domingo, 13 de agosto de 2017



PALABRAS DE MARIO NAVARRO CORTES , EX SECRETARIA NACIONAL DE EXTENSION Y COMUNICACIONES DE LA UTE, EN ACTO DE CONMEMORACION DE LOS 70 AÑOS DE LA UTE
 
Señor Juan Manuel Zolezzi Cid, Rector Universidad de Santiago de Chile.
Señorita Karina Arias, Vicerrectora Vinculación con el Medion USACH.
Señor Patricio Medina, Presidente Federación de Estudiantes FEUSACH.
Señor Emilio Daroch, Presidente Corporación Solidaria UTE-USACH.
Señor Luis Cruz, Presidente Asociación de Exonerados Políticos UTE.
Académicos, funcionarios, estudiantes, amigas y amigos de la Universidad Técnica del Estado y de la Universidad de Santiago de Chile:
Los grandes hitos de la Universidad Técnica del Estado, se advierten con nitidez en un caminar imaginario por las siete décadas transcurridas desde 1947; setenta años que se inician con la promulgación del decreto que le dio origen.
Desde el golpe militar en 1973, la UTE es una universidad no solo vigilada; sino brutalmente intervenida, este oscuro período culmina aunque no termina, en 1981, año en que la dictadura ordena su cierre como universidad nacional y elimina su nombre pretendiendo, sin lograrlo, borrar la memoria histórica de la Universidad Técnica del Estado.
La Universidad de Santiago de Chile desde el rectorado de Don Eduardo Morales Santos en 1990, reconoce, respeta y valora el legado de la Universidad Técnica del Estado, su épica reformista y por cierto, el aporte histórico del Rector Enrique Kirberg a la educación pública de nuestro país. Política USACH de permanente vinculación con la UTE acrecentada, desde su primer período, por el Rector don Juan Manuel Zolezzi. Este acto así lo demuestra.
Destaco la fraternal acogida que nos brinda, desde su fundación, la Vicerrectoría de Vinculación con el Medio y el hermoso trabajo del Archivo Patrimonial de la Universidad de Santiago de Chile, que resguarda el historial fotográfico, gráfico, textual y audiovisual de nuestra UTE.
En la ceremonia de promulgación del Decreto 1831 de 1947, que crea la Universidad, intervino un joven dirigente a nombre de la Federación de Estudiantes Mineros e Industriales de Chile -FEMICH-, en parte de su discurso, el dirigente destacó lo siguiente:
 “La Universidad Técnica del Estado será la universidad del pueblo. A ella también podrán llegar y en forma especial, los hijos de las familias humildes que jamás podrían seguir una carrera universitaria y cuya capacidad indiscutible, se perdía para el país y la colectividad. La Universidad Técnica del Estado debe dar ayuda en becas, internados, fundaciones a todos los muchachos capaces y que no tengan medios para continuar sus estudios ”El dirigente de FEMICH que habló, era su presidente, se llamaba Enrique Kirberg. Desde los albores de nuestra universidad, un joven Kirberg ya participaba en la construcción de una nueva educación universitaria.

1952 es un año significativo para la Universidad Técnica del Estado, se promulga su primer Estatuto Orgánico y se inicia la estructuración y organización de la Universidad a nivel nacional.
Volvamos al joven presidente de FEMICH ahora, en la década del 60, convertido en ingeniero, académico, dirigente gremial y político. En el libro ENRIQUE KIRBERG, ESCRITOS ESCOGIDOS, el historiador Francisco Rivera, sintetiza claves e hitos de esta década para estudiantes, académicos y funcionarios de la Universidad:
“1961 constituyó un año clave en la vida de Enrique Kirberg,  uncatalizador;   fue electo Vicepresidente del Colegio de Ingenieros, al mismo tiempo que los estudiantes de la Escuela de Minas de Copiapó se tomaban la sede regional de la UTE, en rechazo a los mecanismos de elección del Director. De este proceso emanó la Declaración del 25 de Mayo, constituiría una suerte de Carta Fundamental, de inspiración para los estudiantes, a la vez que el hito que daba formal comienzo al proceso de Reforma Universitaria en la Universidad Técnica del Estado”
En ese período, a partir de 1963, fui como muchos alumnos UTE, un comprometido estudiante de pedagogía en Publicidad, Dibujo y Audiovisual en el Instituto Pedagógico Técnico. Los estudiantes nos integramos activamente a la lucha por la democratización y la reformas en la Universidad, y por el logro de profundas transformaciones sociales y políticas en nuestra patria.
El trabajo desarrollado en y con los centros de alumnos de sedes, escuelas y carreras de la universidad permitió, en 1965, el triunfo de las fuerzas estudiantiles de izquierda con Alejandro Yáñez como presidente de la Federación de Estudiantes FEUT, cargo que en los años siguientes desempeñaron con destacada excelencia: Raúl Palacios, Alberto Ríos y Osiel Núñez.
En ENRIQUE KIRBERG, ESCRITOS ESCOGIDOS, Francisco Rivera señala:
“ En 1967, una vez consolidada la conducción de la izquierda en la FEUT, y con un proceso de Reforma que rápidamente se expandía por las principales universidades nacionales, el movimiento estudiantil de la UTE, junto a académicos y funcionarios, demandaron un proceso de participación mediante la “toma” de las escuelas de la Universidad, que hizo insostenible a Horacio Aravena mantenerse en el cargo de Rector de la casa de estudios. Tras su salida, se constituyó la Comisión de Reforma, que llamó a elecciones en 1968”.
En1967, ya titulado, me integró como profesor de Taller Publicitario en el IPT y asumo el cargo de Diseñador Gráfico en el Taller Gráfico UTE, la perspectiva y visión de la problemática reformista se amplia, se enriquece desde la óptica del funcionario y del académico.
Conocí en profundidad, antes de la Reforma, el área de las comunicaciones y la extensión universitaria. Su quehacer se encontraba diseminado en múltiples organismos, con dependencias disímiles y contradictorias, sin claridad de fines que posibilitaran una acción coherente dirigida a cumplir objetivos significativos en el ámbito cultural y comunicacional.
A todo ello, se agregaba que quienes estaban a cargo de jefaturas, muchas veces, realizaban un trabajo solo de cumplimiento burocrático o asumían la dirección del área respectiva en forma autoritaria y personalista, como si el área de trabajo fuese de su propiedad y, por ende, autónoma del quehacer global de la Universidad. Gran tarea nos esperaba a los reformistas: transformar y democratizar las viejas estructuras universitarias, optimizar funciones e implementar prácticas diarias de trabajo participativo.
En 1968, Enrique Kirberg es elegido Rector y reelegido posteriormente en1969 y 1972.
Es a partir de su gestión que se hacen evidentes los nuevos requerimientos de la Universidad ya inmersa en la dinámica del proceso de Reforma. El rector Kirberg estimula y potencia la necesidad de iniciar una etapa de reordenamiento administrativo, de transformación de las viejas estructuras y modelos, con la creación de nuevas formas de funcionamiento y trabajo, más acordes con las aspiraciones y anhelos de estudiantes, académicos y funcionarios respecto de hacer de la universidad una nueva UTE, la Universidad de la Reforma.
En la Revista de la Universidad Técnica del Estado Nº 1, de octubre de1969, Carlos Orellana anota lo siguiente:
“Era una época difícil. La Reforma se había puesto en marcha y la snuevas responsabilidades exigían estructuras distintas, racionalizar funciones, coordinar y poner orden en un cúmulo de actividades hasta entonces dispersas. Así nacieron las diversas Áreas en que se dividió el quehacer universitario, y que con posterioridad el Congreso de la Reforma convirtió en Secretarías Nacionales.”
El avance y dinámica de la Reforma, potenciada por la reelección del Rector Kirberg en 1969, por el triunfo de la Unidad Popular y la elección del Presidente Salvador Allende, en septiembre de 1970, incentivan y profundizan las actividades innovadoras. El Congreso de la Reforma y la aplicación del Estatuto Orgánico de la UTE, aceleran el proceso reformista al contar con una democrática estructura universitaria que posibilita y facilita la concreción de sus fines.
A partir del año académico 1971, se crean e inician su funcionamiento en la Universidad cinco Secretarías Nacionales:
El profesor René Schifferly, dirigió la Secretaría Nacional Académica, el ingeniero Jaime Rovira la Secretaría Nacional de Asuntos Económicos, el profesor Ramiro González Allendes la Secretaría Nacional de Asuntos Estudiantiles y en mi caso, debí dirigir la Secretaría Nacional de Extensión y Comunicaciones.
En su libro LOS NUEVOS PROFESIONALES, el rector Kirberg señala con rigurosidad y precisión los objetivos de extensión y comunicaciones:
“La Secretaría Nacional de Extensión y Comunicaciones tiene como objetivo esencial coordinar, correlacionar y desarrollar la extensión universitaria posibilitando que ella sea un canal de comunicación entre el quehacer académico y de la investigación con la comunidad.
Propender a que su acción ayude en la formación de una cultura verdaderamente nacional y popular, incorporando activamente al pueblo a la literatura, al arte y a los medios de comunicación de masas; contribuir a crear una conciencia crítica que ayude en la construcción de una sociedad nueva”.
La complejidad de objetivos y la multiplicidad de funciones que la Secretaría Nacional debía cumplir determinó estructurar y coordinar el trabajo en tres grandes departamentos: Extensión Docente, Extensión Artística y Departamento de Comunicaciones.
El Convenio CUT-UTE como un programa especial y de alta relevancia para los trabajadores y la Universidad, dependía también de la Secretaría Nacional de Extensión.
En el transcurso de los cinco años -1969/1973- que funcionó el Convenio CUT-UTE demostró no solo su relevancia y trascendencia como Programa Especial de Educación Universitaria de Trabajadores, sino también como una experiencia históricamente significativa respecto del trabajo de extensión universitaria y vinculación de la UTE con los diferentes sectores de la sociedad chilena. Un número significativo de los profesionales que trabajaban en Extensión y Comunicaciones -como también en otras áreas de la universidad habían ingresado como estudiantes a la UTE al inicio de los años 60; llevaban una década avanzando en la singular lucha por la reforma universitaria. Era un colectivo de mujeres y hombres que desde el inicio habían vivido, paso a paso, los triunfos y retrocesos de la lucha reformista. Su compromiso era vital y profundo, por ello, su aporte como profesionales superaba absolutamente lo habitual. La jornada diaria de cada uno de ellos era realizada con especial dedicación y entusiasmo, pues de esa pasión por el trabajo en la UTE dependía la oportunidad de concretar los sueños reformistas que cada uno imaginó como joven estudiante.
En el catálogo del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos para la exposición Por la vida…¡Siempre! , el curador de la muestra enfatiza lo siguiente:
 “La Universidad Técnica del Estado fue, sin lugar a dudas, un terreno académico de experimentación y compromiso social que pocas veces se ha visto en Chile. Este estrecho lazo entre Universidad y Sociedad sigue siendo reconocido como tal, aún cuando el paso del tiempo y las borraduras que propició la dictadura de Pinochet, intentaran eliminar todo rastro del compromiso de la UTE con el país.”
Hoy, en agosto 2017, las variadas y grandes realizaciones de la Universidad Técnica del Estado y su Reforma siguen vivas, son capaces de atravesar el tiempo , conservando sus logros y acrecentando su legado.
Muchas gracias.
Mario Navarro Cortés
Extensión y Comunicaciones UTE 1973.
10 / agosto / 2017

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