la rutina, porque yo creo que hacer clases es entregar vida”.

Ya en el año 1991, el doctor Kirberg evidenciaba una preocupación por los jóvenes universitarios que, al decir de sus palabras” se han vuelto apáticos y desinteresados. Yo pregunto cómo les va en la Universidad, y me contestan que mal, porque no obtuvieron el crédito fiscal, o porque están repactando deudas. Eso es un peligroso mercantilismo que se ha impuesto a la esencia propia del estudiante universitario”.

Como vemos, hay problemas que no desaparecen sino, al contrario, se mantienen y aumentan con los años.

Sin embargo, don Enrique Kirberg tenía esperanza en los jóvenes universitarios a quienes los instaba “a prepararse para lo nuevo, para elevar su espíritu y desarrollar su sentido solidario. Cuando un joven ingresa a la universidad, asume una misión ante la sociedad. La sociedad nos da mucho, y tenemos que tener claro que debemos devolver lo que recibimos al estudiar una profesión. Pero no se trata de una devolución pecunaria, sino de una entrega a la gente, al pueblo. En mi rectorado nos impusimos la tarea de hacer de cada joven que ingresó a la UTE, un hombre de gran cariño por su país; un ciudadano que velara por el desarrollo de su nación y, en última instancia, un profesional con herramientas concretas para entregar su aporte”.

Estimados presentes:

Hoy nos convoca un acto de justicia que, como dije inicialmente, honra más a la Institución que a nuestro homenajeado, el Rector Enrique Kirberg Baltiansky.

Al perpetuar su memoria, su legado y entrega que tuvo para con la Universidad, queremos que sean nuestros jóvenes, especialmente, quienes vean en él un ejemplo a seguir.

Para finalizar, quiero recordar que cuando se le otorgó el grado de Doctor Honoris Causa, el Aula Magna tronó de aplausos de los cientos de asistentes que querían testimoniar su cariño y homenajearlo. Consultado por las razones de tanto cariño, don Enrique simplemente se encogió de hombros y dijo “¿Me creería usted, que no sé?”.

Nosotros, Rector Enrique Kirberg Baltiansky sí lo sabemos, y por ello le agradecemos su enorme e imperecedero aporte a esta, su Universidad.
Muchas gracias.

1 comentario:

  1. YO ESTUVE PRESENTE Y QUISIERA MENCIONAR QUE ME ESTREMECIERON LAS PALABRAS DEL COMPAÑERO BORIS NAVIA, EN NOMBRE DE LA ASOCIACIÓN DE ACADÉMICOS Y FUNCIONARIOS EXONERADOS POLÍTICOS.

    QUISIERA SABER SI ES POSIBLE LA PUBLICACIÓN DE SU DISCURSO

    ResponderEliminar