LOS 81 OLIVOS
Ingresar por la puerta principal
de la USACH, es simplemente imposible… Los buses de las FFEE de Carabineros,
los “zorrillos”, las bombas lacrimógenas, los encapuchados; han convertido el
campus universitario en una batalla campal
de una tóxica e irrespirable atmósfera;
lo que obliga a desistir de
su entrada, hasta al más temerario
convocado… Parecemos actores de una pretérita, realista y sarcástica película en blanco y negro. Un
sentimiento de dolorosa ironía nos recorre enteros… Han transcurrido casi
cuarenta y dos años y, todavía lo que era nuestra amada Universidad, junto a
ella, la educación chilena, están muy
lejos de recuperar esa “conquistada dignidad”, arteramente
arrebatada por la sangrienta dictadura militar.
El acceso obligado lo hacemos por
la Quinta Normal, a través de la Avenida Portales. Los vetustos edificios,
otrora, valiosa muestra de la arquitectura social, diseñados con toda
la humanidad y el respeto a la clase trabajadora - Erguidos, invulnerables ante las inclemencias
del clima, los años, la historia… Sus despejados pasillos, las ventanas de los
departamentos de los horrorizados pobladores, fueron utilizados como malditas e
improvisada barracas para desde allí, obtener el demencial blanco perfecto,
usados en contra de la desarmada y
vulnerable comunidad de la UTE. Sólo en
las primeras horas de haber estallado el golpe de estado, asesinaron por la espalda a nuestro
inolvidable fotógrafo y camarógrafo, Hugo Araya. A nuestra compañera,
funcionaria del Departamento de Cine, Marta Vallejos Buchmann. De esta ruin y
pavorosa manera casi le arrancan la vida
a Marianela Vega, nuestra querida “Peca”.
La negra e interminable noche se apodera de la Universidad Técnica del
Estado y, de todas sus sedes a través de todo el país… Su historia antes,
bastión de la Reforma Universitaria, democracia y compromiso con los pobres, es
de aquí en adelante, escrita con la tinta sangre de los expulsados, torturados,
prisioneros, asesinados y desaparecidos.
Hasta el día de hoy contabilizamos
ochenta y un caídos; entre estudiantes, académicos y funcionarios de la UTE de
Santiago y provincias, que murieron
luchando contra la tiranía fascista.
Hoy, jueves 25 de junio, en
nuestra amada Universidad, llamada hoy Universidad
de Santiago, nos hemos congregado para inaugurar este “Parque de los héroes”.
Entre el Centro de Investigación Tecnológica (CITECAM), y el Departamento de
Matemáticas y Ciencias de la Computación, emerge una silenciosa franja verde,
sólo interrumpida por añosos pimientos y jacarandá.
En este jardín santo, recién
sembrados de juveniles ochenta y un
olivos; reirán, corretearán, arreglarán el mundo y amarán… Los espíritus de nuestros ochenta y un
mártires – Los olivos lograrán su pletórica madurez parodiando nuestras luchas
por alcanzar el cielo - Y, nos
sobrevivirán por generaciones –
Los ancianos padres, hijos, familiares y,
nosotros sus compañeros; abandonamos la UTE, con nuestros rostros salpicados de
estrellas.
IRIS ACEITON VENEGAS
No hay comentarios:
Publicar un comentario